Fotos: Cortesía de IPBA y Eleno Guzmán
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Le toco el turno presentarse dentro de esta muestra estatal de teatro 2014 a la pieza perfomática "Ósmosis" del Laboratorio Caja Negra del CANTE, bajo la dirección de Sayuri Navarro y Fernando Carher, al tener como el foro del Centro de Difusión Cultural "Raúl Gamboa" del IPBA.
Una obra disfrutable y gozosa a los ojos del espectador de esta práctica de exploración a través de la corporalidad que se relacionan de manera consciente para buscar en sus dinámicas construcción formal e interpretativa, la organicidad y del cuerpo como un vehículo de energías encuentro de la energía vital que se manifiesta a través del cuerpo, aún cuando utiliza como referencia el término ambivalencia de Eugen Bleuler, empleado para designar uno de los principales síntomas de la esquizofrenia: la impresión de sentir a la vez dos sentimientos contradictorios con respecto a la misma representación mental, el deseo simultáneo de una cosa y de su contraria, la enunciación de expresiones contradictorias.
A partir de este argumento, esta pieza se sustenta por esta mediata posible previsibilidad, para ser punto de partida de lo que refracta en la otredad al encarnar tal como es la condición humana.
En el escenario, dos cuerpos desnudos: uno de espaldas, otra acostada, a partir de las misma logran esta dinámica de dualidades, pareja. Movimientos lentos, pausados, miméticos, permutados por este violentado accionar para ser desdoblados por este sentido de la anhelada poética; aunado al infalible móvil de trabajo en texturas a través de una consistente masa que detona cada capa de esta dualidad de esta posible memoria.
En donde también la iluminación se vuelve esta infalible atmósfera y dota este despliegue espacial a través de la sombra.
De esta manera, los va sumergiendo en un ciclo infinito, del que es imposible escapar en este mundo compartido de la tina.
El Laboratorio de interdisciplina escénica Caja Negra del CANTE busca la reflexión en la producción de piezas integrales, creadas y dirigidas por un grupo de jóvenes creadores e intérpretes locales, en donde se entremezclan video, arte sonoro y las artes escénicas.
A partir de este argumento, esta pieza se sustenta por esta mediata posible previsibilidad, para ser punto de partida de lo que refracta en la otredad al encarnar tal como es la condición humana.
En el escenario, dos cuerpos desnudos: uno de espaldas, otra acostada, a partir de las misma logran esta dinámica de dualidades, pareja. Movimientos lentos, pausados, miméticos, permutados por este violentado accionar para ser desdoblados por este sentido de la anhelada poética; aunado al infalible móvil de trabajo en texturas a través de una consistente masa que detona cada capa de esta dualidad de esta posible memoria.
En donde también la iluminación se vuelve esta infalible atmósfera y dota este despliegue espacial a través de la sombra.
De esta manera, los va sumergiendo en un ciclo infinito, del que es imposible escapar en este mundo compartido de la tina.
El Laboratorio de interdisciplina escénica Caja Negra del CANTE busca la reflexión en la producción de piezas integrales, creadas y dirigidas por un grupo de jóvenes creadores e intérpretes locales, en donde se entremezclan video, arte sonoro y las artes escénicas.
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