domingo, 4 de junio de 2017

Artista Betsabeé Romero presenta en Montreal obra “Tributo a Wirikuta”

 
 
 
Por:  Isabel Inclán. Corresponsal
 
La artista mexicana Betsabeé Romero expondrá aquí en Montreal su obra “Homenaje a Wirikuta”, como un reconocimiento al arte huichol y las enseñanzas de esta comunidad indígena frente a “un mundo que va en reversa”.

En los 375 años de Montreal, los 150 años de Canadá y 50 años de la Expo Universal67, el Museo de Bellas Artes de Montreal inaugurará este lunes 5 de junio la exposición internacional Balada por la Paz, con esculturas de 30 artistas, siendo Romero la única latinoamericana.

Balada por la Paz es una exhibición de arte al aire libre con 30 esculturas instaladas a lo largo de un kilómetro en la calle Sherbrooke. Las obras permanecerán aquí cinco meses y la de Romero está justo en la entrada del museo.

Se trata de una serie de 12 llantas unidas para formar un icosaedro de gran tamaño y cada una decorada con flores hechas de coloridas cuentas, similar al arte de los Huicholes.

Las llantas de automóviles son un objeto recurrente en la obra de esta artista visual, que ha expuesto en museos de México, Gran Bretaña, España, Estados Unidos, Australia y Cuba. Los temas de su obra son la migración, los indígenas, las ruedas y Día de Muertos, principalmente.

La curadora de la exposición, Sylvie Lacerte, presentó a Romero como una “comprometida artista cuya iconografía poética nos recuerda que los indígenas de México poseen una rica cultura que ha sido por mucho tiempo opacada por la sociedad no nativa”.

La curadora agregó que la artista mexicana recicla los objetos cotidianos “dándoles una apariencia mágica que elocuentemente evoca la dialéctica entre la espiritualidad Huichol y la expoliación de su territorio ancestral”.

El Museo describe al desierto de Wirikuta, en el estado mexicano de San Luis Potosí, como uno de los sitios más sagrados de los Huicholes, considerado “el lugar donde se creó el mundo”. No se deja de lado informar al público que el desierto se ha visto amenazado por proyectos mineros de empresas canadienses.

En entrevista con Notimex, después de terminar su instalación y montar otra exposición en el Instituto Cultural de México, del consulado en Montreal, Betsabeé Romero explicó por qué quiso dedicar su obra a los Huicholes.

“Los vientos soplan hacia conflictos bélicos, la contaminación, contra el diálogo, por lo que es muy oportuna esta iniciativa por la paz. Por más que el arte no tenga tanta capacidad para mover el mundo, este es un gesto de hermandad y solidaridad”.

La artista consideró que México y Canadá, “siendo vecinos mutuos de un país que va en reversa, como Estados Unidos”, es bueno que tengan este acercamiento cultural.

Con su “Tributo a Wirikuta” la artista busca dignificar la presencia y sabiduría de los pueblos huicholes de cinco estados de México, quienes han sabido cuidar el desierto para su ceremonia anual “sin adueñarse de él, enseñándonos su capacidad de convivir con la naturaleza”.

Para Romero, las llantas son un símbolo de modernidad, de contaminación, “atropellando historias y culturas que se atraviesan”. Explicó que cada círculo de las llantas es una ventana hacia afuera, en alusión al pensamiento huichol y su cosmogonía, las ventanas al universo.

Dijo sentirse orgullosa como mexicana de la enseñanza de los Huicholes: “Todos, siendo indígenas o no, debemos luchar para que existan con dignidad y defiendan sus derechos en sus negociaciones con el gobierno o empresas que están en sus sitios sagrados”.

 
 
La artista recordó que dos de los defensores de las tierras de esta comunidad, los hermanos Miguel y Agustín Vázquez fueron asesinados a finales de mayo, por lo que ella decidió dedicar una de sus instalaciones del Instituto Cultural de México a estos dos luchadores sociales.

 
 
“Miguel fue uno de los fundadores del Consejo Regional del Pueblo Huichol y logró la recuperación de predios importantes en 2016, y su hermano Agustín era un defensor de los derechos humanos”, detalló la artista.

 
 
Las llantas, un símbolo de velocidad, han sido transformadas por Betsabeé Romero como un objeto de impresión, regresando a su pasado arqueológico, son un “instrumento de la memoria y no de velocidad”.

 
 
Aclaró que los sellos cilíndricos pertenecieron a todas las culturas, no así la rueda como tal, por lo que en sus obras ha revivido esta función de las ruedas como cilindros de impresión.

 
 
“Es más universal la memoria que la velocidad. La velocidad es algo que está sobrevaluado en nuestros días, se vuelve neurótica en los jóvenes imposibilidad de conocer la paciencia, pensar, reflexionar. El arte es un ejercicio de resistencia a la velocidad, requiere de más tiempo para aportar algo a una discusión, no dice lo que dicen los periódicos todos los días”.
 
 
En Montreal Romero también vino a montar una serie de instalaciones en el Instituto Cultural de México, el espacio cultural del consulado en esta ciudad francófona.

 
 
Su exposición se titula “Las alas de los sueños no pierden sus plumas” y está abierta al público desde el 30 de mayo hasta el 11 de agosto. Se trata de siete obras sobre la migración y el peregrinar de los pueblos indígenas desde el mundo prehispánico.

“Nadie es ajeno a la migración, menos en México donde nos atraviesan los migrantes centroamericanos todos los días y los propios, nadie puede decir en mi familia no hay migrantes”, dijo la artista.
 
 
En estas instalaciones la artista representa a “La Bestia”, el tren al que se suben los inmigrantes centroamericanos con la esperanza de poner un pie en Estados Unidos.
 
 
También están los personajes de cuellos blancos con corbatas negras, como una representación de la falta de voluntad en las altas esferas del poder para alcanzar acuerdos humanitarios para proteger a los migrantes.

 
 
En el cuello blanco escribió la leyenda “Debo aprender a pedir perdón” y aclaró que las corbatas son largas pues tienen “colas que les pisen”.

 
 
Otra de sus esculturas está hecha a base de papel picado que representa las peregrinaciones prehispánicas. “Esta obra se la dediqué a los hermanos Vázquez asesinados”.

 
 
Romero ya ha participado en otras exhibiciones en Canadá, en ciudades como Vancouver, Montreal, Quebec y la Universidad de York, en Toronto, la seleccionó para hacer una residencia en 2018 trabajando con jóvenes artistas canadienses.

 
 
La artista aseguró que “no es casual la hermandad entre Canadá y México, sobre todo al estar negociando con un vecino como Estados Unidos, eso nos acerca”.

Reafirmó su compromiso por la defensa de derechos humanos de los indígenas y en su opinión esto tendría que ser global, es decir, “lo que ganan en un país debe ser en otros países, ya es tiempo de que estos derechos de los indígenas se vuelvan una lucha común”.

 
 
 
Betsabeé Romero ha realizado más de 30 exposiciones individuales en México, Estados Unidos y Europa, principalmente, entre las que destacan las del British Museum, Nevada Museum of Art, Neuberger Museum, Nelson & Atkins Museum of art.

 
 
También en el Museo Anahuacalli, el Antiguo Colegio de San Ildefonso, Museo Amparo en Puebla, MARCO y Museo de Monterrey, Canberra University Museum, Museo Carrillo Gil, la Recoleta en Buenos Aires, y varias más.
 
 
La expositora resumió su obra como “un discurso crítico acerca de temas como migración, mestizaje y movilidad, a través de la resemantización de símbolos y ritos cotidianos de la cultura del consumo global, como automóviles, tatuajes y señalización urbana”.
 
 
NTX/I/II/BGG/

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