sábado, 2 de abril de 2022

Buscan que altares en Callejón del Buche sean patrimonio cultural de SLP



La ciudad de San Luis Potosí tiene importantes atractivos turísticos religiosos en esta temporada, entre ellos la Procesión del Silencio y la pasión viviente en San Juan de Guadalupe, por lo que se ha consolidado un destino importante en este sector; sin embargo, en la capital potosina existen otras manifestaciones y tradiciones culturales religiosas en Semana Santa, que por sí mismas merecen especial mención y atención.

Tal es el caso de la tradicional colocación e instalación de los Altares de Dolores en diferentes colonias y puntos de la capital (se calculan cerca de 11,000 totales porque la Dirección de Cultura Municipal entrega esa cantidad de cromos religiosos a promotores y representantes de colonias y barrios); aunque el más antiguo es el que realizan vecinos del Callejón del Buche (calle Altamirano) en el Barrio de Santiago, una tradición popular y religiosa que se acerca a los 125 años de realizarse y en el que se colocan cerca de 400 altares.

La memoria colectiva indica que es una tradición de 125 años, en la que las familias y la ciudadanía en general se han apropiado de este evento, lo que ha dado como resultado el fomento y fortalecimiento de la identidad entre las y los potosinos, pues al tratarse de una actividad que evoca la memoria histórica local, promueve prácticas culturales comunitarias y convoca a la reflexión, cohesión y a la generosidad; toda vez que quien llega a pasar por ahí se le da agua de chía (lágrimas que derramó la virgen) y alimento que es elaborado por ellos.

La colocación e instalación de los Altares de Dolores es una actividad tradicional muy arraigada en la ciudad de San Luis Potosí que ha permitido tener armonía comunitaria e identidad entre la población, por lo que es primordial para la administración municipal preservar las diferentes tradiciones y manifestaciones durante la Semana Santa y durante todo el año, siendo que en los próximos días se busca que los Altares de Dolores de Callejón del Buche sean declarados Patrimonio Cultural de la Ciudad a través del Honorable Cabildo del Ayuntamiento de San Luis Potosí.

Los Altares de Dolores son colocados una semana antes del Viernes Santo, y aunque varían en su diseño, tamaño y estilo, contienen una combinación de elementos básicos que le dan un carácter altamente simbólico. Uno de ellos son las velas o ceras que se preparan para las fiestas de Semana Santa, teniendo cada una de ellas un significado especial, caracterizándose de manera general por la trasmisión de dicha tradición de generación en generación.

Existe todo un ritual para la preparación e instalación de las ceras, las cuales después de formar parte del Altar de Dolores deben esperar el Sábado de Gloria para ser encendidas y regresar a las respectivas casas el Domingo de Pascua. En algunos hogares las ceras se deshacen o desbaratan para ser guardadas hasta la próxima Cuaresma, se derriten las velas y así comenzar de nuevo el proceso de elaboración artesanal.

En lo individual y colectivo los Altares de Dolores se convierten en una muestra de arte visual, pues además de permitir al espectador acercarse y conocer la iconografía religiosa, en ellos se puede encontrar una combinación de diversas técnicas artísticas como lo son el papel picado, collage, pintura y objetos varios.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) establece que “el patrimonio cultural inmaterial es un nexo que enlaza los valores culturales tradicionales y los contemporáneos; es la expresión viva de tradiciones orales, habilidades artesanales, prácticas artísticas, sociales o rituales, saberes y competencias legados por las generaciones precedentes. En el contexto urbano, ese patrimonio vivo constituye una fuerza creadora que consolida y fortalece a las comunidades”.

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