domingo, 3 de agosto de 2014

BARRO ROJO… DANZA LIBERADORA



Por: Judith Álvarez

A Montserrat …la que sabe, se ama y libera
 Respirando, oxigenando la danza teatro en este festival, así llegó Barro Rojo con la dirección de Laura Rocha. Actos de individuación, diversas emociones de la vida.  Excavando profundamente en las cavernas del subconsciente, de un corazón sangrante, de un cuerpo desmembrado. Fue  fácil entrar en sintonía  con la gran cascada de expresividad, energía desbordante, fuerza, precisión y calidad interpretativa de este grupo comprometido siempre con las luchas más remotas de la humanidad
Las expectativas del público quedaron cubiertas por esta  función. El tan esperado grupo defeño irrumpe en el Festival de Danza Contemporánea Lila López en su edición treinta y cuatro, con llenos totales como es su tradición. Calidez que se conjunta con la misma temperatura de las noches de verano en San Luis Potosí.
Contundentes y oportunos, reinventándose  a diario. Se percibe una frescura al ejercer su arte. Sin conformismos, Barro Rojo actualiza lenguajes. La protesta continúa, la crítica y el compromiso social también. Cambian los actores, como las mentes, como los escenarios. Se adecuan, se adaptan reconociéndose en comunidades globalizadas. La primera pieza maneja esa temática, el amor, desamor, la angustia y esperanza en las relaciones de pareja, se aplica aquí, como en las grandes urbes cosmopolitas o suburbios pequeños, pero llenos de departamentos que se habitan  individuales o compartidos.
El sueño de igualdad continúa firme. Hay apertura a nueva sangre, nuevos brillos. La formación profesional desde la misma esencia. Incluso los mismos estigmas deben trascenderse. La revolución  arroja las armas bélicas y toma unas menos densas, más generosas, humanitarias y placenteras. Las mentes inquietas tienen su turno, sin agresión, solo anhelan manifestar sus ideas, plenas de avances tecnológicos, combinadas con inteligencia emocional. La mística de libertad sigue impactando…barro moldeado diferente. Barro Rojo, Arte Escénico (BRAE) demuestra que la calidad permanece, continúa, como el ser independiente.
¿En qué momento se convierten en actos privados o públicos el amar, el sexar, celar, doblegar, humillar?…eterno rojo que desvela, sangre palpitante que lleva gran tráfico…que siempre circula. En “Largo amanecer” se maneja la temática de las mentes intranquilas,  que registran, observan, crean…aprenden a traducir, plasmar, materializar sus pensamientos, sus memorias durante el periodo destinado al  descanso, la noche .Es en ese espacio donde confluye el eterno Adán la paciente Eva, las manzanas a punto de explotar, corteza dura, exprimir los jugos, morder la fibra húmeda, regalar semillas Otras deciden rodar, pasarse la estafeta, ya no jugar. La pesada carga antropológica del ser dominador y el dominado. Ying y Yang, sin acuerdos, sin comprensión en la otredad.
La tentación presente, la seducción a lado, acompaña y gime, choca y checa, madura y pudre, sana o involuciona. Conexiones  desde el subconsciente. Evocación del erotismo, que se cae, que gusta o se frustra. Contemplación de la  traición. Conflicto interno  expresión final de rechazo al  canon universal de sumisión.
 
Hombres y mujeres salen a escena portando solo “underwear”, blancas por cierto. Símil del cómo inician  las relaciones, muy pulcros y transparentes como los camisones o camisetas. Despojados de arquetipos. Caras inocentes, impera la ternura, la entrega, la reciprocidad…luego a ¡Correr! Uno se avienta el “jogging” mañanero. Va tras él su pareja.  Músculos como el poder en  fractal carrera. “¿Por qué no hablaste que no llegarías anoche?”Reclama ella, “No  tuve tiempo de marcarte, tuve mucho trabajo, responde él….Sube el tono de voz, como la música en sus audífonos. Se eleva la respiración como la desesperación.
Noches largas, ventanas chicas o grandes de los edificios de departamentos permanecen encendidas. Reflejo del insomnio que atrapa la espera. Colchones y cojines rojos vuelan y se comparten. Recursos escenográficos muy bien empleados. Sobre de ellos se dibujan escenas eróticas, en parejas o solitarias. Saltan y caen, de rodillas, de pie o todos sus cuerpos. Son madrugadas y las luces ciegan. La intensidad se eleva, como la adrenalina y se engrandece c
como la luna. Amanece finalmente aún en tonos rojos, aún en espera de….
La fábula, tragedia o comedia del amor se plasma en esta hermosa danza con toques teatrales, de estilos contemporáneos. Fiel reflejo de nuestras nuevas sociedades de jóvenes en busca de sus espacios, de su encuentro consigo mismos. Cuerpos en escenas que pueden enmarcarse en una ciudad grande como en una chica. Entes emergentes, en la búsqueda de no ser tan humanos,  como dijera Nietzsche, sino ser más que eso, trascendiendo el caos, el apego y sufrimiento
Luego de dos años de ausencia en tierras potosinas, Barro Rojo abre con la obra que cerró en su última presentación en el Festival. Dando un movimiento circular, de ciclos viejos y nuevos.
E lenguaje coreográfico  y temático que de inicio de más de tres décadas de  Barro Rojo, se transforma aplicando un estilo más contemporáneo y acorde con la evolución de la sociedad, sin perder la esencia  de crítica hacia los sistemas decadentes y aplastantes. El replanteamiento de las obras,  vestuarios, escenografía, iluminación y musicalización se notan más fresco, creativo, minimalistas. Se centran en el objetivo más importante: bailar y lo logran con entrega, calidad, nivel técnico y expresividad en cada desarrollo. De hecho hay una escena donde se proyecta en video unos grandes pies descalzos, símbolo del cercano nivel a la tierra de la danza contemporánea, de libertad y liberar
En la segunda coreografía titulada “Consecuencias”: sobre el escenario un gran círculo dibujado con varios pares de zapatillas de mujeres, rojas, doradas, de varios tonos…para ejecutar una danza en donde convergen una serie de emociones que intercambian. Se abrazan, se repelan, se gritan o  callan. La desagradable y vergonzosa relación de violencia sostenida entre dos seres que eligieron practicar más el lado negativo en vez  amar. O por imposición como la trata de personas. Ella parece ceder al sometimiento de él, chispazos de conciencia y sororidad la motivan a  recoger esos accesorios femeninos, los arropa. De repente cambia de opinión y regresa al encuentro de la llama viva dónde está el hombre. Luego de varias alzadas, giros y deslizamientos por el piso en lucha de poderes, la fémina se decide a partir o huye.
finalmente se queda azotando sus propios tacones de su calzado,  mientras ve como se aleja ella a continuar su camino.
 
 
 
La mirada que mira la mirada que mira…espejo tras espejo de la vida cotidiana, con lenguajes actuales, Barro Rojo  lleva de la mano en cada obra  con vasta fuerza, desarrollo estético de movimientos que  permiten trascender cualquier tipo de malestar. El escenario ocupado en su totalidad hasta el último peldaño se ha conectado en un sano intercambio de lecturas de cuerpos, mentes y corazones a semejanza de una psicomagia.
En la última obra, como  único y solitario sofá blanco de escenografía, solo cuelga en  una esquina una gran rama de árbol sin hojas, bailarines  se desplaza en breves historias, explotando sus luchas  internas mientras se deslizan, acarician brincan, se ocultan, abrazan,  avientan, hacen malabares, levantan y alzan cuerpos, combina  con  otros acrobáticos vuelos…sueñan despiertos o dormidos…enmarcados sobre ese simple mueble
Un montaje muy bien resuelto, que logra captar constantemente la atención, causa asombro, admiración y empatía del público asistente. Tres pares de piernas femeninas se desnudan  tras el sofá, especie de sugestiva invitación-ilusión que  experimenta un hombre que descansa plácidamente en el confortable objeto de sala hogareño. Luego siguen con sus torsos, sus pechos al aire en franca seducción. Una dinámica de estereotipos, sátira-crítica de las prácticas actuales amorosas, sexuales. De la pérdida del sentido, de la banalidad del uso y abuso de cuerpos, de  substancias ajenas. Auto sabotaje, baja autoestima que culminan en degradación del ser humano, depresiones y soledades

Subiendo y bajando de sofá, caminando sobre de él, llevándose sus cojines, aventándolos acomodándolos, se desplazan varios elementos del grupo representan a los personajes de los cuadros del destacado pintor ecuatoriano-español Santiago Carbonell, quien en sus cuadros retrata los gestos, actitudes y estados de ánimo enfatizando la gran soledad que los va aniquilando Sus pinturas casi fotografías, le  han provocado ser defi
Tiempos, espacios, ritmos, son elementos dominados por la Compañía. Expresividad al máximo,  profesional interpretaciones son llevadas junto con el sillón. Música contemporánea de fondo: arrastran, voltean, hacen bailar al famoso sofá,  paralelamente a los humanos que no pueden desprenderse de él. Otros danzan en el frente, casi en proscenio del foro .Realizan entradas y salidas del escenario. Poco a poco se van integrando, maromeando, sonriendo, posando  para la foto, acomodando la mejor imagen de su anatomía, disfrazando sus almas.
Así termina una función más de Barro Rojo, con fuertes aplausos, que no cesan mientras intercambian posiciones de sentarse o acostarse en el blanco y confortable depósito de anatomías en descanso,  que han convertido en un miembro más de la actuación ….abre, cierra telón, aplausos, risas… diversión y también reflexión.
nido como uno de los  grandes maestros del Realismo Latinoamericano.

 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario