“Con un programa titulado “Doulce Mémorie” de la agrupación potosina “Danserye” continuará esta XI edición del Festival de Música Antigua y Barroca, ofrecerá un concierto este lunes 3 de noviembre a las 20:30 horas, con entrada libre, en el cual estará comprendido con composiciones que hace algunos años sólo se encontraban en museos o colecciones privadas, o bien como referencias bibliográficas.
De ahí que los asistentes podrán escuchar piezas de autores como Pierre Sandrin, Francisco Guerrero, Clément Janequin, Adriano Banchieri, Pierre Bonnet y Josquin Desprez. Además de composiciones de autores anónimos de origen inglés y catalán.
La agrupación está formada por: Angelina Martínez Ortíz, contralto, flautas, arpa judía, percusión; Erika Vázquez Colis, mezzo-soprano, tambor, pandero, crótalos; Daniel Moreno Rosales, tenor, flautas, cornamusas, cromhornos, zanfona.
También participan Santiago Martínez Martínez, barítono, percusionista, doumbek, tambor marroquí, tarahumara; Gerardo Mendoza Villafuente, bajo, flautas, kelhorn, ocarina; Martín Ángel Martínez Castro, barítono, viola da gamba, laúd, dulcimer, hammer dulcimer, oud. En esta sesión contarán con los músicos invitados: Martín Sánchez, laúd renacentista; y Emmanuel Pool C., contratenor.
Sobre “Danserye”, Miguel Ángel Martínez Castro ha escrito que “Los ecos de la música antigua llegaron hasta nuestro suelo para encontrar tierra propicia en un sexteto de músicos que, reunidos a la usanza de los viejos juglares, juegan y gozan con la música y revive a nuestros oídos composiciones que hace unos cuantos años solo se encontraban en museos o colecciones privadas, o bien como referencias bibliográficas.
Con el saltarín nombre de Danserye –tomado de una publicación de Tielman Susato- este grupo potosino ha decidido subir al barco de lo histórico y reunir poco a poco lo más importante en una agrupación de este tipo: los instrumentos.
Los músicos de Danserye son espíritus acuciosos que encuentran en la música antigua el medio idóneo para expresar sus ideas, al romper arcanos que estaban cerrados o vedados a los oídos comunes, con la búsqueda de lo antiguo, se convierten al mismo tiempo en antiguos y por ende protectores y difusores de un arte que indudablemente debió ser extraordinario para subsistir a los siglos y mantener su vigencia y frescura.
La búsqueda continua de material musical para enriquecer su repertorio da como resultado una variedad interesante en timbres y texturas, gracias a su basta colección de facsímiles de instrumentos antiguos y que han sabido conjuntar exquisitamente con las voces de sus integrantes”.
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