jueves, 8 de septiembre de 2022

En políticas culturales, ¿dónde se encuentra América Latina?

En México destaca el pago en efectivo, del que Vicente Rojo fue pionero (su obra "México bajo la lluvia", en la imagen), pero hay un rezago en las políticas hacia el sector editorial. Foto EE: Archivo


Por Ricardo Quiroga

México destaca en iniciativas como el programa Pago en Espie y la Ley General de Derechos Culturales, pero carece de políticas para el sector editorial y de promoción del mecenazgo, como se puede comparar en el Atlas de Política Cultural para el Desarrollo Sostenible de los británicos. Concejo.

“Aún es necesario trabajar para descentralizar, para traer participación, en el diseño, incluyendo la implementación de políticas culturales hacia estados y regiones no consideradas hasta ahora”, Andrea Villers, directora de contenidos de Aura Cultura.

¿Cuáles son las tendencias de las políticas culturales en América Latina y el Caribe? ¿Cuáles de ellos tienen una visión de desarrollo sostenible? ¿Y qué malos hábitos persisten en la región en materia pública?

Para sugerir respuestas a estas preguntas, el British Council México presentó este miércoles el Atlas de Políticas Culturales para el Desarrollo Sostenible, un esfuerzo en alianza con la consultora mexicana Aura Cultura, que presenta un estado de la cuestión sobre la gestión de políticas públicas en materia de cultura en la región.

Este documento se presenta como parte del trabajo que servirá de base para la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (Mondiacult 2022), que se realizará en nuestro país del 28 al 30 de septiembre, pero también como el gran necesario comenzar a medir la gestión y el impacto de la cultura para una toma de decisiones más efectiva basada en los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.

Con 125 páginas de contenido, el Atlas enumera y agrupa las políticas públicas existentes en los países de la región a partir de su clasificación en 13 categorías, entre ellas Políticas Económicas, Tributarias, de Marketing, de Participación Ciudadana, de Innovación Tecnológica, de Propiedad Intelectual, de Mecenazgo y de Emergencia. De esta forma, la clasificación permite a los tomadores de decisiones conocer lo que se hace o deja de hacer en cada país y, en su caso, aprobar las buenas prácticas de los Estados hermanos.

México en el Atlas

Por ejemplo, en materia tributaria destaca el programa Pago en Especie, un sistema prácticamente único en la región implementado en México desde 1994 y mediante el cual las autoridades pueden exonerar total o parcialmente de las obligaciones tributarias a los creadores con la adquisición de su obra plástica, lo que a su vez permite el enriquecimiento de las colecciones públicas.

Sin embargo, en materia de tributación de la actividad editorial, nuestro país se encuentra superado por legislaciones como la peruana y la colombiana. En Perú, la Ley que Reconoce y Fomenta el Derecho a la Lectura y Fomenta el Libro, implementada en 2020, eximió a las empresas de venta de libros del impuesto general por un período de tres años, mientras que desde 1993, la Ley del Libro en Colombia exonera de rentas y complementos. impuestos a las empresas del sector editorial establecidas en ese país, así como toda importación de papeles y materias primas para la actividad editorial.

Por el contrario, en México, en materia fiscal, no se han implementado políticas públicas para favorecer la publicación.

En el aspecto educativo, países como Argentina, Cuba, Colombia y Perú han establecido políticas de formación educativa, educación pública y certificación de conocimientos tradicionales, mientras que México no aparece en este ámbito. En él tampoco aparece el mecenazgo, aunque en los últimos años han sido varias las voces que señalan la importancia de legislar en este sentido.

La clasificación donde se destaca nuestro país es en la mención a la Ley General de Derechos Culturales, creada en 2017 tras la integración de la Secretaría de Cultura, como legislación que por primera vez, al menos en el papel, consagra y garantiza el derecho de acceso universal a la cultura para toda la población.

Políticas que no están en la lista

Dentro de varios rubros faltan menciones a las políticas públicas implementadas en el país, más allá de la percepción de su efectividad o falta de efectividad.

Por ejemplo, en la sección de Protección y salvaguardia del patrimonio no se incluyó la Ley Federal de Zonas y Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos, creada en 1978 y con la última reforma en 2018, que regula y protege el patrimonio nacional, establece la obligación de sus propietarios para conservarlo y dicta las normas para su restauración, demolición o reconstrucción.

En Comercialización no se mencionó al Fondo Nacional de Fomento de las Artesanías (Fonart), el fideicomiso del gobierno federal que promueve la actividad artesanal del país y genera una economía comercial en torno a ella. Tampoco se menciona en el apartado de Propiedad Intelectual de la Ley Federal del Derecho de Autor creada en 1996 y reformada en 2020.

“Hace falta más voluntad política”: Aura Cultura

No obstante lo anterior, la Directora de las Artes del British Council en México, María García Holley, enfatizó que finalmente este Atlas debe tener el carácter de un documento vivo que se verá enriquecido y complementado a partir de esta primera versión. Dio paso a una serie de especialistas culturales de Colombia, Brasil, Perú y México, quienes vertieron sus opiniones sobre el estudio.

Descentralizar, implementar herramientas de medición, asumir la responsabilidad por la sostenibilidad ambiental y la precariedad laboral en cultura, y la incorporación de tecnologías en el trabajo cultural desde las políticas públicas fueron los principales temas que se destacaron en el conversatorio de presentación.

Andrea Villers, directora de Contenidos de la consultora Aura Cultura, estimó que, si bien el enfoque de derechos culturales ha comenzado a predominar en las políticas de la región y cada vez se incorporan más instrumentos normativos en ese sentido, "la garantía de estos derechos se da de manera muy desigual y se necesita más voluntad política para hacerlos efectivos".

Otro de los desafíos aún sin resolver, se señaló, es la mala costumbre de cambiar de gobierno por la transitoriedad de las políticas públicas, por muy buenas que hayan sido estas en la administración saliente: el borrador y cuenta nueva con cada gobierno entrante o la recorte en la asignación de presupuestos anuales que impiden la fecundidad de políticas efectivas.

Al respecto, el especialista de Aura Cultura señaló que “para evitarlo, es necesario implementar métricas e indicadores que midan el desempeño de las políticas y programas, de modo que se puedan sentar las bases para promover la continuidad. Por otro lado, si la población no tiene estos datos, tampoco tiene las herramientas para exigir continuidad”.

Luz Medina, representante del gobierno de Bogotá, coincidió en que el desarrollo de sistemas de medición, con indicadores del impacto de la cultura, es fundamental para implementar, pero también para sostener y/o modificar políticas basadas en evidencia.

Medina agregó que un paso importante para la supervivencia de las políticas a pesar de los cambios de gobierno tiene que ver con la apropiación social de las políticas culturales, es decir, la capacidad de adhesión ciudadana podría garantizar su continuidad. “Una vez muy consolidados, es muy difícil echarlos atrás”.

Buenas prácticas que se destacan de México:

Programa de Pago en Efectivo, de Hacienda

Ley General de Derechos Culturales

Consejo de Diplomacia Cultural

Pólizas faltantes en México:

Políticas fiscales para la cadena editorial

Legislación de una ley federal de patrocinio.

Consulta el Atlas de Políticas Culturales para el Desarrollo Sostenible en el enlace: 

https://www.britishcouncil.org.mx/sites/default/files/atlas_mondiacult_260822.pdf


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