jueves, 28 de julio de 2022

“Se sigue debiendo muchísimo a la inclusión y a la cultura”: Adriana Barraza

La actriz recibió la Medalla Filmoteca de la UNAM y La Cruz de Plata del GIFF. Foto EE: Ricardo Quiroga.


Por: Ricardo Quiroga

Este fin de semana, el foco de conversación en el arranque de la edición 25 del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF) se enfatizó en una persona y en un tema.

La persona, la actriz Adriana Barraza, quien fue objeto del Homenaje Nacional en ocasión de sus 50 años de carrera, y quien, por méritos a los que pocas personas son capaces de acceder, fue investida con la Medalla de la Filmoteca de la UNAM y la Cruz de Plata del encuentro fílmico.

Y el tema en cuestión fue la violencia de género, un tópico que se nos desborda y para el que es necesario abrir espacios en los foros culturales. En esta ocasión, la indignación fue por el feminicidio de la activista, madre y cuidadora de un niño con autismo Luz Raquel Padilla, a quien el fin de semana pasado le fue arrebatada la vida por las graves quemaduras causadas después de que un grupo de personas le roció alcohol y le prendió fuego cerca de su casa, en Zapopan, Jalisco.

Maestra de histriones

Siempre dispuesta a colaborar, Barraza tuvo una agenda por demás activa durante los primeros dos días del encuentro en su primera sede, en León, Guanajuato. Se apersonó en la inauguración de la edición de plata para ser premiada y un día más tarde ofreció una clase magistral rebosante de frases coloquialmente llamadas como matonas; se trasladó a distintos sitios para presentar películas que son parte del ciclo como homenajeada, entre ellas “Babel” (2006) y “Bingo Hell” (2021) y se mostró dispuesta para una serie interminable de entrevistas con la prensa que solicitó hablar con ella.

En su clase magistral, Barraza habló sobre el oficio creativo, la violencia de género y las oportunidades a futuro del cine, incluyendo, grosso modo, la deuda por la representación y desde los recursos públicos hacia los sectores creativos.

En este conversatorio con la periodista Columba Vértiz, la también directora de escena regaló una serie de declaraciones que dignificaron el título de clase magistral, no por nada ha sido maestra de generaciones de actores y actrices y es fundadora de una de las escuelas de actuación en español de mayor prestigio en Estados Unidos, el Adriana Barraza Acting Studio.

“Nada más peligroso que un adolescente sin rumbo”; “definiría la actuación como el evento de poder escucharse uno al otro arriba del escenario, no solo con los oídos sino saber qué le pasa al de enfrente para poder comunicarnos, y solo entonces se dé el argumento dramático”; “la bendición de ser maestra es que te vez obligada a hacer investigación constante”, fueron algunas de sus consignas.

Pero, sobre todo destaca una dicha hacia el final de su presentación: “mis clases son muy intensas, la verdad. Recuerdo que una vez una alumna me dijo: ‘¡ay, maestra, es que para usted todo es de vida o muerte’. Le dije: ‘la actuación es un asunto de vida o muerte, porque el personaje está en esa urgencia, aunque solamente se le haya perdido su perrito, porque para esa persona perder a su ser amado es un asunto de vida o muerte”.

Las deudas que nos atañen

Un día más tarde, en conversación con este diario, Barraza abrió el intercambio expresando su indignación por el caso de la activista Luz Raquel Padilla. “Es que es una situación inhumana, tiene que caer todo el peso de la ley para las personas que hicieron este acto deleznable. No puedo imaginarme a una persona siendo violentada porque su hijo tiene una condición. Es realmente espantoso lo que nos está sucediendo como sociedad”.

Abogó por el recambio definitivo de la visión primordial del cine, sin importar su geografía, a otro que definitivamente irrumpa en la diversidad sin timidez ni obligación de cuota, “que se hable del autismo en nuestras películas y en nuestras conferencias”, ejemplificó a propósito de la coyuntura, “para entender que no le debemos de tener miedo a la diferencia. Porque la información hace que las personas empiecen a identificarse en la diversidad y terminen con ese miedo violento”.

¿Considera que el cine le sigue debiendo a la inclusión?

“Absolutamente el cine le sigue debiendo a la inclusión. Espero que haya cineastas que puedan tocar los temas no como una cereza, sino con mucho más arrojo”, respondió amplió que en ese sentido no hay que pensar que industrias como la de Hollywood están sacrificando popularidad por credibilidad, porque “no hay sacrificio cuando se trata de una deuda histórica”.

Se le preguntó su lectura sobre la cultura en manos de la presente administración federal. Y Barraza respondió, a propósito de representar:

“La representación y proyección de nosotros como mexicanos en el extranjero es sumamente importante. Festivales como este (el GIFF), como el de Guadalajara y el de Morelia nos habilitan para competir en el panorama mundial, pero si se terminan las ayudas, los subsidios, que no son regalos sino inversiones para nuestra cultura, esto se marchita. Con apoyos se gesta una industria que a la par puede traer economía al país. Yo pediría que la cantidad de recursos para las expresiones culturales, sin importar de cuál se trate, se incrementen si se han reducido o se restituyan para las disciplinas en las que fueron eliminadas. Se sigue debiendo muchísimo a la cultura”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario