Con funciones de danza, talleres, de títeres, conversatorios, la clausura simbólica de la Secretaría de Cultura, así como un acto en memoria por el primer aniversario luctuoso del Mtro, coreógrafo bailarín Arturo Garrido Puga, es como concluyeron las actividades de la XI edición del Encuentro Fronteras en Tránsito.
El detonante de esta clausura simbólica de la Secretaría de Cultura potosina es exigir estas mejoras tanto laborables, seguridad social y trato digno para la comunidad artística potosina.
Ya que "bailaremos hasta que la dignidad se haga costumbre", refrenda la Mtra. Alejandra Mendoza.
Para después movilizarse artistas y amigos hasta la Guarida del Coyote, para dirigirse al monumento a la madre, para disfrutar de las propuestas dancísticas de Barro Rojo con dos potentes coreografías: 40 y Uno/ Epifanía- de Miguel Gamio, que se presenta por primera vez en esta capital potosina.
Una coreografía que tiene como detonador dar voz a las mujeres presas políticas que han sido injustificadamente encerradas.
"Más que visualizar a las mujeres, es más bien exponer la situación de una mujer en encierro y lo que le va en vivir en un espacio reducido, y que al final del día, aunque no lo logra, lo que logra es poder entender que es merecedora de la libertad aunque no la tenga físicamente", refiere Gamio entorno a la obra.
y - No hay modo ( no hay modo forma de decirlo) de Miguel Gamio y Laura Rocha.
Una obra que fue creada para el Encuentro Nacional de Danza que no solo apela a "estas desapariciones forzadas sino a este peregrinar heroico de las madres que buscan a sus hijos: vivos o muertos. Una pieza política en la época actual, con una estructura sólida, para tejer en unidad los recursos dancísticos, la palabra y el teatro", como muy bien lo apunta, el crítico escénico, Juan Hernández.
Destaca que el simple hecho de ver a la maestra Laura Rocha en escena, no solo es emocionarte sino, " es algo que todas las personas deberían de experimentar ".
Para cerrar este acto in memoriam con una de esta prolífica producción coreográfica del Mtro. Arturo Garrido, - El ritual de la ponzoña-.
Una obra vital, que sin más incide en esta permanente y mediata pulsación que vivimos, al partir sobre un tema bajo la impronta de la violencia, de este ritual en que el oprimido conduce las riendas de un proceso ineludible, para así retratar con gran oficio y puntualidad temas sustanciales como son la migración, la marginación, los sueños quebrantados, la vulnerabilidad, vacuidad cuantificable del comercio, gracias a la pulcritud y potenciado con un lenguaje conciso, como esta puntual conciencia corporal sumada a la acción bailada de estos jóvenes bailarines que concluyen con este audillo que lo rememora y así se da por concluído este Encuentro Fronteras en Tránsito.
La Guarida del Coyote fue el punto de reunión para recordar al Mtro. Garrido al congregar a los maestros, amigos y compañeros en el danzar: Laura Rocha, Serafín Aponte, Alejandra Mendoza, Eréndira Rodriguez y Jorge Izquierdo que forman y formarán parte de Barro Rojo. Arte escénico. Un colectivo que día a día se construye a sí mismo como sujeto liberador. La relación con su trabajo es vivencial y emocional. La emulación interna y externa.
Al recordarlo el maestro, investigador y amigo, Javier Contreras Villaseñor, por tener "una personalidad moviente y generosa, como fue implacablemente congruente".
"Lo primero que me sorprende es el paso del tiempo, me sorprende de que ha pasado un año de que el Mtro. Arturo Garrido ya no este con nosotros. Lo que nos invoca es la incertidumbre de saber que futuro le depara a un proyecto como proyecto Coyote que tiene por supuesto un grupo de personas que comparten la ideología del maestro, y que están dispuestos a darle continuidad a este proyecto a lado de la Mtra. Alejandra-Mendoza- en un país en donde todavía es mucho más complicado darle visibilidad a su ideología, su pensamiento, su danza", comenta el bailarín y coreógrafo de Barro Rojo, Miguel Gamio.
Para Victor A. García-Mata "platicar con él, era una invitación a la memoria, además un adelantado a su tiempo, desde hace mucho el ya hablaba de los recursos naturales, de los pueblos originarios, de los sectores marginados. Arturo hizo de la danza un espacio filosófico, militante. Estableció un diálogo entre la escena y los problemas sociales, forjó una ética con el compromiso con el arte y de igual manera, en su misión pedagógica. Arturo no solamente era un maestro, formaba espíritus".
Es así como se unieron funciones de danza, títeres, de cine, conversatorios que conformaron esta XI edición del Encuentro Fronteras en Tránsito, in memoriam al Mtro. Arturo Garrido Puga.
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