Reúnen en formato económico las siete novelas sobre el personaje Maqroll el Gaviero
Por: Virginia Bautista
“No lo olvido. Siempre lo tengo presente. Y lo envidio”. Así evocó el escritor colombiano Álvaro Mutis (1923-2013), un mes antes de su muerte, a su emblemático personaje Maqroll el Gaviero, que creó hace 60 años.
En una entrevista con Excélsior, publicada el pasado 25 de agosto, el día que cumplió 90 años, el Premio Cervantes 2001 confesó que la tristeza que le provocaba su enfermedad—murió el 22 de septiembre— se le olvidaba recordando las aventuras del navegante que nunca temió al naufragio.
El marinero que aparece por primera vez en el poema Oración de Maqroll, incluido en el libro Los elementos del desastre (1953), “vivió” largos años en la mente y el corazón de Mutis y lo fascinó a tal grado que le dedicó una saga de siete novelas, la primera publicada en 1986 y la última en 1993. Todas escritas en México, país en el que Mutis se estableció desde 1956.
Considerado el alter ego del poeta colombiano, Maqroll conduce al lector hacia puertos, mares y lugares recónditos, en busca de ese paraíso perdido que nunca encontrará. Su existencia encuentra significado en el riesgo, en el contrabando y la tragedia, en los amores transitorios e imposibles, en el naufragio.
Hijo de un diplomático, Mutis vivió en Bélgica nueve años y, durante las vacaciones, regresaba cada año a Colombia, a la finca cafetalera y cañera de su abuelo materno. Se dice que su fascinación por el mar, los barcos y los viajes tiene origen en esos desplazamientos.
A iniciativa del propio autor, su agente literaria Carmen Balcells buscó revalorar al entrañable personaje a través de la edición de las siete novelas juntas en dos volúmenes, bajo el título de Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero. Versión que en 2007 se publicó en un formato más popular, en el sello Debolsillo.
Ahora, detalla Cristóbal Pera, director de Penguin Random House, se acaba de reimprimir la caja con los dos tomos que integran La nieve del almirante (1986), Ilona llega con la lluvia (1988), Un bel morir (1989) y La última escala del Tramp Steamer (1989), en el primero; y Amirbar (1990), Abdul Bashur, soñador de navíos (1991) y Tríptico de mar y tierra (1993), en el segundo.
“El objetivo era reunir su obra ordenada por el propio autor en pocos libros que le dieran un sentido final y en un formato económico que llegara a la mayor cantidad de lectores posibles”, comenta Pera.
“El resto de sus cuentos, comenzando por el primero que escribió en México, Diario de Lecumberri, los congregó bajo el título Relatos de mar y tierra. Y, finalmente, su poesía reunida se publicó en el volumen Summa de Maqroll el Gaviero”, añade.
El editor define a Maqroll como “un hombre de mar, contrabandista, filósofo, amante y aventurero. Nos atrae por su inasibilidad, su libertad esencial, su curiosidad inmensa. No se deja cercar por la geografía, por los sentimientos ni por las ideas”.
Y piensa que Mutis le dedicó más de una década de escritura porque “esencialmente fue un poeta y encontró en este personaje la forma de seguir escribiendo con hondura poética sobre lo más profundo de sí mismo, a través de las historias de un hombre que miraba el mundo desde la gavia de un barco. Como hacen los buenos poetas”.
Sin embargo, Pera admite que el Gaviero debería ser más conocido por los lectores iberoamericanos. “Pero, al mismo tiempo, siempre he pensado que hay personajes como Maqroll que sólo aceptan lectores muy exigentes”.
Epílogo de García Márquez
En dos tomos de formato pequeño, de 458 y 455 páginas, respectivamente, contenidos en una caja con el mar oscuro de fondo, la edición de Debolsillo de Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero posee un epílogo del Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, amigo cercano de Mutis.
Gabo termina este texto, leído en el homenaje que le hicieron a su colega y paisano cuando cumplió 70 años, de esta manera: “Basta leer una sola página de cualquiera de ellos (los libros) para entenderlo todo: la obra completa de Mutis, su vida misma, son las de un vidente que sabe a ciencia cierta que nunca volveremos a encontrar el paraíso perdido. Es decir: Maqroll no es sólo él, como con facilidad se dice. Maqroll somos todos”.
En la contraportada de la caja, el poeta uruguayo Mario Benedetti apunta: “Mutis inventa a Maqroll el Gaviero como García Márquez a Macondo, Onetti a Santa María, Rulfo a Comala. Maqroll es también una región de lo imaginario, aunque creada mediante un habilísimo montaje de pequeñas y grandes realidades”.
Por su parte, el investigador Pedro Serrano hace una comparación entre el Gaviero y el ganador de los premios Príncipe de Asturias de las Letras y Reina Sofía de Poesía 1997.
“Mutis, que es por supuesto Maqroll, un nombre inventado o evocado, una implosión humana semejante a la de Meursault, el extranjero de Camus, es también un personaje salido de los cuadros de Botero: de rostro sonrosado, sonrisa franca y desfachatez al cinto; es decir, de la historia física y moral de Colombia, de su geografía, de su violencia, de su picaresca, de su alimentación exuberante y la desgarrada recurrencia de sus guerras”.
Cristóbal Pera, quien destaca que el sello Penguin Random House ha editado las obras completas de Álvaro Mutis en formato de bolsillo, adelanta que acaban de publicar una nueva edición del libro titulado El reino que estaba para mí. Conversaciones con Álvaro Mutis, de Fernando Quiroz, el novelista y periodista colombiano que hace 20 años pasó unas semanas con Mutis y su esposa Carmen en México, entrevistándolo.
“Es un libro que, sin proponérselo, se convierte en las memorias imprescindibles para los lectores de la obra de Mutis, y en el que pueden explorar qué tanto de gaviero tuvo el poeta”, concluye.
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