miércoles, 9 de febrero de 2022

La ópera ayudó a definir el desarrollo cultural del México independiente: Carlos Fernando Jurado



Por: Eleane Herrera Montejano

La Ópera mexicana se funde muy profundamente con nuestras raíces musicales. Tanto, que toda la tradición vocal y lirica del mariachi -como los boleros, la música tradicional y folclórica mexicana- se nutre de la ópera mexicana, que tiene raíces desde el siglo XIX, el primer siglo de vida independiente”, comenta Carlos Fernando Jurado en entrevista sobre los recitales que ofrecerá la compañía Ópera: Nuestra Herencia Olvidada (NHO), dedicada al rescate, difusión e interpretación de la ópera mexicana. El viernes 11 de febrero a las 20:00 horas, sábado 12, a las 19:00 y domingo 13 de febrero, a las 18:00 horas, en el Teatro Sergio Magaña, la soprano Ana Rosalía Ramos interpretará algunas arias inéditas que forman un collage de mujeres a través de la historia de la ópera en México, del siglo XIX al XX.

“En el ideario colectivo no solemos pensar a la ópera como algo cercano a la historia mexicana, ni a las costumbres o cultura de aquello que consideramos como México. Tiene muchos estereotipos de que es complicada, elitista, extranjera, de que no pertenece al pueblo mexicano. Sin embargo, algo muy interesante es que durante el primer siglo de vida independiente en México, la ópera fue el espectáculo que más profundamente definió la consolidación y desarrollo cultural de un país que estaba en vías de conformación”, dice Carlos Jurado.

Apunta que la ópera es antecesora de bandas musicales famosas en nuestro país. Por ejemplo, observa que en Oaxaca se utilizan clarinetes y violines, entre otros instrumentos que provienen de una tradición operística.

“Aparte de eso, cuestiones estructurales musicales un poco menos evidentes también se plasman: el son jarocho y huasteco tienen que ver con la estructura de la ópera italiana; así como muchas danzas y bailes populares se basan en una estructura rítmica, armónica y melódica de la ópera italiana”, afirma.

Explica que, en cuestiones técnicas, la ópera mexicana es aquella que ha sido creada en territorio nacional –“aún la ópera novohispana es mexicana en tanto define un territorio que actualmente es considerado mexicano”- . Detalla que a partir de las óperas francesas, italianas y alemanas, a finales de siglo XIX se comienzan a incorporar materiales folclóricos y autóctonos mexicanos para tratar, poco a poco, los temas y narrativas que nos importan como pueblo.

LA MUJER SEGÚN LOS COMPOSITORES.

Carlos Fernando Jurado informa que el programa “Ópera: Nuestra Herencia Olvidada” empieza con una historia totalmente italianizante y termina con otra totalmente distinta, que se nutre del realismo mágico de García Márquez y traza un arco bastante amplio del devenir de las historias que trataba la ópera mexicana.

“Es un collage de imágenes, todas hiladas por la mujer como protagonista, retratada en 10 escenas y 8 personajes distintos, todas a través de la voz de la soprano Ana Rosalía Ramos, bajo la dirección de Mayra Alba. Son 10 piezas, 8 arias de la ópera mexicana del siglo XIX al XXI, con dos pequeños interludios de piano”.

Admite que en el programa hay una sola compositora porque, “lamentablemente no hay una investigación tan exhaustiva” sobre compositoras de los últimos tres siglos. “Es algo que nos hace sentir un poco mal, pero está la compositora Guadalupe Olmedo de quien se interpreta la obra ‘Paráfrasis’ de Ildegonda”.

Carlos señala que a través de obras de compositores como Cenobio Paniagua; Daniel Catán; José F. Vásquez –entre otros- el espectáculo pretende abordar los diferentes conflictos de la mujer y cómo ha sido retratada en México durante los últimos siglos: “la manera de relacionarse con el mundo, los anhelos que tienen, su toma de decisiones, valor y valentía. Hacia el final de la obra se denota la transformación de la figura de la mujer a lo largo de los siglos en México. Las historias que tratan al final están mucho más encaminadas a una consecución de empoderamiento y libertad de la mujer”.

Considera que al hilar estas piezas se logra mostrar una transformación del carácter moral que se le adjudica a la mujer y en tanto que la mayoría de las obras son de compositores, solo retratan un carácter de musa. “Queremos verla como protagonista y que tome papel activo: se representa a las mujeres no solo como personajes, sino encarnadas en sus conflictos, cómo esos van cambiando y se ven personificados”.

ESTRENOS.

Uno de los aspectos a resaltar en las funciones que ofrecerá la compañía de Ópera NHO es que la mayoría de las piezas que se interpretarán son inéditas y no se han escuchado en más de 150 años.

“Varias tuvimos que rescatarlas de los fondos históricos y archivos de varias bibliotecas. El proceso es primero digitalizar estas piezas, transcribirlas y hacer un trabajo de edición mínimo que permita interpretarlas en escenario. Después de esto, sigue el estudio de las fuentes y contexto histórico de las obras que, al no haber sido interpretadas en más de 8 siglos son una responsabilidad y un placer de ser quienes la traen de nuevo a la vida”, indica Carlos.

Añade que a lo largo de 2 años han trabajado en poner en valor este repertorio lírico nacional que usualmente no se programa en nuestros teatros y casas de ópera. Para ello, han colaborado con investigadoras como Enid Negrete y procuran mantenerse en relación con musicólogos y personas expertas con quienes puedan intercambiar ideas e información.

“Hay mucho interés por promover la ópera mexicana y, sin duda, hay más interés en su investigación y documentación que en su interpretación. Por ello buscamos estar cerca de la academia y verter esa investigación en las interpretaciones. Procuramos romper este estigma de que si no eres investigador no puedes interpretar o viceversa. Al interpretar también abonamos información al escritorio y del escritorio se toman muchas cosas para llevar a la práctica”.

En ese sentido, este espectáculo incluye obras que habían estado en la mesa durante algunos años y se retoman, así como rescates propios que la compañía pone sobre la mesa después de una investigación de varios años, como es el caso del aria que abrirá el concierto, “Eccomi al fine”, de la ópera Leonora de Luis Baca; y del aria “Oh, mísera de mí” extraída de la ópera La Venta Encantada de Miguel Planas. “De Leonora no se había escuchado en su versión para orquesta y en su versión para piano basado en la orquesta hace 170 años; también de La Venta Encantada, de Miguel Planas, que retrata la historia de Don Quijote, se escuchó por primera vez en orquesta después de 150 años gracias a la Ópera: Nuestra Herencia Olvidada y también será la primera vez que se interpreta de forma presencial en la Ciudad de México”.

FUNCIONES.

El Teatro Sergio Magaña se ubica en la calle Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María La Ribera. Los boletos se pueden adquirir en la taquilla del teatro y en el sistema Ticketmaster. El aforo se mantiene al 75 por ciento y se atienden las medidas sanitarias: uso permanente de cubrebocas, toma de temperatura y aplicación de gel antibacterial.

Después de las funciones en CDMX, Ópera: Nuestra Herencia Olvidada llevará a Oaxaca una versión recital. Entre los próximos proyectos que anuncia Carlos Fernando Jurado, se encuentran la primera producción fonográfica de la compañía con grabaciones de Cenobio Paniagua, de quien se cumplen 200 años de nacimiento, así como la publicación de sus partituras hacia la segunda mitad de este año.  

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