Por: Roberto A. Valenciano Capín
Un Coloso de Villerías que es testigo del primer concierto con público y bajo este gran abrazo tanto musical y resilencia de la Orquesta Sinfónica de San Luis.
Un abrazo musical gracias a la batuta del Mtro. José Miramontes Zapata, y el pianista Alexander Pashkov, como la complicidad musical de dos genios compositores alemanes: Wolfang Amadeus Mozart y Ludwing van Beethoven.
Sube al escenario, el pianista ruso radicado en Morelia, Michoacán, para interpretar el Concierto para Piano No. 23 en La Mayor, K. 488, de W.A. Mozart, con una decantada ejecución y musicalidad
En primera instancia de esta charla, agradece volver a tocar con "la orquesta más querida, el colectivo más querido de músicos, directores, que ya casi es mi familia, es un regalo para siempre".
En cuanto a la obra del genio de Salzburgo comenta que "lo más importante de la música de Mozart es su inicio operístico en todas sus obras, quizás es algo especial que solamente le pertenezca a los conciertos de Mozart, porque usualmente es un género que se trata nada más de una competencia entre el pianista y la orquesta, una competencia muy amigable, pero de todos modos es como un concurso, diálogo y pues obviamente algo que se trata de la rivalidad entre la orquesta y todas sus capacidades fantásticas; timbres, colores y solista, pero aun así Mozart es aun más peculiar, porque aparte de esto, todas sus imágenes de este concierto son operísticas realmente, la cosa más importante y que puedo dejar como consejo a todos aquellos que están tocando conciertos de Mozart, es buscar el inicio operístico, con una variedad de personajes, carácteres, intrigas, por eso yo diría que los conciertos de Mozart poseen esa gran capacidad de convertirse en una pequeña ópera, no una ópera de veinticinco minutos".
Respecto al concierto compartido esta tarde, comenta que a pesar de su pequeño tamaño de la orquesta y aun así con esa instrumentación reducida, "Mozart creo una orquestación absolutamente increíble, carnosa que hoy hemos escuchado en toda su grosor, gracias al maestro José Miramontes Zapata y la orquesta. Por eso obviamente es un concierto muy peculiar y muy especial para todos nosotros. Es un concierto de los más queridos por los pianistas, pero también es muy operístico y tiene pequeños fragmentos de Cossi Fan Tutte, la Flauta Mágica. De hay que cada pianista que tenga este concierto en su repertorio va a experimentar una felicidad enorme".
Sin más unirse a la conmemoración del 250 aniversario de natalicio del Genio de Bonn, con la monumental Quinta Sinfonía, a través de sus cuatro movimientos que lo integran: Allegro con brío, andante con moto, allegro en do menor, y finalmente allegro en Do Mayor.
Y que nos cuenta "la historia de una victoria personal ante el destino incierto y los embates de la vida. No por nada ésta es la obra más representativa del espíritu revolucionario y romántico".
Miramontes Zapata refiere que esta sinfonía representa no solo en estos momentos que vivimos, sino también en este primer concierto presencial, " como una sinfonía de resilencia, una sinfonía que, ojo, la cuarta sinfonía fue escrita antes y la sexta sinfonía fue escrita paralelamente con la quinta sinfonía y paralelamente fue escrita el cuarto concierto para piano, es un período absolutamente creativo del genio de Boon.
Y en él encontrámos entonces que la sinfonía en la magnitud de su resilencia es más impresionante, y la encontramos en la quinta sinfonía a través de la magnificiencia épica, de la magnificiencia autodefensiva, magnificiencia de su deseo de sobresalir, de encontrar y hacer uso de su genialidad".
Indudablemente el tiempo de espera, las medidas delimitaciones sanitarias que se exigen, unas butacas bloqueadas de este decano recinto cultural, ha quedado demostrado esta apremiante necesidad de encuentro presencial a los conciertos, al darse cita un público mayoritariamente jóven, al cumplirse cabalmente con las expectativas de asistencia de este histórico concierto.
Y que decir de los más tres minutos de aplausos en pie de una mayoría del publico, para agradecer este momento de complicidad musical sinfónica en vivo.
Le recordamos que la última actuación con público de la OSSLP en este recinto se llevó a cabo el 6 y 8 de marzo de 2020, donde se tuvo la oportunidad de escuchar a tres grandes talentos potosinos: José María Espinoza Zúñiga, interpretando el Segundo Concierto para Piano, de Prokofiev; y los guitarristas Juan Pablo Rivera Sierra y Emmanuel Mendoza Lara, el Concierto para dos Guitarras, Op. 201, de Mario Castelnuovo-Tedesco.
Como también informar que continuarán estos conciertos presenciales, los viernes de cada quince días a las 12:00 horas, durante el mes de junio, se espera que para julio, ya sean los conciertos en su horario habitual, eso si, dependiendo del semáforo epidemiológico.
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