Guadalupe Salazar Vázquez, el último de los Cardencheros de Sapioriz. (Rolando Riestra)
Por: Lilia Ovalle
El viernes 17 de noviembre don Guadalupe Salazar Vázquez, el último de los Cardencheros de Sapioriz, recibió la presea Lerdo de Tejada que lo condecora como ciudadano distinguido de Lerdo, al considerar la contribución que ha realizado a su ciudad como artista, es decir, como cantante, pero también como artesano que trabaja con fibras vegetales y maderas.
En entrevista exclusiva para MILENIO, Don Lupe habló de su trayectoria de vida y como artista. Pero también de los abusos que él y sus compañeros, ya fallecidos, sufrieron a costa de la ambición que genera en algunas personas el Canto Cardenche. Así refiere el intento de apropiación de los logros de la agrupación, las percepciones económicas y hasta del reconocimiento social.
Luego de recibir la presea que le entregó el alcalde Homero Martínez y que lo hizo Ciudadano Distinguido en el 129 aniversario de Lerdo, externó su agradecimiento a las personas que confiaron en su trabajo.
¿Qué representa este reconocimiento a su persona?
Mire, para mí representa un orgullo por lo que ya he hecho, pero también un orgullo porque quiero que mis hijos y mi familia vayan pensando ser así como yo fui; que ellos le hagan la lucha de seguir pa’que lleguen a viejos. Ya les dije, mi orgullo es éste, que ya llegué a donde llegué pero por los comportamientos, porque no me gusta portarme mal con nadie y me gusta vivir la vida como debe de ser. Yo les digo: Ustedes agarren la onda y váyanse pensando de que yo llegué a esta edad por eso, y quiero que ustedes agarren ese rollo.
Es una vida sencilla pero correcta
Lo que se puede.
Don Lupe llegó a la ceremonia de premiación con su ropa pulcra, sin caer en la tentación de ponerse ropa especial, como todos los que acudieron a recibir una presea.
Lo vemos ahora mismo porque se alejó del convencionalismo y no vino de traje, y no vino siendo una persona que no es.
Yo duré muchos años en esto, cantando y en presentaciones y todo eso, y nunca me gustó… porque me decían: Vamos a hacer un traje como los conjuntos. Y les decía yo: ¿Para qué? Vale más ser como somos y es más bonito ser como somos. Y a veces (me decían): Píntese el pelo, papá. Por qué me lo voy a pintar si es que, es lo natural, que sepan que ya llegué a viejo.
Sí, y con una trayectoria exitosa.
Gracias a dios que yo, no sé por qué aprendí a hacer muchas cosas y eso fue lo que me hizo llegar a donde estoy.
Se le hace el reconocimiento como el último Cardenchero, como cantante pero también como artesano.
Sí, es que yo aprendí a hacer cosas de artesanía y como ya no tengo trabajo, estoy ahí, nada más en mi casa, no tengo a veces qué hacer. Me pongo y hago cositas, unos cristitos, yo no sé si los ha visto, unas iglesitas y otras cosas que se me ocurren y le regalo a las personas que van y me dicen: ¿Qué, véndame? Y yo les digo: Llévenselo. Pero es mi orgullo que sepan que yo aprendí otras cosas más anteriores. ¿Yo no sé si conoció usted las bateas?
Sí. Yo quiero una.
Pos me han encargado muchas pero ya no hay permisos de cortar palos en el río, y pos ya no he podido hacerlas.
¿De qué madera son, Don Lupe?
De álamo pero ya no se puede porque ya no dan permiso; hacía los lavaderos también de madera de álamo, yo los hacía porque en aquel tiempo todas las mujeres iban a lavar al río o al canal con su lavadero de madera y pues yo me alivianaba y vendía.
Al recordar que sus manos producían esos artefactos que han quedado en el pasado, Don Lupe se echó a reír porque ciertamente algunas prendas delicadas podrán seguir lavándose a mano, pero ahora las mujeres, con múltiples tareas, toman la ropa y programan la lavadora para avanzar con otras labores.
Todo el día vi lo que realizan en Culturas Populares, y hacen un esfuerzo tremendo por la recuperación de la memoria de las regiones.
¿Qué significa para usted el ver que muchas de las tradiciones de La Laguna de Durango están en peligro de extinción?
Pues ya se acabaron muchas. Por ejemplo, ahí en Sapioriz cuando yo era niño aprendí a cantar en la pastorela y fue donde también los señores que eran pastores decían: Vénte a cantar con nosotros, vénte a cantar cardenche, y yo les respondía: No, esas canciones están refeas, no queríamos.
Pero siempre anduve en esas tradiciones y les platico yo que para el día de San Juan todos los jóvenes salíamos a caballo, en burro o hasta a pie al río, y todo el día nos andábamos paseando, y también era una tradición se acabó. Se han acabado muchas tradiciones.
La artesanía y el propio canto están en peligro.
-Sí, ya está en peligro porque, ahora que se acabaron mis compañeros… porque también hago poemas, ¿si sabe?
Sí
Yo hice un poema dedicado a ellos, a Los Cardencheros y donde empieza:
Soy Cardenchero ya retirada
de aquella fama ya me olvidé
sólo un recuerdo en mí se ha quedado
lo que era el grupo al cielo se fue
Ese es el comienzo pero se la mandé a Juan Pablo Villa a México porque me pidió la poesía esa y él la grabó con piano y se la pidieron para una película y ya la registró; me dijo que ya nos van a dar una feriecita y ya va a quedar registrada a nombre de los dos. Pues yo le hago la lucha por todos lados pero porque no tengo más qué hacer.
Bueno, esperemos que efectivamente llegue esa lanita porque mucha gente luego lucra
Sí, me han dicho y lo he visto porque me está pasando ahorita, nomás que no quiero decir… Mis hijas: ¡Ey, ya lo transearon! Déjenlos, al cabo dios me ayuda de todos modos. A veces me transean con algo que nos dan y se lo quedan ellos, y dios me sigue ayudando. Yo creo que mi dios ayuda más que al que no roba.
Recientemente subieron a redes sociales una foto donde están al lado de Lenny Kravitz. ¿Qué le representa por ejemplo ese tipo de imágenes circulando por la red?
¿En un lado de qué?
De Lenny Kravitz, el cantante americano.
Mire, pos es lo que le digo que no quiero decir pero Higinio, ¿sí conoce a Higinio?
Sí
Él nos tuvo jalando por dos años a los tres Cardencheros y estuvo quitando, quitando, y ya no pudimos estar a gusto, yo con él, por eso. Entonces hace poquito me habló la de la película…
Marta Ferrer (A morir a los desiertos)
Me habló: Lupe quiero que me haga el favor de ir a Estados Unidos para que me presenten la película porque yo no puedo ir porque tengo un niño enfermo.
Le dije: No, pos si quiere yo sí voy. ¿Pero podría ir solo? Le dije: No, no me atengo a ir solo, tengo miedo. Entonces dijo: Déjeme ver a quien miro. Miró a Higinio, y Higinio le mandó un mensajito (que decía) que no yo podía ir porque estaba muy enfermo. Y se fue Higinio. Y luego publicaron esa foto.
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