Por: Ángel Vargas
El Colegio de San Ildefonso presenta la muestra Los motivos de la selva: A 30 años del levantamiento zapatista, una reflexión sobre la relación entre la imagen fotográfica y la lucha social de los indígenas mayas de Chiapas.
Conformada por 145 imágenes en blanco y negro y color, de 16 autores que han trabajado en distintos periodos en ese estado del sureste mexicano, se trata de un amplio recorrido histórico por ese pasaje que ha transformado la faz y los destinos de nuestro país y el mundo.
Abarca desde la gestación e insurrección de esa lucha (indígena) hasta su transición en movimiento político-social que defiende el derecho a una justicia con dignidad y ejerce la autonomía en los territorios rebeldes, y que a la vez ha logrado aglutinar expectativas inclusivas de la sociedad civil, aportación sustancial para la vida democrática contemporánea de México, explican los organizadores en la presentación de la muestra.
La iniciativa se debe al colectivo fotográfico Bats’i Lab, de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y forma parte de las conmemoraciones que tienen lugar en México por las tres décadas de la insurreción indígena en Los Altos de aquella entidad.
Diseñada de manera cronológica, la exposición se remonta a la fotografía etnográfica de la primera mitad del siglo XX, a partir de la década de los años 40, registra las manifestaciones de protesta indígena que anunciaron el levantamiento popular e incluye múltiples imágenes del conflicto armado y las movilizaciones contra la militarización y la represión, según se explica en la cédula de sala.
También aparecen los diálogos y encuentros con la sociedad civil y el gobierno, para cerrar en esta nueva década del siglo XXI con las experiencias zapatistas en torno a la construcción de la paz, el ejercicio de la autonomía y los nuevos conflictos en desarrollo.
Esta exposición es un recorrido bastante amplio de la fotografía en Chiapas, las imágenes más antiguas son de los años 40 del siglo pasado hasta 2022; con ella queremos plantear el papel de la fotografía como un documento para entender la historia, en específico la historia en esta parte sur del país, explica el antropólogo y fotógrafo Isaac Guzmán Arias, coordinador de exposiciones del colectivo Bats’i Lab y responsable del montaje y de la impresión de algunas de las imágenes exhibidas.
En Chiapas, la fotografía ha sido testigo de muchos eventos y hechos históricos de gran relevancia, no sólo para ese estado, sino para el país y el mundo, como fue el levantamiento armado zapatista.
Acercamiento a la historia
Otro aspecto que el colectivo se propone hacer evidente con esta muestra, cuya preparación requirió dos años y medio, y que se proyecta llevar a diversas partes del país, es la relación del Estado, como poder, con los individuos en las comunidades indígenas.
Esta relación del Estado con las comunidades indígenas la podemos encontrar claramente en estas fotografías, de manera muy directa en los años 40, 50 y 60, con las fotografías de Gertrude Duby Blom, que permiten ver esa interacción del aparato de Estado con las comunidades indígenas. Al experimentar esta relación y su desarrollo, la fotografía es un testimonio que ha estado muy presente en Chiapas.
A decir del creador e investigador, Los motivos de la selva, además de acercar al público a esa historia de México mediante la fotografía, es también una manera de crear memoria.
Porque nos encontramos con que las nuevas generaciones no conocen este proceso que cambió el rumbo de México, de los pueblos indígenas principalmente. Entonces, hacer memoria es otro de los objetivos que queremos hacer con esta exhibición.
Sostiene que el movimiento zapatista marcó un hito para la fotografía en México, al transformar esa disciplina, así como su práctica, y menciona que el historiador John Mraz incluso habla de un nuevo fotoperiodismo y de una nueva generación de fotoperiodistas, en la que se incluyen, por ejemplo, Antonio Turok, Marco Antonio Cruz y José Ángel Rodríguez, principalmente.
El zapatismo también tuvo que ver en esta nueva generación de fotoperiodistas que, no por obtener la mejor foto, dejaban de aplicar todos esos conocimientos de la fotografía clásica, de los grandes maestros de esa disciplina en México. Echar mano de esas herramientas estéticas, también hace que estas imágenes sean más allegadas a la gente.
De acuerdo con Isaac Guzmán Arias, la curaduría de la exposición, a cargo de Pablo Farías y Alí Rodríguez, evitó incluir imágenes de violencia y los efectos de ésta. “porque seguimos la idea de los zapatistas de la paz, de la palabra, de hablar, en vez de las armas.
Entonces, sí hay imágenes que son fuertes, porque hubo muchas imágenes de horror, pero decidimos evitarlas en la medida de lo posible, porque queríamos que la gente también se adentre al tema de otra manera.
El antropólogo y fotógrafo sostiene que el levantamiento zapatista fue muy retratado y que las imágenes se movieron bastante en términos de fotoperiodismo en la prensa, lo cual impulsó una estética particular de ese movimiento que fue muy llamativa desde sus inicios, con íconos como los pasamontañas y los paliacates.
La muestra, cuya exhibición concluye el 19 de mayo, cuenta con imágenes de Jean Pierre Courau, Marco Antonio Cruz, Gertrude Duby Blom, Vanessa García Blanca, Isaac Guzmán, Massiel Hernández, Marcella Jacobson, Juana López López, Andrea Murcia, Fabián Ontiveros, Daliri Oropeza, José Ángel Rodríguez, Maruch Santiz Gómez, Ángeles Torrejón, Antonio Turok y Ulises Castellanos.
También incluye seis videos realizados por las comunidades zapatistas, por conducto de sus Caracoles y municipios autónomos, en los que comparten una mirada sobre sí mismas, realizados con sus propios medios de manera colectiva.
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