martes, 26 de diciembre de 2023

Daniel Mordzinski: “Detesto que me llamen el fotógrafo de los escritores

Daniel Mordzinski fotografiado por Silvio Rodríguez. Foto: Cortesía


Por: Vicente Gutiérrez 

Es común verlo correr en distintos festivales literarios con la cámara al hombro, sonríe, saluda a todo el mundo; llega un pequeño set improvisado donde le pide a escritoras y escritoras algunas poses y locuras para las fotos, siempre a contrarreloj.

Es Daniel Mordzinski (Argentina, 1960) legendario fotógrafo, autor de innumerables libros y exposiciones que le han dado la vuelta al mundo.

En medio de un día de locos, Mordzinski charló con MILENIO antes del próximo click, y confesó que el único escritor que le dijo que no a su lente se convirtió en uno de sus mejores amigos: el escritor chileno Luis Sepúlveda (1949-2020)​.

¿Te gusta que te llamen el fotógrafo de los escritores?

Lo detesto, pero no voy por la vida diciendo que no me gusta que me llamen “el fotógrafo de los escritores”; si me lo preguntan, soy una persona sincera: la primera vez que lo escuché me produjo urticaria y me pareció cursi. Dicho esto, prefiero que me llamen así, que el fotógrafo de Maradona o el fotógrafo de coches de carrera.

Entonces, ¿quién eres?

Soy retratista. Soy una persona que intenta escuchar al otro, al ser humano que está en el centro de mi trabajo de lo que quiero expresar, de lo que quiero traducir y esa persona puede ser un enfermero, un músico, un artista plástico o un escritor. Como esencialmente soy lector, tengo una sensibilidad especial por retratar la literatura, porque es lo que más me interesa, pero eso no significa que no pueda fotografiar a un cocinero como lo he hecho; debido a esa etiqueta que me han puesto, la gente quiere ver esos retratos de escritores y no me pide ver el vasto, infinito universo de músicos que he retratado.

¿Cuál es tú secreto?

Que lo hago con la misma impertinencia, el mismo respeto, la misma mirada juguetona, la singularidad con la que hago mis retratos.

¿Cuál es el mayor reto al que te enfrentas?

Una de las cosas que aprendí del fotoperiodismo es hacer las fotos extremadamente rápido, entrar a un espacio abierto o cerrado, poner en modo automático una suerte de escáner que me permite digitalizar de dónde viene la luz o cuál es el rincón que potencialmente tiene mayor fuerza visual. A veces sale bien, a veces sale mal. Pero te permite, entre otras cosas, concentrarte en esos primeros segundos tan importantes donde la persona que vas a retratar entiende que la propuesta que tú le vas a hacer es singular.

De todas las personalidades que has fotografiado, ¿recuerdas algún consejo de alguien en especial?

En este mundo de vanidades hay que militar la humildad. Lo aprendí hace 45 años retratando a Jorge Luis Borges. El gran poeta ciego, el mayor erudito, me enseñó que uno de los rasgos más importantes del artista es la humildad. Y esa lección no la he olvidado nunca.


Gabriel García Márquez fotografiado en 2010, en su casa de Cartagena, Colombia. FOTO: Daniel Mordzinski


El fotógrafo confesó que la única instantánea que no pudo tomar es la de los escritores Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa juntos debido a su famoso altercado; sin embargo, Mordzinski los retrató el mismo día, en la misma ciudad y con una hora de diferencia.

Una amistad fruto de un desencuentro

En este momento de la plática, Daniel Mordzinski se pone serio y habla de un escritor que se negó a su cámara pero terminó en una amistad sincera de muchos años que plasmó en Hotel Chile (Tusquets), un libro dedicado a Luis Sepúlveda, escritor que murió por coronavirus.

¿Cómo fue el encuentro con Luis Sepúlveda?

Me parece metafórico que de un encuentro que sale mal acabe en una gran amistad. Yo conocí a Luis en un festival literario en Saint-Malo en Francia. Me llamó la atención que había tres latinoamericanos Álvaro Mutis, Paco Ignacio Taibo y el tercero era un autor chileno que vivía en Alemania y que iba a presentar su primer libro, sí “Lucho”.

¿Cómo te acercaste a él?

Me formé para que firmara su libro y le digo: “Hola, me llamo Daniel, mi gran pasión es retratar escritores y me encantaría fotografiarte”. Entonces, me dedica el libro pero niega la foto. Yo digo: “Pinche Luis Sepúlveda”, llevo 20 años retratando la literatura y nunca nadie me ha dicho que no y tú, que nadie te conoce ¿vas a ser el primero? Insistí e Insistí, hasta que aceptó.

Mordzinski relató que fueron fotos muy rápidas, el escritor chileno no estaba pasando por un buen momento de salud, pero le prometió que le mandaría sus fotos, claro, Luis Sepúlveda, no le creyó.

Claro y a las tres semanas recibí una carta desde Alemania donde Luis me pedía disculpas: “No todos los fotógrafos son iguales y no todos los escritores son iguales, te quiero invitar a mi casa". Y así nació nuestra hermandad, fruto de un desencuentro.

Me dices que el libro es muchas cosas a la vez...

Luis Sepúlveda murió el 16 de abril de 2020 y tal vez fue la primera celebridad literaria que falleció por coronavirus. Yo estaba con él en el norte de Portugal, compartimos risas, abrazos, comidas; él se fue y yo no y me quedé roto. Pero me empecé a preguntar y a recordar la enorme cantidad de viajes que habíamos hecho juntos. Ya habíamos publicado otros libros como Últimas noticias del Sur, que es el resultado de tres largos viajes a Patagonia y a Tierra del Fuego; en esos largos periplos, Lucho, que es —en presente porque aquí está, acompañándome en la promoción del Hotel Chile—, me contaba unas historias increíbles y le decía: “Esto es una novela ¿Cómo nunca la escribiste?” Y él no decía nada.

¿Hotel Chile fue un ejercicio de duelo?

Yo entendí en ese ejercicio de reconstrucción varias cosas: la primera, que el arte te puede ayudar a recuperar emociones, de alguna manera, a revivir, a darle vida a esa relación a ese afecto que me unía con Luis muy especial, tal vez filosófico, cabalístico y sobre todo fraterno. Él me contaba todas esas historias para mantenerlas a salvo para que algún día, si él no estuviera yo las contase.

El entrevistado relató la primera la historia que da título al libro, "Hotel Chile", en la que Luis Sepúlveda le cuenta sobre Luis, un cocinero, estaba sin trabajo y le propusieron ser chef en un hotel-restaurante en el norte de Chile.

“Pero su mujer, Irma, estaba embarazada de ocho meses y no era buen momento para mudarse; aceptan el trabajo, sin embargo en el camino Irma no se siente bien, paran en el primer pueblito que encuentran, se meten en un hotel, llega una partera y nace Luis Sepúlveda Calfucura. Sí, el pinche escritor de literatura de viaje y de aventuras, mi amigo nació en un hotel y nunca lo había contado y ¿cómo se llamaba ese hotel? Hotel Chile…una locura”.

¿Estás trabajando en un proyecto con Silvio Rodríguez?

Desde hace tres años viajo a Cuba. Silvio es muy riguroso con su intimidad, muy respetuoso, muy tímido y por primera vez abrió su corazón y su casa a una cámara. Estamos haciendo un libro juntos. Pienso que Silvio tiene 73 años y no hay iconografía sobre él, vas a Google y hay 10 millones de fotos, pero parece la misma foto en un concierto, con auriculares, con el gorrito; de repente, Silvio decidió abrirse y se lo agradezco.

Vicente Gutiérrez.Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

vicente.gutierrez@milenio.com


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