Por: Viridiana Contreras
El trabajo de Iván Macías lo ha llevado a la exploración documental, el retrato, el paisaje o la imagen de calle. Con este último ha ganado tres veces el premio One Eyeland, concurso internacional que reconoce anualmente diversos rubros del quehacer fotográfico.
El mexicano ha destacado en la categoría de Street Photographers, en 2022 obtuvo el primer lugar y en la reciente edición, el segundo y el tercero. Macías participó con cuatro imágenes realizadas en México, “de las cuales dos fueron ganadoras”, dice en entrevista con MILENIO.
Ciudad de México es el escenario de ambas postales. La primera la recuerda y detalla como si volviera al Mercado de Jamaica, donde fue captada. “Yo no sabía que ese mercado era 24 horas y se me hizo muy interesante”, recuerda de Guardianes del 14 de febrero, la imagen por la que obtuvo el segundo lugar.
“Fui en la madrugada porque quería ver, mientras la gente está durmiendo normalmente, qué es lo que se hacía y cómo se vivía. Fue previo al 14 de febrero porque para mí tenía que ser una fecha en la que hubiera más movimiento por ser un mercado de flores; me di cuenta de que la gente que atiende es como cualquier otra persona, que necesita dormir, descansar”.
Recuerda también que hacía frío, “así que estaban todos tapados, y al mismo tiempo no había tanta gente, al menos no tantas personas que compraran; las que atendían estaban relativamente atentas. Para mí eran más las personas que estaban cuidando sus locales, que estaban ahí como estatuas, dormidas, que se tapaban con lo que podían, con cobijas, con sus chamarritas. La persona que retraté justo tenía una chamarra y tenía tanto frío que metía la cabeza en la ropa”.
El instante fue acompañado por cientos de flores coloridas que rodeaban a su custodio, quien dormía y se percató de la presencia de Macías, quien ganó el World Press Photo en 2021: “¿Necesitas algo?”, le cuestionó. El fotógrafo le dijo que solo le hacía unas fotografías, entonces el hombre siguió durmiendo.
Vías del tren
La segunda imagen, ganadora del tercer lugar, la tomó al norte de la ciudad, en la que “hay una zona invadida y donde pasa el tren: hay unos vagones que fueron invadidos por personas que los hicieron sus casas; es un lugar un poco complicado y contrastante en la ciudad porque la gente los adaptó, y al mismo tiempo se ve que son vagones; están ahí, junto a las vías del tren”.
En el cuadro fotográfico sale un perrito dentro de una caja de fruta: “Me lo encontré ahí, estaba durmiendo y vigilando su casa: me vio que estaba enfrente y llamé su atención, pero no se levantó, me miró y compuse a ese perrito junto a los vagones, que se me hacían increíbles. Ese cuadro ganó un tercer lugar y se me hizo muy padre”. La imagen se titula Su pequeña morada.
¿Qué exige la fotografía de calle?
Para mí, como fotógrafo, es algo muy enriquecedor en términos de que es algo que está ahí, que no puedo modificar, que no tengo la capacidad de definirlo, me adapto a lo que hay. Entonces, encuadro lo que veo, lo que existe, la realidad. Exige contar con la capacidad de tomar ese momento, tener ese instante y sacarle provecho; entonces, tienes que saber hacer fotografía en los segundos que tienes al sujeto, dependiendo lo que quieres relatar y hacer la composición.
¿Qué piensas de que en varios concursos fotográficos no aceptan imágenes hechas con inteligencia artificial (IA)?
Ya hay algunos que sí aceptan, tienen ciertas categorías en las que se admiten, es parte de la evolución.
¿Qué opinas de las controversias con algunas fotografías en otros concursos?
En algunos casos es complicado detectarlos, pero es un tema de adaptación. Aunque tú como fotógrafo tomas en un formato conocido como “crudo” o raw, y este formato tiene la información de la fotografía, que sale directo de la cámara.
En varios concursos en los que ganas primeros lugares te piden esta fotografía y ellos pueden saber si fue real la toma y si solo hiciste cambios de exposición, de color o cosas de ese estilo. La fotografía como tal sí tendrá que adaptarse a la IA en algunos ámbitos, en especial con relación a elementos artísticos o de diseño, más que con las imágenes documentales o de calle.
¿Es una herramienta más que un fin?
Así es. A mí no me gustaba la IA, pero es parte de la evolución y no hay forma de limitarla, y hay que aprovecharla y usarla como herramienta. Yo, por ejemplo, no sé dibujar y a través de la IA puedo generar bosquejos interesantes de fotografías que quiero hacer; es una herramienta que te puede facilitar estilos y formas.
Y no dejó de poner nerviosos a los artistas, ¿verdad?
Totalmente, y es complicadísimo adaptarse. Para mí es un símil a las redes sociales, cuando decían que iban a demeritar el trabajo de los fotógrafos, que había imágenes que la gente tomaba y que no era fotografía. Todo es parte de la tecnología y el cambio que estamos teniendo y hay que adaptarse. Habrá a quien le guste y a quien no.
El fotógrafo / Especial
De la calle a las cárceles
Iván Macías adelanta a MILENIO el comienzo de su nuevo proyecto: “Trabajo en una serie de documentales fotográficos que estamos haciendo en las cárceles de Ciudad de México. El primero es sobre el boxeo: cómo trabajan, en qué ayuda a los reos, cómo viven los tiempos para poder boxear. La idea de estos documentales es mostrar parte de la realidad que se vive dentro de las cárceles de la capital. A mediados de año empezaré a generar algunos resultados”.
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