Por: Antimio Cruz
Cómo parte de las celebraciones del Día Nacional de Francia, este 14 de julio, el gobierno de ese país otorgó la Medalla insignia de Caballero del Mérito Agrícola a la chef zapoteca Abigail Mendoza Ruiz, originaria de Teotitlán del Valle, Oaxaca, y quien en 2010 fue una de las representantes de México que postuló a la comida de este país como Patrimonio de la Humanidad ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Recibir la Orden al Mérito Agrícola, de la República de Francia, es un reconocimiento de muy alto nivel que se otorga desde 1883 a quienes han realizado aportaciones relevantes a la agricultura, la seguridad alimentaria y la cultura gastronómica del mundo; por ejemplo, se le ha otorgado al chef Noël Robuchon, quien ha sido distinguido con una estrella Michelin por la alta calidad de su cocina y por su compromiso social. También la ha recibido el Rey Carlos III, de Reino Unido, por su defensa a la agroecología a nivel internacional, cuando era Príncipe de Gales.
FRATERNIDAD CON MÉXICO
El embajador francés en México, Jean Pierre Asvazadourian, explicó que la decisión de reconocer a Abigail Mendoza con la Orden del Mérito Agrícola se fundamentó en la labor que ella ha hecho para defender al maíz como base de la dieta de los mexicanos; así como en su trabajo para rescatar recetas milenarias que ha presentado en diferentes países y su aportación para hermanar culturas como la mexicana y la francesa a través de los alimentos.
“Desde niña aprendió, con su madre, el arte de la cocina tradicional zapoteca y técnicas como la nixtamalización del maíz o la molienda de los moles. A los 15 años ya cocinaba a diario y comenzó a interesarse en platillos más sofisticados, como los platillos de fiesta: el mole rojo, el mole prehispánico y los pipianes. A partir de ahí dedicó toda su vida a preservar y difundir sus raíces culturales y gastronómicas milenarias, a través de la cocina, publicando libros. En 2010 fue decisiva al reconocimiento por la UNESCO de la cocina tradicional mexicana como patrimonio cultural, inmaterial, de la humanidad, que es un reconocimiento que une a Francia y México”, expresó ayer el embajador Asvazadourian, en la ceremonia de reconocimiento realizada en la Ciudad de México, donde estuvo presente la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.
Una de las ideas que se repitió en los diferentes discursos, en el Día Nacional de Francia, es la necesidad de apreciar el valor de la autenticidad, la diversidad y la resistencia ante los intentos de hacer uniforme la experiencia humana.
Al agradecer el reconocimiento, ante unos 500 invitados de Francia, México y diferentes representantes diplomáticos, Abigail Mendoza habló en zapoteco y en español para decir que el reconocimiento al Mérito Agrícola que el gobierno francés le dio no lo recibió ella sola “lo recibe todo México y su cocina, así como todo lo que está pasando en la gastronomía de este país”.
Como representante del gobierno mexicano en la ceremonia, la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, compartió una reflexión en voz alta sobre las similitudes entre la cultura francesa y la cultura zapoteca, a las que llamó cultura de la resistencia y de las semillas que hay en los valores que ambas comparten y que permiten mirar con optimismo el futuro de cada una.
“La fuerza más profunda de las culturas de México radica en la comunidad o la comunalidad, como le dicen en Oaxaca. Es ahí donde resisten y germinan los ideales que nos unen; la resistencia por la justicia, la resistencia por el bien común. El reconocimiento que se hace hoy también es un reconocimiento a tantas culturas que han resistido embates de discriminación, de racismo, de clasismo y que siguen vivas. Todos nos necesitamos, somos una enorme comunidad. Ahí está la enseñanza”, dijo Alejandra Frausto.
El Día Nacional de Francia promueve la fraternidad intercultural
Recibir un reconocimiento en el Día Nacional de Francia también tiene un significado mayor pues esa fiesta gira en torno a tres grandes valores humanistas: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Cada 14 de julio, Francia celebra su Día Nacional para recordar dos hechos históricos centrales en la construcción de su sociedad: la toma de la Bastilla, que simboliza el inicio de la Revolución francesa y el fin de la monarquía despótica, en 1789, y Fiesta de la Federación, que se celebró en 1790 para recordar que toda Francia se asociaba en torno a un proyecto común.
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