Por: Roberto A. Valenciano Capín
En primer instancia, cuatro escuadras de luz delimitan el foro de este histórico espacio para la danza, el Teatro Marco Antonio Garfias de los Santos de difusión cultural Raúl Gamboa Cantón" del IPBA, al ser testigo de esta experiencia no solo visual, sino corporal a través del trabajo coreográfico “Source” propuesto por la compañía de danza contemporánea Physical Momentum, bajo la dirección de Francisco Córdova.
A partir de este dispositivo escénico lumínico que busca poetizar elementos que ya conocemos, "como hacer esta poiesis de estos elementos para poder sensibilizar otras maneras mucho más claras o sensibles en el espectador".
En donde seis creadores en escena habitan a través de no solo sus miradas entre los contrastes de luz, no solo se despliegan sino para metaforizarse bajo estas tentativas de comunión con la propia materia prima de la nuevas corporalidades, como es la improvisación, todo bajo la parte rectora de la misma que es la luz.
Es a partir de esta rectoría lumínica, que estas luces estroboscópicas, estas luces directas y este juego de luces transmutan esta somera fisicalidad no solo en bosquejos, sombras y lo que realmente es el comportamiento del cuerpo negro con el cuerpo presente fuera habitar este contexto visual, para así generar estos momentos poéticos, misteriosos, angustiantes y en momentos sin hacer desdén del lirismo, que se conjugan con esta limpieza visual que busca el creador, como también a través de una dramaturgia desde este contexto visual.
Del cuerpo a cuerpo.
Es decir, "la pieza habla sobre los ciclos circadianos de la luz, de como se comporta un cuerpo a través de las diversas atmósferas que el universo nos da desde la identidad de la luz, es decir, un cuerpo se comporta diferente con la luz de la mañana que con la luz de la tarde, que con un eclipse.
De hay que esta investigación tiene que ver con la física hacia como se comportan los seres, las entidades y cualquier cosa que utilicé partículas y átomos, en este caso el hombre, el cuerpo humano".
"Ya que el comportamiento de la luz nos lleva a muchas atmósferas de melancolía e inevitablemente llegamos como a lugares de soledad, unitarios del individuo de como habitar esos espacios".
De esta manera, ser también la primera construcción de una pieza guiada de improvisación refleja en escena sustentada bajo este lenguaje de improvisación, así como habitar estos lugares a través de estos dispositivos, en donde el cuerpo se vuelve secundario, no es la particularidad principal, "sino es como la habita, entonces el equipo que hay son improvisadores de mucho tiempo y de muchos estilos, justamente pueden entrar a investigar el dispositivo, no a investigar el cuerpo para hacer el dispositivo como muchas veces se construye".
De ahí que este sea un dispositivo que contrarreste estos procesos coreográficos establecidos y convencionales, "para hacer algo que me guste visualmente pero con la libertad de bailar de la manera que yo quiera, si conductas que rijan una estética sobre lo que la gente quiere ver, el 7-8 que en realidad es una cosa que quiero invitar a la gente con quien quisiera compartir y estar realmente hay, y que cada quien se mueva a su manera pero de forma guiada".
Así como reconoce Córdova que es un tanto complicado esta idea que fue trabajada por más de un año y medio para llegar a esta libertad, al afirmar que a pesar de que "si hay esta libertad muy increíble, pero es muy específica".
Como también refiere el coreógrafo que el arte de la improvisación también es muy difícil de acercar a un público que pueda degustar de una manera o muchas maneras las múltiples formas de habitado de la danza y de ese lenguaje, "más cuando ves una cosa coreografiada y que también es bellísimos y no estoy en contra de eso".
Como también es provocadora, " ya que la obra provoca por que también la luz es muy invasiva entonces el contexto de el cuerpo negro te habla del cuerpo al cuerpo circadiano tiene que ver con proyectar la luz hacia afuera, por eso la luz siempre esta en contra, las contraluces, lo obscuro, las sombras, ese cuerpo negro, las siluetas, en donde la gente trata de ver pero les aventamos la luz, realmente el contexto tiene que ver con eso, el primer representante o el primer intérprete más importante es la luz".
Una pieza que gracias el público potosino pudo degustar, gracias al talento de los creadores en escena: Paola Madrid, Irene Madrid, Alfonso Aguilar, Maximiliano Corrales, José Manuel Corral y Francisco Córdova en el proceso de dirección, diseño lumínico, así como en el concepto e idea de los dispositivos escénicos en conjunción de Raúl Mendoza de Estudio 8291.
Esta presentación forma parte del tour del 15 aniversario de la compañía y se realiza a través del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC).
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