lunes, 3 de mayo de 2010

"No tenemos que gustar a todo mundo"

Por: Elida Piñón

La titular de la Compañía Nacional de Danza defiende su repertorio clásico y descalifica las críticas pues, dice, "se hacen al vacío"
El proyecto artístico de la Compañía Nacional de Danza (CND) es sostener y apostar por el repertorio clásico, con una visión del siglo XIX, porque para su directora Sylvie Reynaud, la agrupación tiene varios propósitos, el mayor es: “Dar a conocer la danza clásica en México, conservar y preservar la obra tradicional que existe en el mundo entero”.
En 2000 el coreógrafo francés Jean Christophe Maillot y Les Ballets de Montecarlo sorprendieron a México y al mundo por su visión contemporánea de un clásico, presentando a La Cenicienta como una mujer de su tiempo. La capacidad para ser arriesgada y audaz, ha convertido a la compañía en una de las más prestigiadas y cotizadas del mundo.
Para Reynaud presentar la XXIV temporada de El lago de los cisnes con coreografía de 1895 es la gran labor de la CND que este año tiene un presupuesto de nueve millones de pesos, con el argumento de que son exitosas. “Esta es nuestra forma de captar al público”, dice en entrevista.
A propósito del Día Internacional de la Danza, a celebrarse hoy, este diario consultó a César Delgado, coordinador del Diccionario Biográfico de la Danza Mexicana, con una trayectoria de casi 30 años dentro del estudio e investigación de este arte escénico; y a Alberto Dallal, quien en 2008 fue reconocido por su trayectoria como crítico e investigador de la danza con el Premio Nacional de Danza José Limón. Ambos coincidieron en cuestionar la excelencia de la compañía, Delgado incluso la calificó de “mediocre”.
Reynaud descalificó los señalamientos tachándolos de “cuestión de gusto”. “Me gustaría que la crítica la hicieran de alguna de las funciones, no al vacío. ¿Cuándo y dónde la vieron? Que digan cuáles son los elementos que los llevan a decir que tiene un nivel bajo”, dijo.
Delgado le responde: “No me refiero a una obra en particular, sino al proyecto artístico de la Compañía y a su incidencia en la sociedad mexicana. La CND generalmente presenta obras como El Cascanueces, El Lago de los Cisnes o La bella durmiente, que año con año se repiten, pero no hay propuestas nuevas. No se contrata a coreógrafos reconocidos de México y el mundo para llegar a tener un prestigio internacional. El presupuesto casi siempre se va en reponer ballets, escenografías, vestuarios, pero no para proponer algo que impacte, que sorprenda, que conmueva al espectador.
Pero Reynaud es puntual. “El público que más nos interesa es el infantil”. Además, defiende la permanencia del repertorio clásico sin revitalizaciones: “La danza clásica tiene un por qué y la Compañía Nacional de Danza también tiene un por qué. No a todo el mundo le tiene que gustar ni la danza clásica ni lo que hacemos”.
En la página oficial de la CND se lee: “Es la agrupación de ballet clásico más representativa a nivel nacional, tanto por su conformación, las dimensiones de la misma y su repertorio; representa a México con lo mejor de la danza, tanto clásica como contemporánea”.
Delgado pregunta: “Si es cierto que la compañía no está para promover otra danza, yo quiero saber por qué presentan las obras de la maestra Nellie Happee que no son de repertorio tradicional. Además de las de repertorio ha presentado obras de coreógrafos nuevos, por ejemplo, hace unos años se ofreció una pieza de Raúl Parrao. Creer que la CND sólo está para lo tradicional es limitarla, condenarla a que siempre bailará lo mismo, cuando está obligada a fortalecer su tendencia artística, incluso que se permita una relectura de lo clásico. Carecen de experimentació n, de búsquedas, de renovación. El asunto es que no tiene creadores que lo hagan”.
Para Reynaud es importante señalar que la CND ha sido ganadora de reconocimientos como La Luna del Auditorio. “Acabamos de recibir ese premio por El cascanueces, tenemos la temporada de El lago de los cisnes con un éxito tremendo”.
Lo cierto, cuestiona Delgado, el Auditorio Nacional no es el espacio idóneo para llevar a escena la danza. “Presentarse en ese espacio es abaratar su función, ahí ni se puede apreciar el ballet, presentarse ahí es demagogia, sí llega a más personas pero en qué condiciones. A ver ahora qué pasa cuando regrese al Palacio de Bellas Artes”.
Finalmente Reynaud sostiene que “el nivel de la Compañía está tan bien como lo puede estar en esta región del mundo, América, no América del Norte ni del sur (…) Lo dijeron tan generalizado que no nos damos por aludidos”.
Me gustaría que la crítica la hicieran de alguna de las funciones, no al vacío.”
Sylvie Reynaud
Directora de la CND
Creer que la CND sólo está para lo tradicional es limitarla, condenarla a que siempre bailará lo mismo, cuando está obligada a fortalecer su tendencia artística, incluso que se permita una relectura de lo clásico.”
César Délgado.
Crítico e investigador
Si no han llegado a ser lo que deberían o no han salido de ahí buenos coreógrafos salvo algunos casos, pues no sé qué sucede. A lo mejor les hace falta que les lleven buenos maestros para que sean excelentes”.
Alberto Dallal
Crítico e investigador
¿DÓNDE Y CUÁNDO?
La Compañía Nacional de Danza ofrece hoy, a las 2030 horas, las coreografías Carmina Burana y Esquina bajan, de Nellie Happee, en el Auditorio Nacional.

La titular de la Compañía Nacional de Danza defiende su repertorio clásico y descalifica las críticas pues, dice, "se hacen al vacío"
El proyecto artístico de la Compañía Nacional de Danza (CND) es sostener y apostar por el repertorio clásico, con una visión del siglo XIX, porque para su directora Sylvie Reynaud, la agrupación tiene varios propósitos, el mayor es: “Dar a conocer la danza clásica en México, conservar y preservar la obra tradicional que existe en el mundo entero”.
En 2000 el coreógrafo francés Jean Christophe Maillot y Les Ballets de Montecarlo sorprendieron a México y al mundo por su visión contemporánea de un clásico, presentando a La Cenicienta como una mujer de su tiempo. La capacidad para ser arriesgada y audaz, ha convertido a la compañía en una de las más prestigiadas y cotizadas del mundo.
Para Reynaud presentar la XXIV temporada de El lago de los cisnes con coreografía de 1895 es la gran labor de la CND que este año tiene un presupuesto de nueve millones de pesos, con el argumento de que son exitosas. “Esta es nuestra forma de captar al público”, dice en entrevista.
A propósito del Día Internacional de la Danza, a celebrarse hoy, este diario consultó a César Delgado, coordinador del Diccionario Biográfico de la Danza Mexicana, con una trayectoria de casi 30 años dentro del estudio e investigación de este arte escénico; y a Alberto Dallal, quien en 2008 fue reconocido por su trayectoria como crítico e investigador de la danza con el Premio Nacional de Danza José Limón. Ambos coincidieron en cuestionar la excelencia de la compañía, Delgado incluso la calificó de “mediocre”.
Reynaud descalificó los señalamientos tachándolos de “cuestión de gusto”. “Me gustaría que la crítica la hicieran de alguna de las funciones, no al vacío. ¿Cuándo y dónde la vieron? Que digan cuáles son los elementos que los llevan a decir que tiene un nivel bajo”, dijo.
Delgado le responde: “No me refiero a una obra en particular, sino al proyecto artístico de la Compañía y a su incidencia en la sociedad mexicana. La CND generalmente presenta obras como El Cascanueces, El Lago de los Cisnes o La bella durmiente, que año con año se repiten, pero no hay propuestas nuevas. No se contrata a coreógrafos reconocidos de México y el mundo para llegar a tener un prestigio internacional. El presupuesto casi siempre se va en reponer ballets, escenografías, vestuarios, pero no para proponer algo que impacte, que sorprenda, que conmueva al espectador.
Pero Reynaud es puntual. “El público que más nos interesa es el infantil”. Además, defiende la permanencia del repertorio clásico sin revitalizaciones: “La danza clásica tiene un por qué y la Compañía Nacional de Danza también tiene un por qué. No a todo el mundo le tiene que gustar ni la danza clásica ni lo que hacemos”.
En la página oficial de la CND se lee: “Es la agrupación de ballet clásico más representativa a nivel nacional, tanto por su conformación, las dimensiones de la misma y su repertorio; representa a México con lo mejor de la danza, tanto clásica como contemporánea”.
Delgado pregunta: “Si es cierto que la compañía no está para promover otra danza, yo quiero saber por qué presentan las obras de la maestra Nellie Happee que no son de repertorio tradicional. Además de las de repertorio ha presentado obras de coreógrafos nuevos, por ejemplo, hace unos años se ofreció una pieza de Raúl Parrao. Creer que la CND sólo está para lo tradicional es limitarla, condenarla a que siempre bailará lo mismo, cuando está obligada a fortalecer su tendencia artística, incluso que se permita una relectura de lo clásico. Carecen de experimentació n, de búsquedas, de renovación. El asunto es que no tiene creadores que lo hagan”.
Para Reynaud es importante señalar que la CND ha sido ganadora de reconocimientos como La Luna del Auditorio. “Acabamos de recibir ese premio por El cascanueces, tenemos la temporada de El lago de los cisnes con un éxito tremendo”.
Lo cierto, cuestiona Delgado, el Auditorio Nacional no es el espacio idóneo para llevar a escena la danza. “Presentarse en ese espacio es abaratar su función, ahí ni se puede apreciar el ballet, presentarse ahí es demagogia, sí llega a más personas pero en qué condiciones. A ver ahora qué pasa cuando regrese al Palacio de Bellas Artes”.
Finalmente Reynaud sostiene que “el nivel de la Compañía está tan bien como lo puede estar en esta región del mundo, América, no América del Norte ni del sur (…) Lo dijeron tan generalizado que no nos damos por aludidos”.
Me gustaría que la crítica la hicieran de alguna de las funciones, no al vacío.”
Sylvie Reynaud
Directora de la CND
Creer que la CND sólo está para lo tradicional es limitarla, condenarla a que siempre bailará lo mismo, cuando está obligada a fortalecer su tendencia artística, incluso que se permita una relectura de lo clásico.”
César Délgado.
Crítico e investigador
Si no han llegado a ser lo que deberían o no han salido de ahí buenos coreógrafos salvo algunos casos, pues no sé qué sucede. A lo mejor les hace falta que les lleven buenos maestros para que sean excelentes”.
Alberto Dallal
Crítico e investigador
¿DÓNDE Y CUÁNDO?
La Compañía Nacional de Danza ofrece hoy, a las 2030 horas, las coreografías Carmina Burana y Esquina bajan, de Nellie Happee, en el Auditorio Nacional.

La titular de la Compañía Nacional de Danza defiende su repertorio clásico y descalifica las críticas pues, dice, "se hacen al vacío"
El proyecto artístico de la Compañía Nacional de Danza (CND) es sostener y apostar por el repertorio clásico, con una visión del siglo XIX, porque para su directora Sylvie Reynaud, la agrupación tiene varios propósitos, el mayor es: “Dar a conocer la danza clásica en México, conservar y preservar la obra tradicional que existe en el mundo entero”.
En 2000 el coreógrafo francés Jean Christophe Maillot y Les Ballets de Montecarlo sorprendieron a México y al mundo por su visión contemporánea de un clásico, presentando a La Cenicienta como una mujer de su tiempo. La capacidad para ser arriesgada y audaz, ha convertido a la compañía en una de las más prestigiadas y cotizadas del mundo.
Para Reynaud presentar la XXIV temporada de El lago de los cisnes con coreografía de 1895 es la gran labor de la CND que este año tiene un presupuesto de nueve millones de pesos, con el argumento de que son exitosas. “Esta es nuestra forma de captar al público”, dice en entrevista.
A propósito del Día Internacional de la Danza, a celebrarse hoy, este diario consultó a César Delgado, coordinador del Diccionario Biográfico de la Danza Mexicana, con una trayectoria de casi 30 años dentro del estudio e investigación de este arte escénico; y a Alberto Dallal, quien en 2008 fue reconocido por su trayectoria como crítico e investigador de la danza con el Premio Nacional de Danza José Limón. Ambos coincidieron en cuestionar la excelencia de la compañía, Delgado incluso la calificó de “mediocre”.
Reynaud descalificó los señalamientos tachándolos de “cuestión de gusto”. “Me gustaría que la crítica la hicieran de alguna de las funciones, no al vacío. ¿Cuándo y dónde la vieron? Que digan cuáles son los elementos que los llevan a decir que tiene un nivel bajo”, dijo.
Delgado le responde: “No me refiero a una obra en particular, sino al proyecto artístico de la Compañía y a su incidencia en la sociedad mexicana. La CND generalmente presenta obras como El Cascanueces, El Lago de los Cisnes o La bella durmiente, que año con año se repiten, pero no hay propuestas nuevas. No se contrata a coreógrafos reconocidos de México y el mundo para llegar a tener un prestigio internacional. El presupuesto casi siempre se va en reponer ballets, escenografías, vestuarios, pero no para proponer algo que impacte, que sorprenda, que conmueva al espectador.
Pero Reynaud es puntual. “El público que más nos interesa es el infantil”. Además, defiende la permanencia del repertorio clásico sin revitalizaciones: “La danza clásica tiene un por qué y la Compañía Nacional de Danza también tiene un por qué. No a todo el mundo le tiene que gustar ni la danza clásica ni lo que hacemos”.
En la página oficial de la CND se lee: “Es la agrupación de ballet clásico más representativa a nivel nacional, tanto por su conformación, las dimensiones de la misma y su repertorio; representa a México con lo mejor de la danza, tanto clásica como contemporánea”.
Delgado pregunta: “Si es cierto que la compañía no está para promover otra danza, yo quiero saber por qué presentan las obras de la maestra Nellie Happee que no son de repertorio tradicional. Además de las de repertorio ha presentado obras de coreógrafos nuevos, por ejemplo, hace unos años se ofreció una pieza de Raúl Parrao. Creer que la CND sólo está para lo tradicional es limitarla, condenarla a que siempre bailará lo mismo, cuando está obligada a fortalecer su tendencia artística, incluso que se permita una relectura de lo clásico. Carecen de experimentació n, de búsquedas, de renovación. El asunto es que no tiene creadores que lo hagan”.
Para Reynaud es importante señalar que la CND ha sido ganadora de reconocimientos como La Luna del Auditorio. “Acabamos de recibir ese premio por El cascanueces, tenemos la temporada de El lago de los cisnes con un éxito tremendo”.
Lo cierto, cuestiona Delgado, el Auditorio Nacional no es el espacio idóneo para llevar a escena la danza. “Presentarse en ese espacio es abaratar su función, ahí ni se puede apreciar el ballet, presentarse ahí es demagogia, sí llega a más personas pero en qué condiciones. A ver ahora qué pasa cuando regrese al Palacio de Bellas Artes”.
Finalmente Reynaud sostiene que “el nivel de la Compañía está tan bien como lo puede estar en esta región del mundo, América, no América del Norte ni del sur (…) Lo dijeron tan generalizado que no nos damos por aludidos”.
Me gustaría que la crítica la hicieran de alguna de las funciones, no al vacío.”
Sylvie Reynaud
Directora de la CND
Creer que la CND sólo está para lo tradicional es limitarla, condenarla a que siempre bailará lo mismo, cuando está obligada a fortalecer su tendencia artística, incluso que se permita una relectura de lo clásico.”
César Délgado.
Crítico e investigador
Si no han llegado a ser lo que deberían o no han salido de ahí buenos coreógrafos salvo algunos casos, pues no sé qué sucede. A lo mejor les hace falta que les lleven buenos maestros para que sean excelentes”.
Alberto Dallal
Crítico e investigador

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