miércoles, 13 de marzo de 2024

Felipe Carrillo Puerto: La cultura y la educación como pilares



Por: Virginia Bautista 

Para el político, periodista y caudillo socialista Felipe Carrillo Puerto (1874-1924), “la cultura y la educación eran pilares de su ideología y de su formación”, afirma en entrevista el investigador Héctor López Martínez.

Quien fue gobernador de Yucatán entre 1922 y 1924 concebía estos saberes como uno solo. “Las actividades que emprendió hablan de un hombre que amaba la cultura. Sembró una semilla que hoy seguimos cosechando”, agrega.

Quien ofrecerá la conferencia Lunes Culturales, como parte del coloquio Visiones sobre Carrillo Puerto que se realizará el 12 y 13 de marzo en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán, que hoy arranca, destaca que el llamado Apóstol rojo de los mayas fundó dos instituciones fundamentales: la Escuela de Bellas Artes y la Universidad Nacional del Sureste, hoy Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

Conocido sobre todo por sus obras de tipo social, su compromiso con el bienestar de los mayas y su enfrentamiento con los hacendados, don Felipe fue también un visionario de la educación, pues consolidó la Educación Racionalista en Yucatán, comenta en entrevista por separado el investigador Freddy Espadas Sosa, quien impartirá la charla Carrillo Puerto y la educación en el encuentro citado.

Sobre el legado cultural del luchador social, López Martínez señala que otra acción importante que realizó fue la construcción de la carretera que une a Mérida con la zona arqueológica de Chichén Itzá.

Organizó un magno festival cultural que duró tres días en el juego de pelota de la urbe maya. Y encargó trabajos arqueológicos a una fundación extranjera, que posicionaron a Yucatán en la mira del mundo en los años 20 del siglo pasado”, añade.

El especialista detalla que Carrillo Puerto también aprovechó que, por la Decena Trágica, se interrumpieron las comunicaciones con el centro del país y no podían llegar hasta la península las grandes compañías de artistas, para fomentar la creación de un teatro popular propio. “Así nació el teatro costumbrista, que es una de las grandes fortalezas que tenemos hoy”.


Retrato en dibujo de Felipe Carrillo Puerto.

Y sobre los Lunes Culturales, Héctor López explica que “eran asambleas que Carrillo utilizaba como un instrumento no sólo para mostrar su ideario, con fines propagandísticos, sino también para desarrollar la cultura.

Popularmente se les conocía como Lunes Rojos. Y se realizaban tanto en los sectores populares de Mérida como en otros municipios del estado. Tenían contenidos pedagógicos, literarios, científicos, que iba alternando con presentaciones musicales de bandas, cuartetos, pianistas, violinistas, y charlas informativas de diversos temas”, indica.

Concluye que se llevaron a cabo, en los dos años que gobernó Carrillo Puerto, unos 100 Lunes Culturales, cuyos programas falta analizar y publicar.

Por su parte, Espadas Sosa considera que el gran aporte educativo del político fue la instauración oficial de la Educación Racionalista, que “constituyó una verdadera utopía pedagógica en Yucatán y en estados como Tabasco, Veracruz y Tamaulipas”.

Dice que una de las primeras acciones de Carrillo Puerto como gobernador fue la publicación del decreto No. 1, el 6 de febrero de 1922, por el que se expedía la Ley de Institución de las Escuelas Racionalistas en el Estado.

Evoca que en el primer artículo se establecía que “La adquisición de los conocimientos descansará sobre bases de libertad, lo mismo el orden, y los asuntos escolares de carácter administrativo o económico serán resueltos en asambleas de alumnos.

La recapitulación de las nociones científicas que se ministre a los educandos será resultado de experiencias y aplicaciones que se hagan en los talleres y de la observación de la naturaleza”, apunta.

Aclara que Carrillo Puerto consolidó la propuesta que José de la Luz Mena Alcocer dio a conocer en su mecanuscrito Educar trabajando, de 1917, en la que detalla que “los cinco medios normales en que deben estar insertos los niños para conducir su educación integral en un clima de libertad, responsabilidad y solidaridad, son la granja, los talleres, la fábrica, el laboratorio y la vida”.

Freddy Espadas admite que este modelo aún sigue vigente ante una educación “que continúa siendo memorística, libresca, autoritaria, paralizante y segmentada; o sea, no integral y burdamente divorciada del mundo real”.

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