sábado, 15 de abril de 2023

“Nos hundimos en miedo, rabia, intolerancia y polarización”: Luis de Tavira



Por: José Juan de Ávila

Luis de Tavira trajo desde Alemania Furor, una obra que desató polémica en los teatros europeos donde se ha presentado desde que Lutz Hübner y Sarah Nemitz la estrenaron en 2018, aunque la pareja de dramaturgos bien la pudo haber concebido en México, donde –dice el director de escena– “nos hundimos en el miedo, la rabia, la intolerancia y la polarización que imposibilita el diálogo”.

La obra causa también furor en De Tavira cuando conversa en entrevista sobre este drama en torno al político Heiko Braubach (Juan Carlos Vives), un candidato a alcalde que atropella a un joven drogadicto a quien deja inválido y a cuya madre, la enfermera y trabajadora social Nele Siebold (Stefanie Weiss), ofrece ayuda, pero termina chantajeado por un sobrino troll de redes sociales, Jerome (Rodrigo Virago).

Por ello, De Tavira llama a debatir con ideas esa crisis en la que, como sociedad, el mundo y México están atrapados.

“Furor es una obra reciente que lleva al escenario el debate de una actualidad devastadora. Reúne a dos de los más importantes dramaturgos de hoy, cada uno con sus propios estilo, trayectoria, preocupaciones, que convergen para escribir una obra sobre la crisis de civilidad que vivimos en el mundo, no solo vigente en Europa o Alemania, sino que podemos reconocer muy claramente en nuestra sociedad y nuestra crisis (México)”, refiere De Tavira sobre el montaje de 25 Producción, con vestuario de Jerildy Bosch, escenografía e iluminación de Jesús Hernández y sonido de Rodrigo Espinosa.

El “thriller”, concebido por Hübner y Nemitz y traducido por De Tavira y Weiss, se estrenó en breve temporada en noviembre pasado en el Teatro de las Artes, y tendrá funciones de jueves a domingo del 13 de abril al 14 de mayo, en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, en Chapultepec.

Microcosmos escénico

Para De Tavira, que viene también de encarnar La última cinta de Krapp, de Samuel Beckett, Heiko Braubach es una persona, más allá de un personaje, que está viviendo un conflicto interno confrontado al conflicto externo que supone su condición como político justo cuando aspira a ser electo alcalde.

“Un buen día, le sucede un accidente que reúne a los tres personajes que intervienen en la obra; es decir, irrumpe la tragedia en un acontecimiento que sucede todos los días en todas las ciudades y que se convierte para nosotros en una cifra que significa muy poco, pero que detrás está escondiendo una tragedia que destruye vidas y que pone en conflicto toda una visión de propuesta de proyecto social que queda totalmente cuestionado, sometido a un debate furioso. Por eso se llama Furor, porque esto sucede en un ámbito donde hay rabia en la sociedad, algo que no funciona, que no puede seguir así”.

Dice que, independiente a la tragedia personal y familiar, Furor permite al público asomarse desde ese microcosmos escénico a la enorme complejidad de la crisis global, que abarca muchas dimensiones.

“Desde la drogadicción de la juventud (Enno), desde el desamparo y la soledad de una madre soltera (Nele) que tiene que desvivirse trabajando para apenas sostener su hogar, que es a la vez una trabajadora social. Y un muchacho (Jerome) que ha interrumpido sus estudios y sus posibilidades en el más absoluto escepticismo, que es un habitante de las redes sociales, pero también un esclavo laboral de una repartidora de paquetes, que no tiene horario ni prestaciones y que, en medio de eso, va acumulando odio. De pronto, una noche, este político (Braubach) vuelve a su casa conduciendo su automóvil, y se le atraviesa un muchacho drogado al que atropella y deja inválido”, reseña De Tavira.

“El político se detiene, incluso salva la vida al joven, pero la tragedia también se convierte en un escándalo en los medios, por ser quien es aquél. Y viene todo el manejo que se da a lo sucedido. Hay una investigación del ministerio público, un peritaje que determina que este hombre no tuvo la culpa. Y hay un manejo de la prensa, en el que se ve de inmediato la mano de los que conducen las campañas electorales para no solamente no perjudicar al candidato, sino que le favorezca en la campaña política. Pero, hay mucho escepticismo, y en las redes no se ve así, comienzan a cuestionar, hay una investigación paralela, que no coincide con el peritaje . Y, en medio de eso, unas vidas deshechas”.

Pensé que íbamos a hablar de la obra Furor, pero usted está hablando de México.

Exactamente. Estamos hablando de México. Estamos hablando de algo que sucede aquí todos los días y de una crisis en la que estamos atrapados y frente a la que es necesario pensar. Me interesa esta obra porque plantea un debate de las ideas, porque plantea unas preguntas que a todos nos atañen y que nos hacemos, y cuyas respuestas se nos escapan mientras nos hundimos en el miedo, o en la rabia o en la intolerancia, o en la polarización de la sociedad, que imposibilita cualquier diálogo. Un escepticismo muy grande hacia el ejercicio democrático, por un lado, pero, por otro lado, no hay otra propuesta.

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