El suceso más significativo en el gremio de la danza en 2013 fue la 
muerte de Guillermina Bravo (Veracruz, 1920-Querétaro, 2013), bailarina, 
coreógrafa, fundadora y directora del Ballet Nacional de México, grupo que marcó 
una pauta en la danza 
moderna en el país.
Bravo, mentora de varias generaciones de bailarines, puso al país a la 
vanguardia mundial durante el siglo XX. No obstante, en sus últimos años de vida 
contó con escasos recursos oficiales para continuar con su labor creativa y de 
enseñanza, cristalizada en uno de sus grandes proyectos: su escuela en 
Querétaro, el Colegio Nacional de Danza Contemporánea.
Tras su fallecimiento, las autoridades locales y federales aseguraron que 
apoyarán esa institución que impulsa la profesionalización de la danza, y se 
comprometieron a difundir el legado de Bravo.
En 2013 se celebraron los 50 años de la Compañía Nacional de Danza (CND), la 
cual, con el nombramiento de la bailarina Laura Morelos como directora, inició 
un proyecto de modernización con el montaje de propuestas neoclásicas de grandes 
coreógrafos como el francés Maurice Béjart.
La renovación también contempla presentaciones en parques de la ciudad de 
México a partir de marzo de 2014, con el propósito de atraer nuevos públicos, 
entre ellos, los que no cuentan con los recursos para pagar un boleto para una 
función.
Asimismo, se realizará un concurso de coreografía; la idea de Morelos es que 
sean los bailarines quienes enriquezcan el repertorio con piezas 
contemporáneas.
Este año, el Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas a novedosas propuestas 
coreográficas, entre ellas a la compañía Delfos Danza Contemporánea, que 
presentó una versión vanguardista de La consagración de la primavera, 
con motivo del centenario de la partitura de Igor Stravinsky.
Los cuerpos de los bailarines rompieron por completo con la coreografía de 
Vaslav Nijinsky. Para la compañía independiente fue significativa esta obra 
porque les permitió replantearse como artistas escénicos, coreógrafos y 
generadores de imágenes.
Una pieza que generó diversas opiniones por la temática que planteó y la 
forma de abordarse en escena fue Macbeth, ciudad insomnio, de Jaime 
Camarena. El personaje de William Shakespeare apareció en la época actual como 
estrella de rock, acompañado por Lady Macbeth, quien al inicio de la 
obra se mostró desnuda en uno de los palcos del recinto.
La intención del coreógrafo fue reflejar cómo las redes sociales convierten 
en figuras públicas a las personas, y al final el público sólo vio una mezcla de 
danza contemporánea y un programa de televisión.
En julio, como cada año, la Coordinación Nacional de Danza realizó el ciclo 
Danza en el Palacio de Bellas Artes. Los coreógrafos que participaron fueron 
Cecilia Appleton, Vicente Silva Sanjinés, Marco Antonio Silva, Diego Vázquez y Raúl 
Parrao, entre otros.
Este año, el tema de la violencia e inseguridad en México fue abordado desde 
diversas perspectivas por los coreógrafos de danza contemporánea nacionales y 
extranjeros. Entre ellos figura Magdalena Brezzo, quien con su compañía Camerino 
4, presentó la obra Serie negra en la sala Miguel Covarrubias del 
Centro Cultural Universitario.
La pieza hace alusión a la indiferencia de la sociedad por el número de 
muertos que se incrementa cada día en el país. La coreógrafa se enfocó en la 
apatía de la población y en cómo la violencia se ha convertido en parte de la 
cotidianidad.
Por su parte, Rossana Filomarino creó la obra N°..., No identificado, 
en la cual se refirió de manera metafórica a la violencia. El francés Frank 
Micheletti, quien visitó este año el país, fue otro coreógrafo que plasmó lo que 
sucede actualmente en su obra Mexican corner, que presentó en el 
espacio cultural La Cantera.
En cuanto al ambiente dancístico en el interior de la República Mexicana, 
este año se inauguró el Centro de Producción de Danza Contemporánea de Veracruz, 
que se convirtió en la sede de la compañía Ángulo Alterno, que dirige Alonso 
Alarcón. El centro se dedica a fomentar la creatividad en los niños y jóvenes 
para que adquieran una formación.
Otro acto que se espera tenga repercusión en el desarrollo de la danza en el 
país es la creación de la fundación de la bailarina mexicana Elisa Carrillo, 
constituida en julio pasado, con el fin de impulsar el arte dancístico y en un 
futuro crear un Instituto Nacional de Coreografía en México.
La Fundación Elisa Carrillo Cabrera AC plantea un acercamiento entre 
estudiantes y maestros mexicanos con sus pares de otros países mediante la 
participación de cursos, certámenes de competencia y cualquier otro medio que 
permita compartir experiencia y conocimiento.
Durante el presente año, el público también disfrutó de espectáculos 
internacionales en diversos foros del país. Entre las compañías que actuaron 
figuran: Sidney Dance Company de Australia, la agrupación china Tao Dance 
Theatre, Sankai Juku, con el coreógrafo y bailarín japonés Ushio Amagatsu, así 
como la compañía de danza Thor, con la dirección del coreógrafo belga Thierry 
Smits, que se presentó en diciembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario