jueves, 11 de octubre de 2012

La bailarina Elisa Carrillo, cumple su anhelo de actuar en el Festival Cervantino


Por: Fabiola Palapa Quijas



Guanajuato, Gto., 9 de octubre. La mexicana Elisa Carrillo, quien ha sido considerada una de los 50 personajes más relevantes de Berlín, donde es la primera bailarina del Ballet de la Staatsoper, está feliz porque este martes cumple un sueño más en su trayectoria artística: bailar en el Festival Internacional Cervantino (FIC), que celebra su 40 edición.

En el Auditorio del Estado de Guanajuato, la solista del Ballet de la Ópera de Berlín, acompañada de su esposo, el bailarín ruso Kaniskin Mikhail, se presenta con la Compañía Nacional de Danza (CND), interpretando el ballet clásico La Esmeralda, basado en la novela de Victor Hugo, Nuestra Señora de París, el cual sólo ha sido montado por el Teatro Bolshoi y La Ópera de la capital francesa.

Cautivar y mejorar

Elisa, quien ha cautivado al público por su virtuosismo, expresa que se siente feliz, y la luz que desprende su mirada y su sonrisa reafirman sus palabras.

«Hay muchos en el extranjero que no sabían que existía una compañía de danza de México y ahora lo saben, eso es lo que me hace feliz, tener la oportunidad de hablar de esto, es un gran honor. Me siento feliz de lo que he logrado, estoy agradecida y como responsabilidad debo mejorar día a día para poner en alto el nombre de mi país. Lo que uno quiere como persona es seguir trabajando y mejorar. Estar aquí es lo que amo y la danza me está dando todo.»

La bailarina originaria de Texcoco, estado de México, en los dos años recientes ha tenido una intensa agenda de trabajo en México: galas y homenajes; incluso se creó una beca que lleva su nombre.

«Todo lo que he logrado ha sido porque he trabajado mucho. El apoyo más grande que he tenido es el de mi familia, de mis seres queridos. Sé que tuve el apoyo de mi escuela (Nacional de Danza Clásica y Contemporánea de Bellas Artes). Cuando estudié en el Instituto Nacional de Bellas Artes me apoyaron para irme al extranjero, pero tuve que trabajar, fue todo lo que hice. No ha sido nada fácil estar donde estoy, y estos dos años han sido una bendición.»

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