martes, 28 de junio de 2022

Solicitan que el pulque sea patrimonio cultural de la CDMX

“La Raspa de Benito Abad”, de David Polo, 2019. Milpa Alta, Tierra del Pulque. David Polo/CEMCA

Por: Reyna Paz Avendaño

Tlachiqueros, antropólogos, biólogos y ciudadanos impulsan ante la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México el expediente para que el maguey, el pulque y las pulquerías sean declarados patrimonio cultural inmaterial y biocultural de la ciudad.

La justificación de esta solicitud es la protección de las pocas zonas rurales de la Ciudad de México en donde se siembra maguey, evitar que estas áreas sean reemplazadas por edificios y, por ende, impulsar la producción de dicha bebida prehispánica.

“Presentamos la solicitud en diciembre de 2018 y al año siguiente me pidieron una serie de firmas para que fuera aceptada. Así se hizo y me dijeron que se necesitaba un expediente para justificar la petición, se hizo la labor de investigación abordando el valor histórico, tradicional, religioso, gastronómico, cultural y artístico”, platica Emilio Valdovinos Nava, promotor de esta iniciativa.

Otro requisito de la Secretaría de Cultura local fue la existencia de un grupo de promotores involucrados, por lo que Valdovinos junto con investigadores, cocineras tradicionales y productores de aguamiel crearon la organización “Mappul: maguey, pulque y pulquerías”.

“Estamos por terminar el plan de salvaguarda que entregaremos a la Secretaría de Cultura. La entrega será en unos 10 días, después lo analizarán las autoridades, lo turnarán a una comisión y ésta dará el fallo. La comisión dictaminadora también la integra la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes de la Ciudad de México”, detalla Valdovinos Nava.


El cuero y el acocote", de David Polo. David Polo/CEMCA


La solicitud principal es que se proteja la siembra del maguey en las zonas rurales de la capital y que se ponga en valor la producción milenaria del pulque.

¿En qué alcaldías se siembra maguey?, se le pregunta. “Milpa Alta concentra el mayor cultivo, también hay en Xochimilco, Tláhuac, Cuajimalpa y Magdalena Contreras. Cuajimalpa tiene un reducto que es una zona muy envidiable comercialmente para las inmobiliarias. En Iztapalapa hay poca siembra, pero aún existe”, responde.

Muchos plantíos están cambiando por la cebada, añade. “En el caso de Milpa Alta está dando buen auge el nopal incluso para exportar, pero se está descuidando el maguey. Milpa Alta era una zona magueyera, había pulque por dondequiera, ahora es difícil encontrar lugares de venta de pulque, en el centro de la alcaldía ya nada más existe un expendio”.

Valdovinos Nava expresa que el pulque no sólo es una bebida, también es un alimento por las propiedades que contiene. “Según estudios de Chapingo, la UNAM, y el IPN es medicinal porque antiguamente se le llamaba la bebida madre en la cual se mezclaba con hierbas para curar ciertos padecimientos y para rituales ceremoniales”.

La penca del maguey sirve para hacer la barbacoa, la cutícula se usa para hacer mixiotes, la fibra para fabricar sandalias, blusas, camisas, zacates y las cuerdas de la charrería.

“Hay indicios de que antiguamente se comía el agave asado y se han encontrado raspadores de maguey, con los que se brota la miel, que datan de 5 mil años antes de nuestra era en Tula, Hidalgo”, destaca Valdovinos Nava.

Desde el arte, en Palacio Nacional se encuentra un mural de Diego Rivera donde está el tlachiquero, se llama “El amate y el maguey” (1951); y en el Museo Nacional de Arte se resguarda el óleo “El descubrimiento del pulque” (1869), de José María Obregón.


     "El amate y el maguey", de Diego Rivera.


¿Existen pulquerías históricas?, se le pregunta. “Las pulquerías tradicionales están escasas por eso pugnamos por su rescate. La pulquería tradicional inicia desde su decorado con papel picado, tienen molcajete con salsa y tortillas como botana, un altar religioso, una barra y la canaleta al pie para lavar”, responde.

Por ejemplo, añade, la pulquería “Las licuadoras” ya desapareció a pesar de que ahí convivieron luchadores, políticos y artistas. “La Reyna Xóchitl y La Gloria, ubicadas en Iztapalapa, tienen cien años de vida”, indica.

Por último, el promotor comenta que este jueves 30 de junio al mediodía en la estación del Metro Centro Médico, en su conexión de la línea café y verde, se instalará una exposición sobre el oficio del tlachiquero.

Suma de esfuerzos

Mariana Rosales Izquierdo, cocinera tradicional, es otra promovente de la solicitud de declaratoria, ella difunde la gastronomía del maguey. Otro integrante del consejo consultivo es Francisco Chávez, productor de aguamiel en Tláhuac, quien impulsa la reforestación en la Sierra Catarina donde el maguey se ha perdido por incendios forestales.

Itzel Patricia Fajardo, otra promotora, menciona que en Santa Fe existía una magueyera que fue destruida por edificios, proceso que los tlachiqueros observan naturales como parte de la urbanización de las áreas rurales.


Imagen tomada del archivo histórico del CEMCA. Santa Ana, Tlacotenco, Milpa Alta, 1972. CEMCA

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