Bajo la dirección de José Miramontes Zapata, la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí realizará un concierto de acceso sin costo en el Teatro de la Paz este viernes 2 de julio a las 8 de la noche, mismo que se podrá ver vía streaming a través de la página Facebook de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí y de la OSSLP.
En esta ocasión, la OSSLP interpretará el Primer Concierto para Piano, de Rachmaninov, recibiendo al Mtro. Rodolfo Ritter como solista, además de la Octava Sinfonía, de Beethoven, con lo que se cierra el ciclo-homenaje por el 250 aniversario de nacimiento del Genio de Bonn.
Como en anteriores ocasiones, en este sconcierto de acceso sin costo, con restricción a menores de 16 años, y solicitando a los asistentes el uso obligatorio de cubrebocas durante su permanencia en el recinto, así como el respetar la sana distancia y demás medidas sanitarias a fin de disfrutar una obra que emana la frescura juvenil del autor, pues Rachmaninov compuso su primer Concierto para Piano cuando era estudiante de música de 17 años, y el segundo y tercer movimiento cuando tenía 18 años, y a pesar de que revisó la obra unos 26 años después (1917) mantuvo esa frescura, aunque también refleja a un Rachmaninov adolescente que ya poseía un estilo de composición fuertemente definido, como a un artista creativo maduro, mundano y experimentado.
Las partes solistas de este concierto correrán a cargo del reconocido músico mexicano Mtro. Rodolfo Ritter, quien además de tener una intensa actividad como concertista y arreglista, ha incursionado en la composición y la dirección de orquesta. Actualmente forma parte de los Concertistas de Bellas Artes, funge como jurado en diversas competencias pianísticas y realiza una valiosa labor de difusión musical a través de su programa de radio por internet “La vida secreta”. Ritter además ha dado gran impulso al rescate, revisión e interpretación de numerosas obras maestras de música mexicana concertantes para piano solo y sinfónicas y que en mancuerna con la OSSLP y el Mtro. José Miramontes, está conformando una antología discográfica de música mexicana.
Luego vendrá la pieza en que Beethoven retomó varios rasgos distintivos del espíritu de Mozart y Haydn, es decir, su Octava Sinfonía en Fa Mayor, Op. 93, considerada también la más vienesa de todas las que compuso el Genio de Bonn.
Una obra sin dedicatoria y con una duración de menos de 30 minutos, la Octava Sinfonía la escribió Beethoven en 1812, aunque la estrenó hasta 1814 en un concierto a beneficio del propio músico y que, bajo su dirección, incluyó además la interpretación la Séptima Sinfonía y La Victoria de Wellington.
De la gestación de esta obra se cuenta que en una cena, a finales de la primavera de 1812, uno de sus amigos (el mecánico e inventor alemán Johann Mälzel), describió el funcionamiento de un instrumento de su creación, el cronómetro musical, que precedió al metrónomo, y basado en el “ta ta ta” del instrumento, Beethoven improvisó en la velada un canon, al que se unieron alegremente los demás asistentes. Este canon lo utilizó más tarde el compositor para escribir el segundo movimiento, Allegreto scherzando, en su Octava Sinfonía.
Si en su Quinta Sinfonía Beethoven construyó un gran edificio musical a partir del famoso motivo de cuatro notas, en la Octava, dio algunas pinceladas en el breve motivo de seis notas con que se inicia la sinfonía (y que es la primera parte del tema principal de la obra).
El propio Richard Wagner, comparándola con la Séptima Sinfonía, señaló que "el poder no es tan sublime, aunque (plasma) la tragedia y la fuerza, y un vigor hercúleo, con los juegos y caprichos de un niño" característicos de Beethoven.
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