lunes, 31 de julio de 2017

Proyecto Coyote y El Tambor en la XXXVII Festival Lila López


            Fotografías : Edgar Gutiérrez Calvillo / FIDC Lila López


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Un interesante penúltimo día del XXXVII Festival Internacional de Danza Contemporánea "Lila López", con la presentación de Proyecto Coyote de San Luis Potosí  y El Tambor de Aguascalientes en el Teatro Marco Antonio Garfias de los Santos del Centro de Difusión Cultural Raúl Gamboa del IPBA.

Indudablemente son de estas obras que suman, gracias a una clara posición tanto estética como política dentro de sus directrices creativas.

Una obra que no solo denuncia sino se vuelve este emblema de conciencia social,  de resistencia, de no olvidar, incidir en esta visibilidad de lo invisible. Una obra desde la resistencia.

En esta ocasión, ofrece Proyecto Coyote, el estreno de la obra - La altura de los sueños - de Arturo Garrido Puga.





Una obra  provocadora, incisiva no solo en denunciar y no olvidar que la danza también genera esta conciencia.

Una serie de potentes imágenes que despliegan a todos aquellos desaparecidos políticos, haciendo énfasis en los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.  Por tanto,  no solo son estos cuerpos, sino estas voces detonadoras que se despliegan, buscan y de aquellos ciudadanos que en su ropa cuelga una foto de un desaparecido, los cuales caen y vuelven a tomar sus lugares. De ellos permea "la violencia sufrida  que ha condenado a estos personajes a la subsistencia errante, la que les ha arrebatado su presente, son todos los pueblos desgarrados por la violencia, cuyos habitantes han sido lanzados al destierro físico y moral".

A través de una secuencia de movimientos, producto de esta memoria e historia, pero remitido a este encuentro / desencuentro, búsqueda en todos los rutas posibles de respuestas, tiempo sus-pendido, pero siempre bajo esta indeclinable resistencia ante esta devastación social.

Es imortante destacar que no es una apologia a la violencia, sino esta afrenta desde esta reflexión entorno al poder, manifiesto por el dolor, existencia y muerte.

Imágenes que incomodan, intercedidos por movimientos contundentes, contenidos y en momentos liberadores, aun así, esta la pertinencia de los proscritos, los que siempre luchan, los que insisten, los que sueñan, los generosos, los que nada tienen, los que dan, los que se entregan, los que piensan que el cambio es posible, los que no olvidan, a la par de esta incisiva proyección de imágenes.

Bailan: Montserrat Chávez, Natalie Rodríguez, Leila Roque, Lucia Güell, Aránzazu Robledo, Tristán Garrido, Iván Fiscal, Carlos Govea y Efraín  de León.

No solo sorprendió a muchos por su legibilidad escénica como en sus contenidos,  lo ofrecido en esta "Cena" por El Tambor  de Aguascalientes,  en la Galería del Centro Cultural Raúl Gamboa del IPBA.

Da la bienvenida una sala bordeada por una liana con banderitas de colores y por un nadador con su aletas y visor,  acostado bajo la comodidad de una almohada. Una mesa para más de diez personas al centro. Y sillas alrededor contribuyen a delimitar su especialidad.





Sin mas, aparecen cinco personajes encubiertos por pequeños pinos -remite a esta imagen de Magritte- para después inflar un globo, reventarlo y salir de este confeti rojo. Bajo el Danubio Azul empieza una seriación de caligstenia, corridas rápidas,  lentas al timming de marcado por este vals.

Ya en la mesa ocupada por -público- invitados, en donde cada uno de los participantes  no solo ofrecieron un platillo, sino  fueron desglosando su historia o su visión/acción,  desde aquel que todo gira entorno al sexo,  las disonancias de ser una bailarina, la posición de ser actor, el bailar con otro bajo el anonimato de una sabana encima de sus cabezas-vuelve a remitirnos a Magritte-, el dejarse construir a través de un dibujo, la ansiosa en girar sobre si misma y a la vez inflar un globo que se desinfla, la que se refleja este sentimiento de culpa por no poder comer, con un lo doloso, lo siento.

Una  serie de reflexiones muy sentida y conmovedora visión de articular estas discursividades a partir  de sus corporeidades, aunado a un transformar estos escenarios no solo en distintos paisajes posibles, sino revelar estos mundos que sin mas se van llenando de recuerdos, anhelos, entre lágrimas, emoción, nostalgia y solidaridad.






Como lo fue, el sentarse  frente a ti, no solo compartir y brindar un trago de cerveza, sino el hacerte visible ante el otro, para después volverse en un solo cuerpo, para  arroparse,  tranquilo, no importando  lo subsiguiente.

Una pieza que conmueve, in- cómoda,  incide en el anhelo, ríes, sufres y reflexionas, es lo propuesto por este colectivo multidisciplinario.

Interpretes: Asunción de León, Leticia Alcántara, Victoria Franco,  Tania Reza, Omar Gorospe, Juan Daniel Mosqueda, Roberto Martínez y Sergio Figueroa.

Bajo la dirección de Natalia Gómez Vázquez. Dramaturgia de Adriana Rodríguez.

Como comentó puntualmente un amigo, es una de las obras con más riesgos que fue presentado en esta XXXVII edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea " Lila López ".

¡Que viva la danza!...

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