Por: Roberto A. Valenciano Capín
Pocas veces se tiene la oportunidad de escuchar y a la vez disfrutar un concierto bien ejecutado con talante y talento por el trío integrado por los hermanos Vélez Flores. Al inaugurar las actividades culturales programadas por semana santa 2012 del Instituto Potosino de Bellas Artes y tener como escenario el teatro de Difusión cultural "Raúl Gamboa" de dicha institución cultural.
En esta noche presentaron un programa integrado por obras de: Bach, Kreisler, Kuhlau, Wieniawski, Debussy, Borowski, Faure y Monti. Aún cuando no abarcan quizás los compositores más importantes a excepción de Bach, se tiene un toque y el pulso creativo que va desde el barroco, el clásico, el romántico y pasando un poco por el impresionismo.
Siendo para los hermanos Vélez este concierto como "una pequeña probadita a la gente no ser muy dada de escuhar música clásica, optamos por piezas quizás ligeras a excepción de Bach que esa es la parte más fuerte del programa" comentó el pianista Asael Vélez Flores.
Una primera parte dedicada al genio alemán Johann Sebastián Bach con su Triosonate G-Dur, en esta ocasión arreglado para piano, violín y flauta a partir de la partitura original para dos flautas y bajo continuo.
Una obra originalmente escrita para dos flautas y bajo continuo, la cual se destaca por la diversidad y el gran virtuosismo que dificulta la intepretación técnica del ejecutante, pero aun así una interesante exposición a tres voces sin olvidar su complejidad, expresiva y estimulante. Siendo muy bien ejecutada por este trío de músicos potosinos.
Una segunda parte que dio inicio con la obra Rondino sobre un tema de Beethoven para violín y piano del compositor Fritz Kreisler, considerado uno de los violinistas más importantes del siglo 20, tanto para su forma de tocar, así como su composición para el instrumento. Al plasmar el contraste de una depurada técnica con la infalible mezcla de colorido y animados estilos que le dan su particularidad a esta obra, gracias a la limpia ejecución de Ossiel Vélez Flores.
Un acierto, fue el saber intercalar timbres de los instrumentos y de esta manera ofrecer al escucha que se dio en buena cita de un abánico de sonoridades expuestas a través de las obras presentadas en este recital, reforzada por una decantada técnica del ensamble, al comentar al respecto Asael. "No nos cuesta trabajo esta parte de comunicarnos mediante el tiempo y el ritmo de la música porque lo sentimos. Yo creo que esa conexión como hermanos nos ayuda a sentir la música y no estar pensando más allá de".
Fluyo con el Divertimento Op. 68 No.6 para flauta y piano del compositor Friedrich Kuhlau y proseguir este sendero planteado por este trío con la Piesn Polska Op 12 No.2 de Wienawski bajo el letmotiv de la canción tradicional polaca, interpretada por Essel Vélez Flores.
Una visita al impresionismo de Debussy con su obra -En bateau-, para volver al tenor clásico con la Adoration de F. Borowski , -Sicilienne- de Faure y concluír con la bien conocida -Czardasz de Monti, dándole el plus de entremezcalr puntualmente las voces solistas del violín y flauta que incidieron en un extendido aplauso del respetable.
De ahí que la magia que diseminó este programa creado especialmente para esta noche es en voz de su pianista y maestro Asael Vélez Flores. " En la parte de Bach exploramos ese tejido y textura musical que sí es compleja para quien la toca obviamente más, pero si exploramos esa parte polifónica de entre ir entremezclando las voces de los diferentes instrumentos y el acompañamiento, en este caso del piano, si se mezclan estas textura y nos vamos más a una parte más homofónica, un acompañamiento más clásico con acordes y basado en una melodía principal. Yo creo que si se lleva la gente desde una parte más cerebral y la vamos llevando gradualmente a una zona más emotiva".
Pocas veces se tiene la oportunidad de escuchar y a la vez disfrutar un concierto bien ejecutado con talante y talento por el trío integrado por los hermanos Vélez Flores. Al inaugurar las actividades culturales programadas por semana santa 2012 del Instituto Potosino de Bellas Artes y tener como escenario el teatro de Difusión cultural "Raúl Gamboa" de dicha institución cultural.
En esta noche presentaron un programa integrado por obras de: Bach, Kreisler, Kuhlau, Wieniawski, Debussy, Borowski, Faure y Monti. Aún cuando no abarcan quizás los compositores más importantes a excepción de Bach, se tiene un toque y el pulso creativo que va desde el barroco, el clásico, el romántico y pasando un poco por el impresionismo.
Siendo para los hermanos Vélez este concierto como "una pequeña probadita a la gente no ser muy dada de escuhar música clásica, optamos por piezas quizás ligeras a excepción de Bach que esa es la parte más fuerte del programa" comentó el pianista Asael Vélez Flores.
Una primera parte dedicada al genio alemán Johann Sebastián Bach con su Triosonate G-Dur, en esta ocasión arreglado para piano, violín y flauta a partir de la partitura original para dos flautas y bajo continuo.
Una obra originalmente escrita para dos flautas y bajo continuo, la cual se destaca por la diversidad y el gran virtuosismo que dificulta la intepretación técnica del ejecutante, pero aun así una interesante exposición a tres voces sin olvidar su complejidad, expresiva y estimulante. Siendo muy bien ejecutada por este trío de músicos potosinos.
Una segunda parte que dio inicio con la obra Rondino sobre un tema de Beethoven para violín y piano del compositor Fritz Kreisler, considerado uno de los violinistas más importantes del siglo 20, tanto para su forma de tocar, así como su composición para el instrumento. Al plasmar el contraste de una depurada técnica con la infalible mezcla de colorido y animados estilos que le dan su particularidad a esta obra, gracias a la limpia ejecución de Ossiel Vélez Flores.
Un acierto, fue el saber intercalar timbres de los instrumentos y de esta manera ofrecer al escucha que se dio en buena cita de un abánico de sonoridades expuestas a través de las obras presentadas en este recital, reforzada por una decantada técnica del ensamble, al comentar al respecto Asael. "No nos cuesta trabajo esta parte de comunicarnos mediante el tiempo y el ritmo de la música porque lo sentimos. Yo creo que esa conexión como hermanos nos ayuda a sentir la música y no estar pensando más allá de".
Fluyo con el Divertimento Op. 68 No.6 para flauta y piano del compositor Friedrich Kuhlau y proseguir este sendero planteado por este trío con la Piesn Polska Op 12 No.2 de Wienawski bajo el letmotiv de la canción tradicional polaca, interpretada por Essel Vélez Flores.
Una visita al impresionismo de Debussy con su obra -En bateau-, para volver al tenor clásico con la Adoration de F. Borowski , -Sicilienne- de Faure y concluír con la bien conocida -Czardasz de Monti, dándole el plus de entremezcalr puntualmente las voces solistas del violín y flauta que incidieron en un extendido aplauso del respetable.
De ahí que la magia que diseminó este programa creado especialmente para esta noche es en voz de su pianista y maestro Asael Vélez Flores. " En la parte de Bach exploramos ese tejido y textura musical que sí es compleja para quien la toca obviamente más, pero si exploramos esa parte polifónica de entre ir entremezclando las voces de los diferentes instrumentos y el acompañamiento, en este caso del piano, si se mezclan estas textura y nos vamos más a una parte más homofónica, un acompañamiento más clásico con acordes y basado en una melodía principal. Yo creo que si se lleva la gente desde una parte más cerebral y la vamos llevando gradualmente a una zona más emotiva".
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