El tenor español Plácido Domingo dirigió ayer una nueva adaptación del Don Giovanni, de Mozart, en el mismo foro de Praga en el que se estrenó esta ópera el 29 de octubre de 1787, hace 230 años. El Teatro de los Estamentos, de estilo clasicista, es la única escena que queda activa de todas aquellas en las que Mozart en persona estrenó una de sus obras.
Todavía siento emoción de estar en el foso de la orquesta, donde estaba ahí Mozart dirigiendo. La verdad que eso y el haber tenido en mis manos la partitura del original, con la escritura de él son cosas que no se olvidan”, dijo Domingo antes del concierto, que se repetirá mañana en este mismo lugar.
El teatro terminó de construirse en 1783, cuatro años antes del estreno de esta ópera bufa, cuyo nombre completo en español es El libertino castigado o Don Juan(Don Giovanni).
La ópera, con libreto del italiano Lorenzo da Ponte, con quien Mozart colaboró en Las bodas de Figaro, narra las desventuras amorosas de un noble mujeriego, Don Giovanni, que en un lance con una chica prometida mata al padre de la joven, y luego sale huyendo, en una persecución que da pie a nuevos líos.
Del personaje no me atrae nada, porque lo encuentro muy negativo. Se puede entender que sea un conquistador, pero que trate bien a las mujeres, que tenga simpatía. El personaje no tiene nada de simpatía”, dijo sobre la figura del protagonista, a quien ha rechazado representar.
No me gusta nada. De hecho, me lo han pedido hacer y he dicho que no puedo. No puedo hacerlo porque no lo siento”, dijo.
A la función inaugural hace 230 años asistió el aventurero y escritor Giacomo Casanova, que dio a luz a una leyenda de excesos amorosos y que incluso colaboró con Da Ponte en el libreto. “Eran conquistadores, pero creo que las mujeres tenían la culpa también, porque los buscaban. De dónde iban a tener tantísimas mujeres. Porque ellas querían estar en la lista. Era una vida completamente amoral y bueno, los dos (Casanova y Don Giovanni) han sido famosos por eso”, dijo Domingo.
Pero más que esta historia de conquistas amorosas, el tenor prefiere quedarse con el mensaje de una música inmortal. “La obra es sensacional. Una de las obras más grandes de la historia de la música, y cada vez que la dirijo la encuentro con más profundidad, encuentro que tiene una orquestación increíble y una dificultad dentro de la sencillez; claro, estamos en una época donde la música es completamente melódica”, señaló el madrileño.
El tenor explicó que en época de Mozart no existían “todas las armonías que hoy conocemos; para esa época es una obra de arte, de las mejores óperas que se han hecho”.
Fuente: EFE
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