Por: Roberto A. Valenciano Capín
Tal vez las argucias y la experiencia de la vida misma nos da esa razón de decir o comentar algo. Este es el caso de uno de estas inercias que han permeado por buen rato en esta capital potosina, como son los llamados concursos bajo el rubro de batallas de bandas que últimamente se realizan con mucho ánimosidad y asistencia.
Una de ellas, fue la que tuve oportunidad de ser juez de la misma, la cual se realizó en un espacio que se encuentra en el norte de esta ciudad capital potosina, De Jarras.
Honestamente, si es de reconocer el gran esfuerzo tanto de aquellos que buscan desinteresadamente el gestar los espacios y convocar a los grupos, así como también hacer partícipe a los dueños de los lugares en este tipo de eventos, pero como todo hay esa contraparte, siendo uno de ellos que este tipo de eventos que navega en la animosidad y obnibula momentáneamente el proceso creativo como gestivo, aún cuando digan muchos que el resultado expuesto en un escenario.
Por lo cual, mantengo la sólida idea de que este tipo no fortalecen a una escena, sino creo un espectro engañoso y doloso a aquellos que se dicen que son parte de una escena, el porque?, por lo siguiente:
No hay una pauta o reglas establecidas en la cuestión de parametros tanto para las bandas como para aquellos que estamos en cierta forma siendo parte de este tipo de concursos, como jurados en este caso, además de alentarse ante unos sugestivos premios que se sustancian en efectivo como en grabaciones en estudio, la contrae un aceleramiento del supuesto proceso creativo y delatar una inmadurez como banda, de ahí que se producen productos-Ep- si se puede utilizar esta palabra, como resultado de una dudosa calidad más en la cuestión propositiva y perspectiva de la banda.
Claro soy un convencido que también cumple su cometido al ser un aliciente o catador de ver las posibilidades musicales como banda de estas noveles proyectos.
Todo esto viene, por esta guerra de bandas en el cual inicialmente iba solo a ver y resulto que fui jurado, un gran compromiso, aceptándolo con mucho gusto y respeto hacia las bandas concursantes.
Bajo los lineamientos marcados bajo esta sesión que van desde la originalidad, la continuidad, el desarrollo escénico concursaron en esta edición: Dignidad Zero, al presentarse con 3 rolitas bajo un rock diseminado por el arreglo del sonido, de las cuales se destacan dos rolitas de su propia autoría, " Pop" y " mis 20 firmas".
Para dejar el foro a los Defastand con su punk rock pop, una banda que da inicio con dos covers bien interpretados, para después darnos una rola original, lo cual originó que el jurado tocará otra rola.
Memories toma el escenario con un power music, bien hecho, el cual tuvieron el acierto de utilizar bien la sonoridad del equipo para dar una buena sensación, al dejarse escuchar rolas como; " el último adiós" que forma parte del acoplado de bandas potosinas, " ansiedad" y otra rola más.
The History of Science con un rock muy energético que resalta por el equilibrio y la sensación de ser.
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