Por: Fabio Agrana
Ciudad de Panamá (EFE).- «Al final, no solo es montar una coreografía, un proyecto, lo que hay es un cambio de ideas, un cambio de mentalidad, de cómo se ve la vida desde una perspectiva y desde otra», comenta a Efe el coreógrafo español Fernando Hurtado sobre un montaje que prepara para un festival de danza en Panamá con jóvenes en riesgo social.
Es así que para Hurtado, nacido en Málaga en 1966, el resultado «relativamente es lo de menos (…) lo que es importante es todo el proceso de creación, de diálogo, de entendimiento».
Pero también influye todo el proceso de la danza y el empezar a conocer y escuchar el cuerpo, eso, admite, le cambió su «forma de pensar y de ver la vida», y es, dice, lo primero que le insiste al grupo de 12 jóvenes adolescentes de entre 14 y 17 años, que le han asignado para montar una pieza de 25 minutos sobre el drama de los refugiados y desplazados.
«Les hablo desde ese punto de vista, de que la mente tiene que ser fuerte, hay una cuestión en la mente que si te escuchas y tu mente está clara debes intentar escuchar tu cuerpo y dominarlo en cierta medida, o sea tú eres el timón un poco de todo», afirmó el coreógrafo español Fernando Hurtado.
«De ahí empezamos a trabajar el movimiento, pero si no hay esa conciencia, el movimiento será cualquier cosa, y siempre les digo que no hagan cualquier cosa, cualquier cosa no sirve. Tiene que ser algo que tú sientas que funciona», remarcó
El director, bailarín y coreógrafo malagueño ha sido invitado por el Programa Enlaces de la Fundación Espacio Creativo (FEC), con el apoyo del Programa Iberescena, para una residencia artística de creación con jóvenes de comunidades vulnerables que se presentaron a una audición.
El resultado de esta residencia se presentará el 9 de octubre en el marco de la décimo primera edición del Festival Internacional de Danza de Panamá (Prisma), que se celebrará en teatros y espacios alternativos del 7 al 16 de octubre próximo.
Montaje y rutina de ejercicios
Hurtado, con cerca de 23 años de experiencia en la danza, los mismos que está próximo a cumplir su compañía homónima, trabaja intensamente en una pieza que le ha encargado Enlaces, que estrenará el 9 de octubre próximo del festival Prisma.
Se trata de una pieza de danza de 25 minutos, titulada «Que nadie nos vea llorar», trabajada, según señaló, «a partir de la idea de los refugiados (…) nos estamos metiendo un poco en el terreno de la pérdida (porque) un refugiado, al final, tiene que salir de su lugar y perder muchas cosas».
Explica en ese sentido que le interesa más «el concepto de la pérdida (emocional) y de la carga (física)», ya que, dijo, «cuando pierdes algo al mismo tiempo tienes que cargar con algo».
Con gusto confiesa que ha sido un trabajo bastante intenso y de varias semanas, que será puesto en escena delante del público.
El trabajo pasa por una rutina de ejercicios de calentamiento de entre 20 a 25 minutos, seis días a la semana, para fortalecer el cuerpo, la mente y la confianza y sentido de equipo, dentro de una sesión general de más de 2 horas.
«Estamos calentando para que el cuerpo esté mínimamente preparado para la coreografía que vamos a hacer, marcando el material coreográfico (solos, perfomances)», indicó.
En una de estas sesiones, bajo el influjo de la música del pianista ruso Sviatoslav Richter (1915-1997), los 12 adolescentes, o en grupos de 6, se movían de un lado a otro del entablado buscando estar en contacto entre ellos o con un líder visible.
Arte para salvar vidas
Con 25 espectáculos montados por su compañía hasta la fecha, y unos 20 más para otras agrupaciones en Europa, Centro y Suramérica, es un firme convencido de que el arte ayuda y contribuye a salvar vidas.
Reconoce que esa máxima la ha aprendido en Panamá con el Programa Enlaces, porque lo ha constatado con «chicos y chicas que venían de lugares problemáticos, y ahora, a través de la danza y el arte están con becas y bailando profesionalmente (en Europa), o casi se pueden dedicar (ya) a bailar profesionalmente».
«El proyecto (de Enlaces) los ha sacado de estos lugares para darle oportunidades…y de verdad creo que es salvar vidas, porque al final está dando oportunidades que quizá sin esto no podrían» hacerlo, expresó Hurtado.
El coreógrafo español Fernando Hurtado habla con jóvenes durante un ensayo, en Ciudad de Panamá. EFE/Carlos Lemos
Enlaces es una propuesta preventiva dirigida a niños, niñas y adolescentes de comunidades vulnerables de la Ciudad de Panamá que utiliza la danza como herramienta de cambio personal y social, buscando crear una cultura de paz, destaca un desplegable de la ONG.
Con el apoyo la Acnur, Enlaces trabaja en la integración de niños panameños y refugiados de Centroamérica, Venezuela y Colombia, con la premisa de que la amistad protege.
El FEC también tiene el Programa Sanbox que integra las artes y las tecnologías, a fin de capacitar y aumentar las posibilidades de jóvenes en riesgo social de inclusión en el mercado laboral.
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