domingo, 3 de abril de 2022

Una verdad inminente; Barro Rojo Arte Escénico festeja 40 años de trayectoria




Por: Virginia Bautista

Un trabajo íntimo sobre las emociones que el ser humano experimenta a lo largo de su vida sobre la muerte, la pérdida, el dolor, la despedida y el duelo. Esto recrea la coreografía Tratados sobre la muerte, con la que la compañía independiente Barro Rojo Arte Escénico festeja 40 años de trayectoria.

Con una duración de 50 minutos y creada y dirigida por Roberto Solís, esta obra es resultado del proceso de investigación de la maestría en Creación Artística del Centro Morelense de las Artes y se presenta hoy, a las 18:00 horas, en el Centro Nacional de las Artes.

La vida, la existencia y su contrapunto, una verdad inminente, la muerte. Heidegger plantea que cada acción contiene el riesgo de morir, deberíamos asumir la muerte para vivir en plenitud. Todo el tiempo que vivimos estamos muriendo, es un segundo menos de vida y un paso más hacia la muerte”.

De esta premisa parte Solís para dar vida a esta pieza en la que participan Paulina Juárez, Luisa Ocampo, Teseida Pimentel, María Clara Rivarola, Laura Vargas, Julio Hernández, César Zarco y Levi Yáñez como bailarín en formación. El diseño sonoro es de Solís, y la música de Susumu Yokota, Meredith Monk, Juan Pablo Villa y Jóhann Jóhannsson.

En estos dos años hemos tenido a la muerte más cercana que nunca y hemos tratado de abrazarnos porque no sabemos si será el último que nos damos”, ha dicho Solís.

De manera paralela a la función, en el vestíbulo del teatro se presentará la exposición Mirar sin tregua, que reúne fotografías de Emilio Sabín, en colaboración con el Cenidi-Danza José Limón.

Para esta celebración, la agrupación dirigida por Laura Rocha ha preparado un programa que “surge en un momento que sus integrantes consideran el futuro como reto, y el presente como fortaleza para encontrar todo aquello que la senda de la danza les depare”.




La aportación de Barro Rojo Arte Escénico a la danza contemporánea en México es innegable. “Sus trabajos se sustentan en la investigación experimental, teórica y hasta pedagógica; pero también en el teatro, la música, la plástica, la dimensión físico-atlética, las artes marciales, la tecnología, la poesía y la intuición”, detalla Rocha.

Aportadora de un “lenguaje contemporáneo, directo y conmovedor”, la compañía nació en 1982, en la Universidad Autónoma de Guerrero, y dos años después se trasladó a la Ciudad de México.

"No sólo se preocupa por llevar a escena obras con una estructura narrativa correcta y cuerpos bien formados que atrapen la vista del espectador; además, se plantea la posibilidad de ser portador de la realidad del país que habita. De esta forma pretende evidenciar que la danza, como el arte en general, también debe cumplir con una función social, añade la directora.

Destaca que “la compañía no huye a la realidad, sino que la expone, la evidencia, la convierte en un fenómeno estético con el fin de que un espectador al azar se sienta tocado y que, al mismo tiempo, se asuma como parte del proceso creativo, porque son él y su cotidianidad los protagonistas y coautores de la obra que observan desde las butacas.

"Queremos que el espectador se sienta identificado ante la exposición de situaciones complejas y habituales que dejan traslucir hechos de análoga gravedad ahora y hacia el futuro”, añade la timonel del grupo.

Barro Rojo celebró además sus cuatro décadas de vida con la obra Mextridente, dirigida y conceptualizada por Francisco Illescas, que se escenificó en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM.

De gran formato, la pieza muestra, a manera de viñetas de la lotería y a partir de cuadros independientes, el México contemporáneo y sus problemáticas: violencia, corrupción y feminicidios.

En palabras de los bailarines, la coreografía “somos todos y estamos presentes”.

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