No hay mejor forma de festeja este aniversario de un proyecto que diera su primera temporada el pasado 8 de Julio, pero del 2000. Casi una década de trabajo, sazón y tesón para que los potosinos tuvieramos este despliegue musical y de cultura musical anhleado por muschos, el cual encabeza este proyecto, el Mtro. José Miramontes Zapata y todo su equipo de trabajo tanto en el aspecto musical como administrativo, sin hacer dejo del patronato de amigos de la OSSLP que han apoyado infatigablemente este proyecto por expander sus propuest cultural y musical .
Nueve años que conlleva el ocupar un reconocido lugar entre las agrupaciones orquestales sinfónicas mexicanas, así como elpresentar en diversos foros de Europa, China y en especial su histórico concierto en la Grosser Saäl de la Musikverein de Viena, Austria. Además de copartir con reconocidas figuras de la dirección e interpretación musical de nuestro país como internacionales. Varias cantatas, óperas, música ligera y lo más importante como es la creación de un bastión para la gestación y promoción de músicos potosinos, sin hacer dejo del público que ha estado en las buenas y las malas de esta sinfónica de los potosinos, el apoyar incondicionalmente con conciertos en beneficio a instituciones altruistas y su labor por la cultura musical mediante programas de conciertos didácticos y de música de diversos ensambles de cámara que han llegado a lugares que rara vez se ha escuchado música sinfónica.
Con gran acierto del Mtro. Miramontes, dio inicio con una voz muy peculiar y darle su lugar sonoro como es la guitarra, con el Concierto No. 3 "Eligíaco" para guitarra y orquesta del compositor cubano, Leo Brouwer, la cual fue intepretada por el guitarrista Juan Pablo Rivera Sierra con aplomo y talante de esta obra que fue muy exigente tanto en el aspecto técnico como emotivo, al presentar amplios paisajes sonoros que dan en momentos ese toque de lamento por parte de la orquesta, al lograrse interesantes efectos sonoros en base a una estructuras rítmicas de gran viveza dinámica y en el que el efecto del xilófono con la guitarra crea un espectro elegíaco de este compositor que es considerado el más importante y universal de los compositores cubanos de este siglo. En el campo específico de la guitarra es posiblemente el más grande de los autores vivos.
Para proseguir con la saga con las obras del genio alemán, al presentarnos el triple concierto para violonchelo, violín y piano Op. 56 en Do Mayor de Ludwing Van Beethoveen. Se destaca por ser el único concierto que compuso Bethoveen para más de un instrumento solista, el cual fue escrito para su púpilo el archiduque Rudolf von Habsburg Lothringen, y por ello el piano tiene una factura más accesible en comparación con los otros dos instrumentos solistas.
Una obra que es guiado por la voz del violoncello para iniciar con un tema de carácter airoso para encadenarlo con ese eco que recorre de iigual tensión ese pasaje por los demás instrumentos y desencadenar en un alto grado de ejecución técnica y airoso clímax sonoro.
Al percibirse de una excelente fusión del ensamble de los solistas, al lograr armonizar y crear un clímax en cuanto a la interpretación, temperamento e intensidad de estos pasaje etéreo bajo el influjo inicial de la romanza, para conducirnos de ipso facto a una graciosa variante orquestal que nos remonta a la Rondo ala polacca que desentraña el retomar la tema inicial ahora bajo el discreto sonido orquestal. Un paisaje brumoso y disonante sobre el trémolo del piano conduce a la reexposición del rondó, cerrando el concieto de modo vivo con una variación del tema inicial y sonoramente cerrar triunfalmente con toda la orquesta.
Un concierto que fue muy aplaudido y hasta airosos bravos se dejaron sentirse en esta noche de celebración, al brindarles el agradecimiento del público que se dio cita a este espacio, para hacerlos salir tres veces más ante la frialdad de los solistas.
Concluye este emotivo concierto con el estreno del concierto para la mano izquierda del compositor francés Maurice Ravel. cargo d ela pinaisdta Yulia Yarovaia,. Una excelsa interpretación de una obra escrita para un solo movimiento, a partir de un juego de armonías gestadas por los violoncellos, contrabajos y el canto del contrafagot van creando un atmósfera que detona con una virtuosa cadenza del piano de muy buena resolución técnica de la pianista, para retomar un tema más meláncolico a cargo del piano sobre el sonido de las cuerdas y complementarse con la tesitura de los cornos y el clarinete, proseguir bajo el aire marcial del solista e imitación de los alientos y metales, para disfrutar de un clímax sonoro desarrollado por el trinar del piano, arpa y corno y culminar con lo restante de la orquesta, sin más conducirnos a un esquizofrénico cadenza de gran dificultad técnica, cerrando en una cúspide sonora con el resto de la orquesta.
Para llevarse después de un silencio, los aplausos que reventaron este canto a la vida con la sencillez y bondad que quedo como un testimonio de su gran tesón, amor y profesionalismo hacia la música de la pianista Yulia Yarovaia.
Pero no quedo ahí, ante la latente terminación de este concierto, los integrantes de la OSSLP vuelven a tomar sus lugares, para ofrecernos dios piezas más que iban desde el vals hasta la marcha, piezas por cierto del cátalogo de esta joven pero prometedora orquesta sinfónica que puede llegar a un lugar sin precedentes dentro del ámbito tanto nacional como internacional, como no lo han comentado varios directores y músicos solistas.
Desde este espacio, solamente nos queda decirles... mucha música y vida. Para más informes de la OSSLP, pueden checar; http://www.osslp.com.mx/
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