sábado, 23 de enero de 2016

Jorge Ibargüengoitia "llevaba un sol adentro"

 
 
Mi tía Lola Sierra, que era una mujer listísima y apasionada, decía: El destino quiso que yo fuera desgraciada,  pero no me dio la gana", decía. Foto Archivo
 
 
Jorge Ibargüengoitia es uno de los escritores más notables de la literatura mexicana. Nacido en Guanajuato, un 22 de Enero de 1928, el autor de Los relámpagos de agosto estudió primero ingeniería, como fue el deseo de su madre y su tía, con quienes vivió a la muerte de su papá.

 
 
 
 
Pero pronto cambió todo por la pluma. "Querían que fuera ingeniero. Faltándome dos años para terminar la carrera, decidí abandonarla para dedicarme a escribir. Las mujeres que había en la casa pasaron quince años lamentando esta decisión. Más tarde se acostumbraron", solía narrar él mismo.

 
 
 
Su primera obra literaria se remonta a los siete años, refiere Cristina Secci en la Revista Casa del Tiempo, editada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 
 
 
 
Su esposa, la pintora Joy Laville decía que Ibargüengoitia: "Era un hombre fundamentalmente alegre: llevaba un sol adentro. Jorge era agudo, dulce y alegre", cita Secci. También refiere que el autor disfrutaba del proceso artesanal de imaginar historias: "escribía a máquina y le fascinaban todas las cosas que venden en las papelerías".
 
 
 
 
La ironía fue el sello de su obra y también la manera como veía la vida. Escribió teatro, novela, ensayo, cuento y periodismo. Algunos de sus textos, como Maten al león, fueron  llevados al cine. "La ley de Herodes", Relámpagos de agostoDos crímenes y Sálvese quien pueda, se cuentan entre sus obras.

 
 
 
Dejamos a continuación algunas de sus frases. ¿Qué opinas? 
 
 
*"Creo en muchas cosas. Creo en lo que veo y oigo. Mire, si usted me pregunta: '¿Tiene fe?', pues no, no tengo fe y estoy encantado. Hay gente que necesita tenerla, yo no".

 
 
 
*"Los que se levantan temprano a fuerzas constituyen un grupo social de descontentos, en donde se gestarían revoluciones si sus miembros no tuvieran la tendencia a quedarse dormidos con cualquier pretexto y en cualquier postura. 

 
 
 
La verdad es que mientras más enojado estoy con este país y más lejos viajo, más mexicano me siento".

 
 
 
*"Mi tía Lola Sierra, que era una mujer listísima y apasionada, decía: El destino quiso que yo fuera desgraciada,  pero no me dio la gana".

 
 
 
*"Para él el trato humano es comunicación de cerebro a cerebro, esto quiere decir, entre hombres, porque ¿quién va a saber lo que tienen en la cabeza las mujeres?".


 
*"¿No opina usted que el uso de guardaespaldas es indicio de que hay algo podrido en el gobierno?"
 
 

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