miércoles, 6 de marzo de 2024

Patrimonio Cultural: Aceleran trabajos en refugio del arte



Por: Juan Carlos Talavera

La Bodega Nacional de Arte, aún en proceso de edificación en la cuarta sección de Chapultepec, concentrará 40% de las 68,708 obras del acervo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

Sin embargo, aún no cuenta con fecha formal de apertura, dado que su avance es de 60%, aproximadamente, aunque deberá terminarse antes de que Alejandra Frausto, titular de Cultura federal, concluya su administración.

Una vez concluida la obra y la instalación del protocolo de seguridad, el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) trasladará el acervo que resguarda.

Éste contiene cerca de 27,000 piezas, entre las que está la colección de arte popular que conformó Roberto Montenegro a inicios del siglo XX.

Además, mudará a los 160 trabajadores del Cencropam, entre restauradores, conservadores, dictaminadores, el personal administrativo, de limpieza y seguridad, quienes ocuparán el edificio administrativo, que es el de mayor volumen.

Así lo adelanta Ernesto Martínez Bermúdez, director del Cencropam, en entrevista con Excélsior.

Posteriormente continuará la reubicación de los acervos de los museos Nacional de Arte (Munal), de Arte Moderno (MAM) y del Tamayo, en esta bodega que ocupará 3,800 metros cuadrados en un área de 5.2 hectáreas, que tendrá 14 edificios, de los cuales cinco son nuevos, y permitirá absorber el incremento de la colección del INBAL durante los próximos 50 años.

Este proyecto se hizo pensando en el crecimiento del acervo del INBAL de aquí a 50 años. Entonces, si ahorita se tienen 68,708 obras, podríamos recibir anualmente el 1% (adicional), lo cual se dice fácil, pero también hay que pensar en dimensiones y soportes”, apunta Martínez.

Y nos va a permitir el resguardo y la conservación del acervo del INBAL. Sabemos que sus museos están a tope, que tienen sus bodegas al cien y, por eso, se crea este espacio que tendrá 3,800 metros cuadrados en su edificio central”.

¿Cuándo iniciarán el traslado de obra a la bodega?, se le insiste a Martínez Bermúdez.

En cuanto esté terminada la obra civil empezaremos el traslado. Sobre todo, que haya seguridad, en ese momento iniciaremos. De momento, nosotros ya empezamos a embalar las 27,000 piezas que resguardamos para cuando llegue el momento, y lo mismo sucede en la red de museos del INBAL”.

¿Cuáles serán las mejoras? “Se mejoran las condiciones de equipamiento y espacio de los talleres de pintura de caballete, escultura, obra en papel, de arte popular y textiles, y se crea el taller de fotografía.

Además, contaremos con espacios de acceso público, como galería de arte, una mediateca y biblioteca, un auditorio y una bodega visitable, que replicará las bóvedas de la bodega principal”.

¿Qué criterios utilizaron para definir el acervo que será trasladado? “El criterio fue en función de compromisos y exposiciones ya planeados en los museos en el curso de los próximos dos años. Pero también habrá piezas icónicas que se quedarán, como sucederá con Las dos Fridas (que permanecerá en el MAM)”.

¿Se requeriría de más infraestructura para crecer la capacidad en 50%? “No, sería dentro de la infraestructura que ya va a existir, es decir, ese crecimiento ya está previsto”.

¿Dentro de 50 años se podría ampliar la capacidad física de esta bodega? “Ése es un proyecto que no me he planteado, pero que en el futuro tendrá que verse si es válido; hay terrenos... son cinco hectáreas”.

¿Dónde se ubicarán las bodegas que serán arrendadas a coleccionistas privados? “Estarán detrás del edificio principal. Son 12 bodegas medianas y pequeñas, de 60 m2.

Será un espacio considerable que tendrá las mismas condiciones de la Bodega Nacional, que estará al servicio de la sociedad y de coleccionistas particulares que deseen resguardar sus obras, y, obviamente, podremos ofrecerles (trabajos de) dictaminación y restauración, entre otros más. No sé cuanta obra podrá resguardar, pero serán cerca de 2,000 m2.

¿Qué estudios realizaron para determinar si el suelo de este espacio no representa un peligro para la obra artística o el personal? “No tengo información. Sé que hicieron estudios y que la situación está resuelta, según la información que nos ha dado la Secretaría de Cultura federal”, concluye.


INBAL LLEVARÁ EL PROTOCOLO DE SEGURIDAD

La Bodega Nacional de Arte se dividirá en 11 bóvedas individuales que contarán con iluminación adecuada, una humedad de 45% y una  temperatura de +/- 20 grados, dice Ernesto Martínez.

Cada bóveda tendrá una capa de pintura retardante de fuego y una doble puerta de seguridad.

El hecho de que sean bóvedas individuales nos permitirá controlar algún problema en un espacio puntual, dado que no es lo mismo tener el espacio abierto que dividirlo por soportes.

Además, cada uno contará con alarmas y detectores de humo y de emisión de vapores que estarán conectados a un sistema de seguridad que tendrá un monitoreo las 24 horas del día, los 365 días del año”, explica.

¿Quién tendrá a su cargo la seguridad?, se le consultó. “Será gente del INBAL. Hay un coordinador de seguridad del Instituto con quien estuvimos viendo los temas de la seguridad y él se encargó de este proyecto. Además, está entrelazado con el proyecto de la colocación de todas las alarmas y del circuito cerrado que permitirá manejar la seguridad de este espacio”.

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