Por: Octavio Gómez Milián
La vida del legendario cantautor chileno Víctor Jara, la historia de una eternidad escrita por Mario Amorós sobre uno de los símbolos fundamentales de libertad en el Siglo XX.
Qué: Libro (Ediciones B)
Víctor Jara, cantautor y activista, mártir del compromiso cívico, recibe la investigación exhaustiva del escritor y periodista Mario Amorós que revisa todos los archivos disponibles en países como Chile, Cuba, Perú y España, además de aportar un buen número de datos inéditos para entender la figura del compositor chileno. Una obra magna e imprescindible que nos lleva desde la infancia del artista, en el Chile más humilde y rural, donde la influencia de su madre, Amanda –cuya labor seminal para dar a conocer la música los campesinos– fue básica en la construcción de la personalidad del compositor, pasando por su adolescencia en Los Nogales, cerca de Santiago de Chile.
Amorós recorre los días en el servicio militar, en el seminario católico y la presencia del teatro en la formación artística del joven Jara, primero como miembro del grupo de teatro de vanguardia existente en la Universidad de Chile y su salto a la dirección teatral, quizá uno de los pasajes menos conocidos de su biografía. El amor por Joan Turner, su vida familiar y la explosión como intérprete solista en los distintos escenarios del país andino.
Popularidad que alcanzó su cénit con en su militancia comunista, en su apoyo a la Unidad Popular del presidente Salvador Allende y el abismo de los días posteriores al golpe de Estado de Pinochet. Utilizando los cientos de hojas que forman parte del proceso judicial y la instrucción que acompañaron sus últimas horas, detenido y torturado hasta el momento de su asesinato como represalia y ejemplo para la población chilena. Cincuenta años han transcurrido desde aquel crimen y el mundo, en especial la sociedad del país andino, sigue estremeciéndose ante semejante ataque a los derechos más básicos de la humanidad. Por lo menos sus canciones y su memoria siguen vivas y la obra de Mario Amorós es uno de los pilares de ese recuerdo.
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