Por: Viridiana Contreras
Los arquitectos e investigadores Felipe Orensanz y Rodrigo Durán se cuestionaban sobre la forma de hacer vivienda en México, sus problemáticas y carencias de buenos proyectos en la actualidad. Sin embargo, en esas conversaciones siempre terminaban adentrándose en lo que ellos consideran un buen proyecto y plan de vivienda: la Unidad Independencia.
Sus inquietudes e investigaciones quedaron plasmados en su libro Ciudad Independencia. Seguro Social. La zona habitacional fue inaugurada en 1960 y era “una de las obras emblemáticas de la modernidad no solo en México, sino en Latinoamérica”, explica Rodrigo Durán.
El proyecto era tan novedoso, que en la visita del presidente estadunidense John F. Kennedy a México, expresó: “He visto en muchos lugares viviendas construidas bajo la influencia del Estado, pero nunca había visto un proyecto gubernamental que tuviera fuentes y estatuas y pasto y árboles, los cuales son tan importantes para el concepto de la vivienda como el propio techo”.
Su importancia
Habría que situarse en México entre los años 50 y 60, en un contexto, dicen los especialistas, en el que la política, la cultura, la historia y la economía eran muy distintas y se entendía a la vivienda desde una visión más integral.
“No creo que haya otro proyecto en México que se compare: tenía un deportivo de primer nivel con cancha de futbol, alberca, gimnasio, una plaza cívica, un teatro, un cine, escuelas primarias, guarderías, comercios, supermercado, la Clínica 22; tuvo en su momento hasta un zoológico y talleres de artes y oficios; la vivienda era vista como un sistema que incluía estos elementos, además, cabe destacar que 67 por ciento del terreno eran áreas verdes y todo estaba salpicado con obras de Francisco Eppens, Federico Cantú y Luis Ortiz Monasterio”, agrega Durán.
Muchos cuestionamientos rondan. ¿Si es un proyecto que resultó ser exitoso, por qué no se siguió construyendo de esa forma? “En su momento no creo que hayan sabido lo bueno que fue o que pudo haber sido, con los años y el cambio del sistema socioeconómico al cual nos movimos, del Estado benefactor, que fue el que construyó la Unidad a través del IMSS, a nuestros tiempos, lo que pasó es que se dejó de ver a la vivienda como un derecho, como parte de un proceso que acompaña nuestras vidas y cambió la visión y la concepción de ésta para ser un producto de mercado”, contesta Felipe Orensanz.
En el libro se indaga sobre políticas de vivienda, se muestran imágenes históricas y actuales de la Unidad Independencia, planos, documentos y los tipos de vivienda (casas, departamentos, torres) que fueron construidos por arquitectos tan solo en un año.
A través del tiempo
¿Qué pasó a través de la historia con la vivienda?, comenta Orensanz: “La Unidad Independencia es uno de los últimos proyectos de una cierta era: no hay que olvidar que unos años después, en el 68, el país cambió radicalmente y en los principios de los 70 se creó el Infonavit y el Fovissste, que vinieron a robustecer la producción de políticas habitacionales y de vivienda, en un país que ha cambiado muchísimo”.
En los años 70, agrega, “México estaba pasando por el pico de la explosión demográfica, entonces hubo una serie de prioridades mucho más cuantitativas que cualitativas; una necesidad de construir mucha vivienda de manera rápida, y de pronto uno de los aciertos cualitativos de la Unidad Independencia pasó a segundo plano”.
Para ambos arquitectos e investigadores, la Unidad Independencia deja para el análisis los elementos que se pueden retomar en estos tiempos: entender que cuando se hace vivienda va más allá de hacer casas o departamentos, porque todo ello implica pensar en infraestructura, equipamiento, áreas verdes y espacios públicos._
El Plan nacional de vivienda
Actualmente, “el nuevo Plan Nacional de Vivienda 2019-2024, en el párrafo introductorio, menciona a la Unidad Independencia junto con el Centro Urbano Presidente Alemán y el Conjunto Tlatelolco, como tres proyectos en los que se hacía vivienda de otra manera y que había un compromiso”, resalta Felipe Orensanz.
Agrega Rodrigo Durán: “Por el momento es prematuro hacer algún análisis porque estamos a mitad de un sexenio y necesitamos un poco de distancia para saber en qué dirección se terminaron de mover las políticas habitaciones; evidentemente están cambiando las cosas y hay un replanteamiento en las últimas décadas”.
Viridiana Contreras. Reportera y coeditora. Licencia en Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón (UNAM). Doce años en el periodismo cultural.
viridiana.contreras@milenio.com
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