Por: Roberto A. Valenciano Capín
Son de esos días en donde se da este despligue de sonoridades que no solo confortan, sino alientan, es así como se tuvo la oportunidad de asistir a este doble bocatto musical
El primero de ellos, un excelso concierto que ofrecieron este dueto de violoncelista Johannes Raab y Daniel Kurtaz, alemán e italiano, respectivamente, con un excepcional programa en una abarrotada sala de conciertos del área de música del Centro del Arte. Gracias a Música para la Paz A. C.
Que en verdad es una regocijante noche en donde se privilegia esta gran expectativa de este viaje / encuentro de sonoridades en el que el equilibrio y la calidad individual de los músicos resultan asombrosos: Karina Colis en la batería, Samuel Martínez Herrera en el teclado y bajo, Miguel Fajardo en el violín, al tener como invitada a la cantante francesa Raphaëlle Brochet’s.
Siendo el punto de encuentro, este espléndido espacio íntimo de Terrazas 806. Café / arte.
Ante la impronta de que “el jazz es un lenguaje muy difícil de interpretar, no por la música sino porque su integridad siempre está siendo desafiada". Winston Marsalis.
Es así como esta generación de músicos entiende la música como campo abierto, no como una estancia cerrada y dividida en compartimentos herméticos.
La anfitriona Karina Colis agradece que los acompañen en esta sesión musical que dio inicio con este trememundo dialogar de sonoridades que propone el gran compositor y músico brasileño Hermeto Pascoal con su - Música das nubes do chao- por cierto, uno de los compositores favoritos de Karina.
Para sin más desplegar este ensamble esta marea envolventes de sensaciones, emociones que son incentivadas por Raphaëlle Brochet’s, al hacerle cantar / frasear al público estas partes decantadas en -Maha ganapathim. Muthuswhamy Dikshitar (india) con arreglos de Karina Colis.
No solo es esta nota dominante que despliegan este carácter que decantan los tientos de su sutileza, sino lo es también a partir de esta relatoría de estas muchas músicas que transitan, dialogan, se expanden, se reconfortan gracias a este gran despliegue interpretativo del ensamble en conjunción de la invitada a través de las piezas; -All of me- de Seymour Simons, -Body and soul- de Jhonny Green, -Sea journey- de Chick Corea.
Como - Two for the road- de Henry Mancini, -Relaxing in Camarillo- de Charlie Parker, - Take five- de Dave Brubeck y - Be my husband- de Andy Stroud. Arreglo de Karina Colis.
Es así como en esta noche de jazz ha transitado con plenitud al generar estas imágenes en su memoria, se agradece el apoyo de los gustosos que dieron fe de este concierto y, a su vez, ser parte de este crecimiento de esta escena musical potosina, así como destacar el apoyo del Colectivo San Luis Jazz, Colis Colective.
Como bien apunta Raphaëlle Brochet’s que lo importante es el sonreir y divertirse.
Raphaëlle es de padres músicos y comienza su carrera a la edad de 17 años grabando un álbum con Floris Nico-Bunink (Mingus, Billy Holliday) bajo el sello Daybreak. Después de estudiar jazz en los conservatorios franceses, pasa un año en Montreal y otro en la ciudad de Nueva York para explorar las prácticas interpretativas de América del Norte y escribir música.
Paralelamente a sus estudios de jazz, Raphaëlle viaja al sur de la India durante más de 20 años para estudiar canto carnático con Sarada Thota y konnakol con Ghatam Govindarajan. Luego recibió una beca completa de la Universidad Wesleyan, EE. UU., y obtuvo una Maestría en Etnomusicología de una de las universidades más importantes del mundo, especializada en música del sur de la India.
Sus principales colaboraciones incluyen a Nguyên Lê, Sophie Alour, Philippe Aerts, Prabhu Edouard, Olivier Louvel, Sajad Kiani, y también está muy involucrada en proyectos transversales como el teatro, la danza y el cine. También es muy activa como educadora y da talleres regulares en todo el mundo.
Los proyectos actuales de Raphaëlle como líder incluyen un dúo con Philippe Aerts y su actuación en solitario.
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