miércoles, 4 de junio de 2008

Exquisita noche de bailes españoles a cargo de la maestra Pilar Rioja.


Por: Roberto A. Valenciano Capín.

Una noche magistral en el Coloso de Villerías, al congregarse la danza, la música, el canto y la emoción por el arte emanado junto con la magia de la bailora Pilar Rioja.

Una función que sin más cimbro en el público potosino esa emoción y dejarse envolver por la personalidad que proyecta una energía en cada movimiento, gesto, en donde se ve que ese duende nunca escapo de esta estupenda veterana bailadora.

Aunque tal vez para muchos gustosos del arte de las danzas españolas, al ser partícipes del placer de una despedida de los escenarios de esta bailaora originaria de Torreón, Coahuila, la Rioja no escatima en darse todo de si en el escenario, y ser agraciada con el extendido aplauso que casi lleno este recinto, de ahí que no ha sido un sacrificio para ella, así como no ha tenido que dejar algo, ya que hay que hacer las cosas con pasión.

Un espectáculo que no solo se concreto a lo dancístico, sino también estuvo al renglón musical, a cargo de un excelente combo de músicos- con dos excelentes cantaores- para presentar un programa que incluyeron las piezas: Alegrías, Farruca, Taranta-solo de guitarras- Danzón No. 8 de Arturo Márquez, La monja basado en el texto de García Lorca, Bulerías y tientos y Tangos.

De ahí que quedo plasmado ese certero comentario del compositor español Diego Amador, “ la virtud de un bailaor, es el que te tiene que bailar es el corazón, si el corazón te baila, ya el cuerpo te baila después al ritmo de ese compás. El sentimiento me lleva a bailar, me gusta hacer música con los pies, buscar de esa forma los sonidos, los matices”, el cual se compaginó al bailarla con la energética y frenesí, la versión de la rumba flamenca “ la Negra Tomasa” y de esta forma despedirse y agradeciendo de antemano a su público potosino por estar en su despedida, no hay mejor forma que bailando, por cierto como si fuera su primera vez.

Así como aprovechar la Rioja para saludar a un amigo entrañable: el escultor Joaquín Arias, quien le hizo su escultura en bronce que actualmente preside la plaza principal de su natal Torreón.

Para después recibir un reconocimiento por su labor artística, a cargo del director de la División Cultural de la máxima casa de estudios potosina, Ing. Ramón Ortiz Aguirre.

Este evento se llevo a cabo como parte de los festejos de los 70 años de Radio Universidad. Por cierto el Teatro de la Paz fueron las primeras instalaciones de la naciente radio universitarias, según el comentario del Ing. Ortiz. en el momento de la entrega del reconocimiento a la que todos estos años de disciplina y de una entrega total a su arte, la han consolidado con los años como la mejor bailarina de flamenco, considerada así, incluso en España, donde está la mata de este arte dancístico.
Desde aquí mas que ¡olés!, sino gracias maestra por esos momentos impostergables en la memoria de mi danza.

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