Por: Roberto A. Valenciano Capín.
Son esas ocasiones en que sales con expectativas de disfrutar del momento, ya sea un concierto o simplemente degustar de algo que rompa la rutina, eso fue lo que se suscitó este jueves en el Paraninfo Universitario Rafael Nieto, con una espléndido concierto titulado "Memoria de nuestra música" bajo la intervención musical de Svetlana Galinskaya en el violoncello, Alejandro Alfaro en la guitarra y el Chino González en la voz.
Un recital que se destinguió por la singular combinación de humor en conjunción de una voz educada y de embrujador feeling para interpretar este bello repertorio de la mal llamada música del ayer.
Sin lugar a dudas, una de las primeras cosas que me llamó la atención es la constancia de su vocación de difundir desde su particular óptica, la riqueza y así como sus diversos registros de lo que es la música mexicana, la cual desafortunadamente ha existido un denuedo por estas nuevas generaciones.
Aún asi, predominó la sencillez y el imprescindible buen humor como irreverente vehículo ante el formalismo del llamado concierto, para sin más volverse en una rica y pertinaz encuentro de amigos que se dieron en buena cita en este bello espacio cultural universitario.
Bajo el amparo del enriquecimiento a través de las anécdotas de las canciones contadas por el Chino González, hicieron suspirar a más de uno, hasta ser parte de ese unísono canto- No volveré- o, soltar la risa por el sentido del humor de sus letras, gracias a este trío de músicos potosinos-rusos presentó esta decantación musical.
Canciones que van desde el corto del dominio público como:-la garza-,- el tagarno-, -la bruja-, -las tres pelonas-, así como la gratitud de la combinación tanto de bellas letras con su músicalidad representada por:- el amuleto-del compositor yucateco, Álvaro Carrillo,-no volveré- de Manuel Esperón,- Pena de amor- de José Luis Almada,-mi mano mece- de Fernando del Castillo-y golondrina aventurera- de Víctor Cordero.
Claro sin olvidar esa sepia inspiracional del poeta del pueblo, José Alfredo Jiménez con:-la estrella- y - las ciudades-, - y sin olvidar -la Martiniana- del escritor oaxaqueño, Andrés Henestrosa.
A pesar de haber quebrantado su promesa de no ser tan platicador, una gran peculiaridad del Chino González, se vio más libre y ameno, no así, destacó la sonoridad y emotividad que emana de las cuerdas de la chelista más mexicana que rusa.
Fueron agradecidos por este emotivo concierto a través de cálido aplauso que se extendió por varios minutos por un público que no los dejaba ir, al pedirles más canciones, complaciéndolos con tres canciones más y de esta manera concluir este recital.
Un evento que fue organizado por el Departamento de Arte y Cultura de la División Cultural de la U.A.S.L.P.
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