Por : Francisco Morales V.
Tras 40 años de galas en la isleta menor del Bosque de Chapultepec, la Compañía Nacional de Danza (CND) planea interrumpir en el sitio las presentaciones de El lago de los cisnes, aunque buscará volver en 2018.
Así lo reveló el titular de la agrupación, Mario Galizzi, quien para la temporada 2017 llevará el montaje al Palacio de Bellas Artes en una versión del ballet clásico con sus cuatro actos originales, como, afirma, nunca se ha hecho en México.
"Eso es todo un dilema conmigo mismo, más que con el resto, relata Galizzi en entrevista. "Yo ya lo he hablado con la dirección (del INBA).
La permanencia de El lago de los cisnes en Chapultepec ya se encontraba en entredicho desde el final de la temporada de este año, puesto que la CND tuvo que cancelar cinco funciones por las bajas temperaturas y lluvias características de marzo, así como por la pasada crisis de la calidad del aire en la Ciudad.
En una de las funciones, ante un descenso de la temperatura por debajo de los 12 grados, lo que estipula su cancelación por salud de los bailarines, asistentes enfurecidos arrojaron sillas metálicas al Lago ante el anuncio de que se cancelaba el evento.
Las razones que Galizzi enuncia para sus planes, sin embargo, son de índole artística.
"A mí me parece que sí, que tendría que seguir esta tradición. Lo que sí me parece es que habría que cambiar un poco la manera y la versión, asegura el director, quien descarta que la mudanza sea permanente.
A decir suyo, la versión que se interpreta en Chapultepec prescinde de dos actos enteros, cambia el final la original es una tragedia y no presenta la historia de una forma coherente.
A partir de la versión completa que planea llevar a Bellas Artes, que se interpretaría con orquesta, se realizaría otra reducción que volvería a Chapultepec.
"(Quiero) que estén los cuatro actos. Que el primero sea como un prólogo, luego el segundo y tercero completos, y el cuarto como un epílogo; que esas 2 horas 30 se puedan reducir a una hora 30, una cosa así, explica.
Esta búsqueda de "restaurar el ballet, asegura, obedece a la intención de que el público pueda conocer la pieza como se interpreta en las capitales del ballet clásico, como Moscú y París.
"Yo entiendo lo de la tradición, que son 40 años, no quebrarla, reconoce. "Ya tengo estudiado cómo hacer la reducción; entonces, en 2018, podremos volver a Chapultepec, pero con una versión coherente. Yo siempre hablo con una palabra que podría sonar rara: "hay que reducir los ballets, no mutilarlos".
Hasta el momento, asegura, no ha tenido impedimentos por parte del INBA para llevar a cabo sus planes.
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