La marcha de Duato de la Compañía Nacional de Danza ha dejado abierto un hueco repentino que ahora el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem) tendrá que apresurarse a rellenar. Con el Código de Buenas Prácticas en la mano, lo suyo sería abrir un concurso para encontrar al futuro director de la compañía a partir de julio de este año, cuando Duato finalmente, como se supo anteayer, dará por terminada su vinculación con la institución pública. Pero la manera en que este fin se ha producido –después de meses de tira y afloja con Cultura, y de que pareciese obvio que iba a aceptar una prórroga ofrecida hasta julio de 2011, tan sólo para rechazarla el martes– hace que ese proceso, que debería haber comenzado en mayo de 2009, sea ahora una carrera contra reloj.
Ayer, Félix Palomero, director general del Inaem, explicó a LA RAZÓN que la institución prepara ya ese concurso, aunque habrá que esperar unos meses. «Estamos en proceso de constitución del nuevo Consejo de la Danza, ante el que nos gustaría presentar el concurso», explicó. Por ese motivo, añadió, «querríamos tener el proceso en marcha antes del verano o quizá en el entorno del verano». Dado que el proceso previsiblemente llevará unos meses, es probable que se abra un vacío de poder en la CND durante varios meses.
Quién será el sustituto es a día de hoy una incógnita, aunque ya hay nombres en los mentideros de la danza. Uno que suena con fuerza es el de José Carlos Martínez, estrella del ballet de la Ópera de París. Palomero no lo confirma ni lo desmiente: «He hablado con docenas de profesionales de dentro y fuera de España, y de todas las especialidades. .. Todos pueden responder al perfil». Y aclara, cuando se le pregunta por el «modelo Mortier» (un gestor artístico por encima de directores artísticos, justo lo contrario al «modelo Duato»), que «sí, es una de las posibilidades. Es más, hay que contemplarla no sólo para la CND, sino para todas las compañías nacionales».
Los bailarines, en el filo
Con este escenario, el peor trago es para los bailarines, que viven estos días la incertidumbre de su futuro, aunque Palomero les asegurara que habrá sitio para ellos. Sobre el repertorio de la CND (propiedad, en su mayoría, de Duato), Palomero asegura que «mantenemos todos sus compromisos». Pero, transcurrido el primer año de la Era D.D. –Después de Duato–, reconoce que «está claro que el propietario moral de la obra es el que es, y puede disponer de ella», aunque desea «no tener que llegar a cuestiones de contrato». Además, Palomero quiso mandar un mensaje tranquilizador, posiblemente dirigido a los aficionados y a los bailarines de la formación: «Puedo asegurar que el futuro del repertorio contemporáneo en la CND no corre peligro»
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