A cien años de la muerte de Ramón López Velarde, los escritores Vicente Quirarte y Juan Villoro, miembros de El Colegio Nacional, reunieron una serie de textos en torno al poeta zacatecano, que abordan desde su formación hasta su trayectoria literaria, pasando por sus influencias, inquietudes y filiaciones políticas, en el libro La última flecha. Ramón López Velarde en El Colegio Nacional. Esta novedad editorial fue presentada por los compiladores en el salón 8 de la Expo Guadalajara.
La sesión, que formó parte de las actividades presenciales de la edición 35 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, también se transmitió en vivo por las plataformas digitales de la institución. Al tomar la palabra, Vicente Quirarte aseguró que la obra parte del testimonio de José Vasconcelos, el integrante más antiguo de El Colegio Nacional, y de Christopher Domínguez Michael, el más reciente, quien reflexiona sobre el ambiguo y peligroso título de “poeta nacional”.
El colegiado sostuvo que Ramón López Velarde es algo más que un poeta en México, “pero fuera de México nadie lo conoce o casi nadie, porque es un poeta muy nuestro, muy mexicano”. Además, recordó el estreno de la obra de teatro Retrato hablado, escrita por Juan Villoro, que trae a la memoria los textos del autor de La sangre devota (1916).
Por su parte, el escritor Juan Villoro comentó que López Velarde tuvo cuatro patrias, la más importante fue Zacatecas, su natal Jerez, en donde vivió. “Pero también vivió en San Luis Potosí y Aguascalientes, así que ese triángulo de ciudades que tienen mucha similitud, que están relacionadas entre sí, fueron decisivas para su obra. Luego la Ciudad de México, que describió como ojerosa y pintada, que quizá lo marcó menos en su poesía.”
Villoro agregó que López Velarde fue poeta de la provincia, “un poeta de las mujeres que se quedan solas, de los amores prohibidos en paredes rústicas. Es una evocación muy tradicional, pero, al mismo tiempo, es muy moderna, no es una evocación costumbrista”.
El escritor mexicano recordó que el autor de La suave patria murió a los 33 años y aseguró que se sumó a la leyenda en la que los escritores mueren jóvenes, “como dice el refrán: los elegidos de los elegidos. Es quizá la manera de consolarnos de las muertes tempranas, los dioses se los llevaron antes de tiempo”.
Agregó que el poeta escribió tres libros y hubo uno que se mantuvo inédito, “López Velarde se convirtió en el poeta más analizado y discutido de México. Sobre todo, la calidad de los textos sobre López Velarde ha sido extraordinaria, desde un temprano ensayo de Javier Villaurrutia, que fue luminoso, hasta los libros más recientes, que acaban de aparecer de Ernesto Lumbreras, Fernando Fernández, Marco Antonio Campos y muchos otros”.
En palabras del colegiado, un clásico es un autor que no deja de decir lo que tiene que decir, “es inconmensurable lo que Ramón López Velarde aún tiene que decir ante nosotros, hay incluso discusiones sobre si sus poemas se han transcrito correctamente”.
De acuerdo con el escritor, Juan José Arreola decía que era increíble lo que este muchacho tan joven dejó como un enigma que no acaba de resolverse: poesía entera. “José Luis Martínez, gran estudioso de la literatura, que fue el primero que compiló sus obras dijo: México es un país de díscolos cuando se trata de literatura, todos se pelean, hay rivalidades, envidias, etcétera. Sin embargo, López Velarde se ha convertido en un poeta muy discutido.”
La última flecha. Ramón López Velarde en El Colegio Nacional es una propuesta editorial que reúne 15 textos de autores como Antonio Castro Leal, Christopher Domínguez Michael, Salvador Elizondo, Carlos Fuentes, Octavio Paz, Javier Garciadiego, Enrique Krauze, José Emilio Pacheco, Fernando del Paso, Vicente Quirarte, Juan Villoro, Jaime Torres Bodet y Gabriel Zaid.
“Es un libro de admiración por él, hecho por miembros de El Colegio Nacional, pero esta admiración no está exenta de alguna crítica. José Emilio Pacheco, en varios ensayos que tiene en este libro, dedica uno sobre el pleito sostenido entre López Velarde y Alfonso Reyes, quien fue también miembro de la institución”, puntualizó Villoro.
Comentó que, en la historia de la literatura, es notable la buena memoria que los escritores tienen para las críticas negativas. “Está aquí también el famoso ensayo de Octavio Paz, ‘El camino de la pasión’, que el título dice mucho, porque López Velarde es un poeta de la pasión, un poeta de la carne, un poeta del espíritu. Era un poeta como muchos otros católicos, pero, era un católico pecador, por lo tanto, era un poeta arrepentido. Su poesía está llena de amores imposibles.”
“Tomamos el título de un pequeño texto que dice: La última flecha será milagrosa, porque seremos tan veloces que alcanzaremos a dispararla y a recibirla. Desempeñando en un solo acto el flechador y la víctima. Es una metáfora hermosa sobre el escritor y el lector”, finalizó el colegiado.
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