miércoles, 11 de octubre de 2017

Antología de cuento catalán




Este volumen contiene quince relatos de autores catalanes, escritos entre 1936 y 2010, escogidos y reunidos aquí por Francesc Garreta con la pretensión de dar una visión de la diversidad y riqueza del cuento catalán. Los autores incluidos son: Mercé Rodoreda, Salvador Espriu, Pere Calders, Joan Perucho, Jesús Moncada, Carme Riera, Maria Barbal, Quim Monzó, Sergi Pàmies, Albert Sánchez Piñol, Vicenç Pagès, Miquel Baixaulli y Lluís Ferran de Pol.


“La selección –afirma el compilador- enlaza la generación de escritores de la guerra civil con nuestros días. Una generación, la más antigua, que vio literalmente partida su existencia por la contienda”. Esta escisión, añade, “que para algunos constituyó básicamente el exilio, para otros, los que permanecieron en el país, representó la prohibición del uso de la lengua propia, un exilio interior”. Formar parte del pueblo perdedor, del pueblo exiliado, “supuso ver condicionado el proceso creativo a la lejanía cultural o ver sometida la obra creada a un doble silencio. La imposibilidad de publicar en el interior y la falta de un público receptor en su lengua en los que tuvieron la posibilidad de publicar en el exterior”. La lengua devino expresión de patria y supuso “tanto un libre acto de creación” como de “supervivencia cultural”, lo cual se percibe en los relatos de Mercè Rodoreda, Pere Calders y Ferran de Pol, aquí reunidos.


Francesc Garreta cita en su prólogo a Harold Bloom, quien señala dos vías en la producción del cuento occidental, “la chejoviana, como eje principal, en alternancia con la que deriva del modo que llama kafkiano-borgesiano. Una, realista, de construcción psicológica; otra, más fantástica y hasta fantasmagórica”, de acuerdo con Garreta, cuya percepción sobre el cuento catalán resume con una frase contundente: “No hay duda –expresa- que en su mayor parte el cuento catalán sigue el modo chejoviano”. Por esto, añade, “la obra de Joan Perucho, de tendencia fantasmagórica y ambientes cercanos al mundo gótico, supone una llamativa excepción” durante los años en que la literatura catalana se inclinaba mayoritariamente al realismo histórico. El sello identificativo que se descubre lo mismo en los cuentos del autor de “Las arañas”, que en sus novelas y poesía, consiste, al parecer de Garreta, en “no desligar dichos ambientes con la realidad contemporánea, algo que consigue de forma magistral y poética”.



Tras las grandes figuras de Salvador Espriu, Mercè Rodoreda, Francesc Trabal, Pere Calders y Llorenç Villalonga, que producen su obra en el eje histórico de la contienda, Francesc Garreta reconoce a una generación “algo más joven pero que aún recibió su embate, en medio de una posguerra larga y tenebrosa, en medio de una pobrísima cultura oficial propia de los sistemas totalitarios”. Entre sus integrantes, el compilador menciona a Jordi Sarsanedas, Joseph Maria Espinás, Joseph Palau i Fabre y Joquim Carbó. Una generación, destaca Garreta, que “tuvo la oportunidad de manifestarse en circunstancias posteriores, en los estertores del franquismo, para enlazar y establecer la tradición –en el concepto clásico de traspaso-, a la siguiente generación”, en la que la obra de Jesús Moncada “aparece de forma sorprendente, con un arranque de un alto nivel que no desfallecerá en ningún momento de su producción”. En cuanto a la obra de mayor influencia en la literatura catalana actual, Garreta destaca la narrativa de Quim Monzó.


La Antología de cuento catalán ofrece una gran variedad de estilos narrativos, así como de autores pertenecientes a distintas generaciones, los cuales muestran el vasto panorama y la riqueza en matices del cuento catalán.

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