Lo que fuera en otro tiempo una bebida ritual, consumida por los mexicas incluso durante juegos y, sobre todo, una bebida cien por ciento nacional, el pulque es ahora un producto que ha perdido consumidores, debido a la diversidad de bebidas tanto nacionales como extranjeras que se han sabido colocarse en el mercado.
San Luis Potosí es uno de los estados que ha destacado como productor de esta bebida alcohólica. El Distrito Federal, estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Veracruz son otras entidades reconocidas por su producción.
Pese a que el estado es reconocido por ello, los expendios de pulque (pulquerías) son relegadas a la periferia de la ciudad, y en ocasiones sus dueños echan mano de estrategias para no quebrar, como el vender otro tipo de bebidas (cerveza, generalmente). A lo anterior agréguesele que en su mayoría, sus clientes son personas mayores; los jóvenes muestran poco interés por el pulque.
Ante la paulatina desaparición del pulque, han surgido proyectos que intentan rescatar la tradición. Ejemplo de ello es que los alumnos de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), Unidad Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional (IPN), crearon la empresa pulquera Orgullo Tepejano a través de la cual pretenden vender el producto artesanal embotellado.
El grupo, conformado por cinco alumnos de primer grado de la carrera de Licenciado en Relaciones Comerciales de la ESCA, tiene como misión impulsar la producción de pulque. Entre los objetivos del proyecto destaca que a futuro se pueda exportar la bebida a diversos países y con ello participar en la promoción de la cultura mexicana.
No obstante, aquí en San Luis se ve complicado el panorama tanto para aquellos que venden esta bebida alcohólica como para quienes gustan de ella.
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