Por: Antimio Cruz
La libertad para generar saber y la importancia de democratizar el acceso a ese conocimiento para todas las personas interesadas, sin importar si estudia o no en una universidad o academia, son dos de las contribuciones fundamentales que ha hecho El Colegio Nacional para ayudar a que México ingrese en la modernidad.
Así lo reflexionó, en voz alta, el Subsecretario de Educación Superior, de la Secretaría de Educación Pública Federal, Francisco Luciano Concheiro Bórquez, al inaugurar formalmente las celebraciones por el 80 aniversario de El Colegio Nacional, órgano que fue creado para reunir a las mentes más brillantes del país y comprometerlos a difundir sus conocimientos al público general, por medio de libros y conferencias. Es así como inició la octava edición del Encuentro Libertad por el saber bajo el tema “El Colegio Nacional, 80 años en la construcción del México moderno”.
Las personas más jóvenes de México y todas las mentes curiosas de todos los países tienen que saber que El Colegio Nacional ha sido el foro donde se han encontrado y dialogado formalmente quienes, en su momento, han sido considerados los sabios vivos de México. Han formado parte de esa institución las tres personas de nacionalidad mexicana que han ganado el Premio Nobel; el jurista y diplomático Alfonso García Robles, el poeta y ensayista Octavio Paz y el químico Mario Molina. Pero la lista de los 121 compatriotas que han integrado sus filas es mucho más vasta.
La celebración es importante desde el punto de vista de la experiencia humana vivida y ejercida desde México, pues cuando se revisa el listado de nombres de los miembros de El Colegio Nacional aparecen muchos de quienes han fortalecido, con creación, descubrimientos y pensamiento crítico, a la historia mexicana de los siglos XX y XXI. Un breve repaso incluye al filósofo José Vasconcelos; a los pintores Diego Rivera, José Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y Vicente Rojo; a las arqueólogas Beatriz de la Fuente y Linda Manzanilla; al arquitecto Teodoro González de León; al físico Marcos Moshinsky; a la psicóloga María Elena Medina Mora; al arqueólogo Alfonso Caso; al compositor Mario Lavista; al historiador Miguel León Portilla; a los médicos Ruy Pérez Tamayo y Guillermo Soberón, y al economista Jesús Silva Herzog; entre el nutrido conjunto de mentes brillantes.
CONTRA HEGEMONÍAS
El subsecretario Luciano Concheiro, quien acudió en representación del Gobierno de la República, habló sobre el peligro de que el conocimiento se vuelva una forma de imponer un cierto tipo de relaciones de poder que invisibilice otras formas de pensar “a través de la organización de la forma hegemónica del saber”.
Por esta razón, el funcionario federal dijo que “en la modernidad, desgraciadamente, el conocimiento no es para todos y todas” y que “es en ese sentido que, tener una institución para la difusión del conocimiento, para todas y todos es fundamental. De ahí la importancia de democratizar el conocimiento y ponerlo al alcance de las y los mexicanos; no como un bien individual sino como un bien común que refiere, no tanto al estatus, prestigio o rendimiento económico como regla general, sino al bienestar de aquellos que se acercan a ese conocimiento. Me parece que ahí está el gran acierto de El Colegio Nacional”, dijo Concheiro, quien es economista, doctor en Desarrollo Rural y quien –más allá de su actual cargo público— ha sido profesor durante 40 años en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La ceremonia de apertura fue encabezada por el Presidente en turno de El Colegio, el doctor José Sarukhán, reconocido biólogo, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y único mexicano que ha ganado el Premio Tyler, considerado internacionalmente como el Premio Nobel del Medio Ambiente. Él estuvo acompañado en el presídium por tres destacados miembros de El Colegio Nacional (ECN) que fueron los encargados de coordinar el programa de celebraciones: el médico Julio Frenk, la bióloga Julia Carabias y el poeta y ensayista Vicente Quirarte.
“Esta semana de celebraciones está integrada por una larga lista de más de 20 actividades, que están diseñadas para atender un aspecto importante: revisar el papel que los miembros de El Colegio, desde su inicio, han jugado y siguen jugando ahora en la construcción del México actual y, en especial, en la construcción de instituciones que son particularmente importantes para el desarrollo sano, fuerte, potente de este país”, indicó Sarukhán, en la primera intervención de la jornada.
El doctor Julio Frenk, experto en salud pública, actual rector de la Universidad de Miami, ex Secretario de Salud y ex Director del Instituto Nacional de Salud Pública de México, dijo que uno de los vehículos torales mediante los cuales El Colegio Nacional ha aportado a la construcción del México moderno es mediante el desarrollo de instituciones, porque “las instituciones son esenciales para la vida de una nación, pues son la bisagra entre los individuos y el cuerpo social. Son construcciones humanas, casi siempre de interés público, que dan estructura, estabilidad y certeza a las relaciones entre las personas”.
Los colegiados Julia Carabias y Vicente Quirarte presentaron un análisis detallado del tejido de conferencias que se presentarán para todo el público que acuda de manera presencial o virtual, sobre temas como ciencias relacionadas con el medio ambiente, humanidades, historia, matemáticas, arquitectura, astronomía, químicas, geociencias, derecho, educación, creación de instituciones, entre otros temas.
HISTORIA DE PRECURSORES
En la primera conferencia del ciclo de aniversario, el historiador Javier Garciadiego, miembro de El Colegio, hizo una recapitulación detallada de las dificultades que experimentó ECN en sus primeros años de funcionamiento, para poder integrar a sus primeros integrantes. Durante muchos años sólo fueron quince miembros, pues era difícil encontrar los perfiles que representaran a todas las disciplinas de interés, y además era difícil conseguir el voto a favor de dos terceras partes de los miembros vigentes, para incorporar a nuevos integrantes.
Las primeras tres décadas hubo muchas dificultades y ajustes para establecer las normas internas de ingreso, renuncia y actividades comprometidas.
El primero en haber sido invitado y renunciar al cargo fue el pintor Gerardo Murillo, conocido como el Dr Atl, quien fue seleccionado para sustituir a José Clemente Orozco, pero prefirió separarse de El Colegio, por supuestos problemas de salud, pero explicando en privado su dificultad para relacionarse con grupos, debido a su talante solitario.
Grandes mentes, como el poeta Octavio Paz, fueron propuestos dos veces, sin ser admitidos, antes de que convertirse en miembros formales. Otras mentes brillantes, como el sociólogo Pablo González Casanova, no fueron admitidos por ser muy jóvenes, a pesar de que ya tenía 40 años y había escrito libros trascendentales; mientras que otros, como el etnohistoriador Wigberto Jiménez Moreno tampoco pudo ingresar por haber sido considerado como una persona de edad demasiado avanzada para realizar las actividades de educación y divulgación que exige ECN, aunque apenas estaba por cumplir 60 años.
Javier Garciadiego habló de algunos nombres muy destacados de la cultura nacional, pero no lograron el número necesario de votos aprobatorios para ingresar a El Colegio Nacional, como el periodista y promotor cultural Fernando Benítez, el filósofo Leopoldo Zea o el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez.
UNA SEMANA DE ACTIVIDADES.
Este aniversario estará construido con un programa de una semana de conferencias, en dos sesiones diarias, en la sede de ECN, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, acompañadas de conciertos y una exposición.
Ayer, también se presentó una conferencia de la compositora y miembro de El Colegio Nacional, Gabriela Ortiz, y la compositora Ana Alonso Minutti, sobre las contribuciones de los miembros de El Colegio en la música. Después de presentó el concierto Herencias, a cargo del pianista Santiago Piñeirúa y posteriormente se inauguró la exposición curada por el arquitecto y colegiado Felipe Leal, la cual lleva por nombre De la enseñanza a El Colegio, la cual se construyó en torno a la historia del edificio sede de El Colegio Nacional en la Calle Donceles.
En estas jornadas de trabajo y revisión se revisarán aportaciones mexicanas, de importancia internacional, a las humanidades y las ciencias.
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