sábado, 1 de junio de 2013

CIERRA LA PANADERÍA "EL PORVENIR" Y CON ELLO COMIENZAN A DESPEDIRSE LAS TRADICIONES POTOSINAS


Por: Fernando Bermúdez | Plano Informativo

La vida del Centro Histórico perderá uno de los emblemas más significativos del último siglo. La tradicional panadería El Porvenir cerrará sus puertas luego de cien años de deleitar con su variedad de panes artesanales, esto por el olvido y abandono de vecinos y autoridades en la reactivación de esta zona.

Lo anterior lo reveló en entrevista María Carreras Lomelí, propietaria de este establecimiento, quien comentó que este viernes 31 de mayo se cocinarán las últimas semitas, bolillos, conchas y mantecadas que identificaron a la calle Morelos esquina con Abasolo, el aroma a pan recién horneado nunca más será referente de esta esquina a un costado de la Iglesia de San Agustín.
 
“Con mucho dolor hemos tomado la decisión de cerrarla, como tú te puedes dar cuenta el centro se está muriendo y no veo que las autoridades hagan nada, se fueron las familias, se fueron las casas, en todo esto también había oficinas, todavía había movimiento…”, lamentó.
 
El abandono de la fincas, la pérdida de espacios, el comercio ambulante y las grandes cadenas comerciales fueron el principal motivo para que María Carreras decidiera apagar los hornos que en principio eran  calentados por leña, después por diesel y últimamente –por disposiciones de las autoridades de sanidad- por gas natural.
 
“Los hornos los recuerdo desde mi niñez, yo nací y crecí aquí”, lamentó  María con mirada melancólica y llena de recuerdos, y cien años de historias que acompañaron la vida diaria de San Luis Potosí.
 
Todo comenzó justo en el 1913, cuando José Lomelí López, proveniente de Aguascalientes fundó en base a sus conocimientos en panadería El Porvenir, después de cinco años de elaboración, en 1918 adquirió una finca a unos pasos del Teatro Abasolo, el primer teatro construido en San Luis Potosí, hoy no se escucha ópera, para lo que fue diseñado por el en su momento único domo en México.
 
Fue entonces cuando la tradición de las semitas comenzó a dispersarse por los barrios de la ciudad. Su familia se cimentó en San Luis, uno de los hijos de don José se dedicó a la ganadería y su hija se casó con Francisco Carreras, prestigiado músico potosino.
 
“Al morir mis abuelos, mi esposo Alberto Cid y yo nos hicimos cargo del negocio hace exactamente 40 años”.
 
 “Durante la Guerra Cristera mi abuelo fue detenido y mi abuelita siempre le llevaba semitas y él las compartía con los celadores, los soldados o los internos, y cuando los sacaron para fusilarlos le dicen al general ‘oiga mi general pues él es el señor de las semitas, -ah pues déjenlo ir’ (…) sus semitas le salvaron la vida y ese afán de servicio”, recordó.
 
Respecto a la vida de su abuelo, María Carrera señaló que fue fundador de Acción Nacional en el estado cuando aún era un partido de oposición, de Sembradores de Amistad, de la Cámara de la Industria Panificadora, así como presidente de la Canacintra y de la Cruz Roja.
 
De esta manera, destacó la participación de su familia durante las inundaciones que aquejaron la capital del estado, donde a algún funcionario se le ocurrió poner costales a la cortina de la presa para poder así captar más agua, lo que provocó que se desbordara.
 
El Porvenir acompañó también un lapso muy importante de la vida política potosina, el Navismo en la década de los cincuenta florecía y los integrantes de la familia Lomelí estuvieron, presentes.
 
 “Mi abuelo fue uno de los opositores contra Gonzalo Santos, mi abuelo se le enfrentó junto con Roque Delgado y otra persona que no recuerdo su nombre. En sus memorias Gonzalo Santos relata como mi abuelo lo enfrentaba, claro a su modo”, María Carrera esbozaba una sonrisa mientras lo relataba.
 
Otra de las anécdotas fue cuando Gonzalo Santos reconoció a sus copartidistas que prefería tener un enemigo político como José Lomelí y no 20 amigos como los que supuestamente tenía.
 
 “En la balacera que hubo en la Plaza de Armas fue terrible, la viví muy de cerca; porque el 15 de septiembre iban a dar el grito el gobernador en palacio y los navistas en el jardín de Tequis (…) recibimos el pitazo de que aunque se recibieran provocaciones, no se debía salir de Tequis”.
 
Al llevarse a cabo la celebración del grito en Tequis personas empezaron a intentar provocarlos en vehículos, sin embargo, no respondieron a las mismas, minutos más tarde se suscitó el enfrentamiento al que quisieron responsabilizar al movimiento, sin embargo, ante la alerta no se logró con ese objetivo.
 
Miles de historias se silenciarán junto con el cierre de El Porvenir, cien años de pan e historia.
 
 
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1 comentario:

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