sábado, 26 de noviembre de 2022

Ilustradores mexicanos y árabes se juntan en un libro e intercambian mitos y colores

Ilustraciones de Amanda Mijangos para Las ovejas, de Micaela Chirif. Editorial Limonero, Argentina, 2020. Foto cortesía de la dibujante


Por: Mónica Mateos  Vega 

Ilustradores mexicanos y árabes se reúnen en las páginas del libro Cuentos populares reinventados (Folktales Reimagined) para intercambiar colores, imágenes, sensaciones y reinterpretar tanto las historias del desierto como los mitos de nuestro país.

Se trata de un proyecto editorial de la UAE Board on Books for Young People, coordinado por IBBY Emiratos Árabes Unidos e IBBY México, para celebrar la presencia del emirato árabe Sharjah como invitado de honor en la edición 36 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

El volumen se presentará en el encuentro librero que comienza el 26 de noviembre. Los artistas nacionales seleccionados son Valeria Gallo, Guillermo de Gante, Juan Gedovius, Armando Fonseca y Amanda Mijangos, los dos últimos recién galardonados en la Sharjah Children’s Book Illustration Exhibition, la exposición internacional de libros ilustrados para niños más importante del mundo árabe.

Fonseca obtuvo el primer lugar por su trabajo en Una luz inesperada, de José Saramago (del que se presentó una reseña en estas páginas el 19 de enero de este año), mientras Mijangos fue reconocida con el segundo lugar por sus ilustraciones para Las ovejas, texto de Micaela Chirif, editado en 2020 por Limonero (Argentina).

En ese libro, las autoras plantean a los pequeños lectores: “¿Sabes qué cuentan las ovejas para dormir? Flores. Un girasol, dos rosas, tres geranios, cuatro jazmines y así. También cuentan cuentos sobre rinocerontes, aviones, arcoíris… y otras ovejas que viven muy lejos”.

Participar en Folktales Reimagined “fue una experiencia muy interesante, porque a los mexicanos nos pidieron ilustrar mitos, leyendas o historias populares de los Emiratos Árabes, y viceversa”, detalló Amanda en entrevista con La Jornada; “por ejemplo, me tocó el cuento de un titán o gigante que se llama Shanaq Bin Anaq, que vive en el principio de los tiempos y recorre los pueblos para robar agua y comida, pero no porque sea malo, sino sólo porque tiene hambre. Al final, las personas se juntan para ponerse de acuerdo y que deje de robarse sus recursos. El titán muere y se transforma en una especie de isla o monte.

“A Armando le tocó dibujar a un personaje que es como una mancha, porque el relato nunca menciona que tiene rostro; es una oscuridad que se come a los niños que roban dátiles. Al final, todos los participantes nos dimos cuenta de que no obstante pertenecer a dos regiones del mundo tan diferentes, ambas culturas tienen sus mitos fundacionales. Fue más que nada un encuentro en el que cada uno trató de identificarse con los textos del otro.”

Todo se trata de diálogo

Mijangos, arquitecta de formación, se dedica a la ilustración desde hace 11 años, a partir de aquel día en que se enamoró del oficio al asistir al diplomado que imparte Gerardo Suzán en la Academia de San Carlos (como parte del programa de Educación Continua de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México).

“Si bien me tomó bastante tiempo conseguir la primera chamba, el primer libro en el que trabajé de ilustradora, es uno que todavía redita Santillana, El sueño de una alubia, poema del escritor argentino Eduardo Carrera, en el que habla de cómo crece un frijolito.

“La ilustración es una mezcla de trabajo, perseverancia o necedad, según como se vea, y hasta cierto punto suerte, porque confluyen la búsqueda de intereses personales y coincidir con quienes puedes ir profundizando en el oficio”, consideró.

Añadió que hacer ilustración se trata, sobre todo, “de diálogo, en particular con quienes tienen los mismos intereses. Es una fortuna cuando eso pasa, porque nos permite expandir inquietudes y dudas, así como llegar a respuestas o soluciones a las que no llegaríamos normalmente por nuestra cuenta, o nos tomaría más tiempo.

“Los reconocimientos o la posibilidad de realizar proyectos fuera del país son fruto de la perseverancia y de atreverse. La confianza se va ganando conforme vamos teniendo más experiencia. Todavía recuerdo el miedo que al principio me daba enviar mi portafolio; ahora he aprendido que los ‘no’ son mucho más comunes que los ‘sí’, y eso no demerita mis habilidades. Hay que aprender a identificar y potenciar nuestras fortalezas, en lugar de necear con algo en lo que no está nuestra mirada ni nuestros intereses.”

En la Sharjah Children’s Book Illustration Exhibition el tercer lugar fue para la ucrania Romana Romanyshyn, y fueron seleccionados para conformar un catálogo de ilustradores los mexicanos Estelí Meza, Isabel Gómez Guízar, Santiago Solís, Rosana Meza Zamudio, Alberto Badillo Cruz y Mariana Alcántara Pedraza.

El libro Cuentos populares reinventados se presentará en la FIL Guadalajara el 28 de noviembre a las 17 horas en el pabellón de Sharjah; el 2 de diciembre a las 11:15 de la mañana habrá una mesa de diálogo sobre el proyecto Folktales Reimagine.

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