Por: Roberto A. Valenciano Capín
Considerado como uno de los más olvidados en ser parte del repertorio, como son los conciertos de piano a cuatro manos.
Lo que incide en una plática informal para sin más darse este concierto histórico que proponen los maestros Malkuth Zavala Díaz de León y José María Espinosa en que nuevamente resulto insuficiente ante la demanda a este concierto de piano a cuatro manos en la Sala Francisco de la Maza del Museo Francisco Cossío.
Al ofrecer una velada bien equilibrada en cuanto a música y repertorio muy bien escogido, como una retadora dificultad tanto técnica como interpretativa que fue bien resuelta en el bien transitar por estas 88 teclados tanto negras como blancas desde el barroco, lo nacionalista como lo contemporáneo.
Inicia esta tarde de esta espléndida y exigente travesía, con el-Concierto de Brandemburgo No. 3 en Sol mayor BWV 1048 – J.S.Bach, arr. Max Reger. Con los movimientos: -Allegro con spirito -, –Adagio- y - Allegro-.
Con esta audaz idea de hacer dialogar una obra del barroco, con el romanticismo francés, a través de estas - Seis piezas románticas Op. 55 – de la compositora Cecile Chaminade: Primavera - La Chaise à porteurs - Idylle Arabe-Sérénade Dáutomne - Danse hindoue-Rigaudon.
Esta parte del concierto fue a su vez deslumbrante y apasionante, al compartir las magníficas interpretaciones de la- Danza Húngara No. 1 en sol menor –de Johannes Brahms, como este caleidoscopio que es amalgamado por estos colores de- El Moldava – de Bedřich Smetana y cerrar este tono nacionalista con -Danza Eslava No. 2 Op. 46 en mi bemol – Antonin. Dvorak.
Bajo este entusiasmo, lleno de este eclectismo y especialmente etérea con la composición- Fantasía Jazz –de Wolfang Amadeus Mozart-Fazyl, con los arreglos de Jesús Flores.
Con una interpretación elegante, romántica que vive enteramente de la magia melancólica de su tema principal -Vocalise Op. 34 No. 14–de Sergei Rachmaninov, con arreglos de G. Anderson.
Y concluir con una potente y arrebatadora y con un intenso efecto; -Danza de los sables – Antonin. Khachaturian, con arreglos de G. Anderson,
Es tal la euforía provocada por este magistral obra rusa refleja en los espectadores que no solo abarrotaron esta sala, sino también respetuosos, a pesar del espontáneo aplauso que reconocen merecidamente esta exposición musical.
Para ofrecer como pilón, la interpretación de este - son mexicano - El Cascabel- con los arreglos de Jesús Flores.
Como bien apunta la maestra Malkuth Zavala Díaz de León de conservar estos pocos espacios que hay para realizar conciertos de cámara.
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