Por: Juan Carlos Talavera
Aunque Roberto Fernández Balbuena salvó de la destrucción cerca de 600 obras maestras de artistas como El Greco, Velázquez y Goya, durante la dictadura franquista, su nombre se ha diluido en las páginas de la historia y hoy pocos conocen su labor como artífice de la protección y conservación del patrimonio artístico e histórico español, durante la Guerra Civil, tras rescatar y depositar dichas piezas en la fortaleza Torres de Serranos, del siglo XIV, que tenía muros de tres metros de espesor y cuyas bóvedas fueron reforzadas.
Así lo relata en entrevista Elvira Fernández Gascón en el libro El Prado en peligro, publicado por editorial Turner, con el que busca recuperar el nombre del artista, promotor cultural y protector cultural que se exilió en México y a la postre se convirtió en amigo de Juan José Arreola y de Juan Rulfo.
“El problema (de este olvido) se debió a la política de Francisco Franco durante los 40 años de su dictadura. Durante todo ese tiempo se negó y se silenció obstinadamente la labor de Fernández Balbuena y de toda la Junta de Protección del tesoro artístico. Los franquistas, en voz del intelectual Eugenio d’Ors, dijeron que todas las obras de arte se habían salvado de la destrucción gracias a la Divina Providencia, pero nunca reconocieron la labor de Fernández Balbuena”, lamenta.
Sin embargo, apunta Elvira Fernández, “entre 1936 y 1939 las tropas franquistas bombardearon Madrid, apoyadas por los batallones de Hitler y Mussolini, y en aquel momento eran destruidos a diario cerca de 250 edificios.
“El 16 de noviembre de 1936 el Museo del Prado fue objeto de un bombardeo franquista, en el cual cayeron nueve bombas incendiarias en sus techumbres”. Al parecer se trató de una bomba de 200 kilos que cayó a escasos 60 metros del sótano de La Rotonda, en donde se resguardaban los cuadros más valiosos de El Prado y otras colecciones particulares.
Fernández Balbuena recordaba que cuando empacaron y trasladaron Las meninas, de Velázquez, subieron (el cuadro) al camión, pero al llegar al puente de Arganda no pudieron atravesarlo, así que bajaron la pieza para pasarla a pie y la montaron al camión para llevarla a Valencia. “Se sabe que los camiones iban a 30 kilómetros por hora, con las luces apagadas y acompañados por miembros del ejército republicano”, describe.
Y en estos recorridos se sumaron muchas piezas que hoy son emblemáticas como: La riña en la venta nueva, La boda, La era y El juego de pelota a pala de Francisco de Goya, y El martirio de san Mauricio, de El Greco.
“Muchas piezas tuvieron que ser desmontadas de sus marcos y enrolladas en cilindros de madera para sacarlos de la capital, así que ésa fue la verdadera lucha. Todos esos personajes que decidieron quedarse bajo las bombas, durante aquellos tres años en Madrid, deberían ser considerados como verdaderos héroes”, asevera.
De acuerdo con las cifras recuperadas por Elvira Fernández, hija del artista, Roberto Fernández y al menos 100 republicanos voluntarios, recuperaron, para marzo de 1938, 20 mil cuadros, 12 mil esculturas, 2 mil muebles y cerca de un millón de libros y manuscritos, así como 24 archivos eclesiásticos, 22 archivos parroquiales y tapices.
Una vez terminada su labor, Fernández Balbuena fue enviado al extranjero para difundir la labor de la Junta de Madrid y a Nueva York fue enviado como comisario de la Exposición Universal. Después trabajaría en París con los enviados del presidente Lázaro Cárdenas para organizar el traslado de los refugiados españoles a México y el 6 de mayo de 1939 partió rumbo a México junto con 16 miembros de la Junta de Cultura Española.
“Lo bonito es que Juan José Arreola, que después fue uno de sus grandes amigos, le ayudó a rentar su primer departamento, dando clases de dibujo y de pintura y como arquitecto”, apunta.
Elvira Fernández recuerda que 16 pinturas de Fernández Balbuena permanecen en el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid. “El tiempo que le dedicó a la pintura fue en España, durante sólo 15 años, debido a que su padre lo obligó a estudiar arquitectura y no Bellas Artes como él quería”. Pese a todo dejó más de 30 pinturas como Retrato de una rubia, Desnudo y libros y Mesa de café, entre muchas más.
TÍTULO: El Prado en peligro
AUTORA: Elvira Fernández Gascón
Editorial: Turner, México, 2023; 206 pp.
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