miércoles, 17 de marzo de 2021

Ciudad Interior baila más en la pandemia



Por: Rocío G. Benítez

Hace un año, cuando inició la pandemia, en México se prohibieron los eventos masivos y se cerraron los teatros, “los espacios escénicos murieron”, dice Alejandro Chávez, director de Ciudad Interior. El panorama era dramático para esta compañía de danza contemporánea con sede en Querétaro, que estaba concentrada en cumplir las metas de un proyecto apoyado por México en Escena, a través del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca); se trata de Código Paralingüa que ahora está por concluir, luego de dos años de trabajo, con actividades en el Museo de la Ciudad y Jardín Guerrero.

“Sentí que el proyecto se iba a caer porque hay metas que cumplir con el Fonca, metas de la misma compañía, los primeros cuatro meses fueron difíciles, hubo que modificar todo y empezar a buscar alternativas que no las hubiera descubierto sino hubiera sido por estas limitantes. (...) Y es el año que más hemos bailado, de los 13 años que tiene la compañía, desde que inició la pandemia, es el año que hemos tenido más presentaciones, pensé que no iba a tener ninguna salida, pero conforme pasó la primera alternativa se abrió la puerta a encontrar diversos instrumentos para llevar la danza a la calle, que es una de las cosas que Ciudad Interior ha aportado a la gente en este confinamiento”, asegura Alejandro en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro

Al no tener un escenario disponible, los bailarines de la compañía comenzaron a apropiarse de otros espacios. En las ventanas de la Cineteca Rosalío Solano, en agosto de 2020, tras varios meses de iniciar el confinamiento, se prendió una luz especial para presentar Desfragmentación del silencio, danza contemporánea detrás de la vitrina. La gente que caminaba por el lugar se detenía a ver, admirar y cuestionarse ¿qué pasa ahí?.

Ciudad Interior también llegó a la calle, en el cruce de semáforos presentaron Microhistorias desfragmentadas. Y para Desfragmentación del silencio II, plantaron afuera del Museo de la Ciudad una caja transparente, desde adentro los bailarines hablaron con su cuerpo del encierro y el distanciamiento. Su más reciente entrega de microhistorias se vio el fin de semana pasado, fue otro asalto al espacio público sin previo aviso. Llegaron en una pequeña camioneta a las paradas de autobuses, y los bailarines convirtieron la caja de la camioneta en un escenario, de escasas dimensiones, pero el espacio, por más diminuto, explica Alejandro, no es una limitante para ellos.

“Lo que más nos sorprendió es que al terminar las funciones la gente se acercaba y nos decían que necesitaban de eso, que estaban cansados del encierro, cansados psicológicamente y que agradecían ver algo presencial, tangible, aunque es efímero se han vuelto muy relevante estas intervenciones en la calle, y sí, en nuestra historia habíamos tenido presentaciones en la calle, pero a veces se diluían por falta de interés de la gente, ahora fue todo lo contrario. (...) La danza ha perdido público y esto nos ha ayudado a que reconozcan y hagan suya una compañía que tiene mucho tiempo en el estado”, resalta.

Ciudad Interior cerrará el proyecto Código Paralingüa con tres funciones, 18, 19 y 20 de marzo, a las 20:00 horas, en el Museo de la Ciudad, para presentar la última pieza Espacio sordo, un espectáculo que obedece a la vivencia del encierro, de la soledad, y cómo lo ha experimentado cada uno de los bailarines.

Después, adelanta Alejandro, “tenemos otra sorpresa afuera del Museo de la Ciudad y en el Jardín Guerrero, otra más”. En el último sitio tendrán dos intervenciones del espacio público los días 25, 26 y 27 de marzo, a las 19:00 horas y a las 20:00 horas.

Con estas funciones, la agrupación de danza contemporánea culmina sus actividades para México en Escena, con el que fueron dos años de trabajo, y está en espera de lograr una segunda emisión del apoyo, en su nuevo formato, para dar continuidad a sus presentaciones y a su crecimiento como bailarines y como compañía.

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