Por: Roberto A. Valenciano Capín.
Sin lugar a dudas, una forma muy particular de hacer canciones de un ingeniero veterinario de profesión, Juan José Lavaniegos, pero el destino le ha ofrecido la buena aventuranza en la composición bajo el nominativo de su proyecto independiente de un estilo que forma parte de la gran corriente de la trova hispano-latinoamericana del último tercio del siglo XX.
En su última visita a esta capital del Gran Tunal Grande de este cantautor, se unió a una noble causa a través de un sentido y emotivo concierto, al apoyar con su música a la dolosa pérdida de un allegado de una familia potosina.
Al tener como escenario el Auditorio del Sindicato de Maestro de la Sección 26 y presentar su sexta producción discográfica “ La Piel de Judas”.
En sus propias palabras expone: “Aparecido desde hace tres años que no venía por estas tierras potosinas”.
Una Piel de Judas que salió por la misma gente, “ya que comúnmente se refiere cuando hablas de aquellos chamacos que son traviesos, incivilizados y traviesos como tú y yo, de ahí que seamos la piel de Judas”.
Un disco que se traza en aquella piel que queremos tener, aunado a ese lado bueno y un chorro de cosas que a veces no son tan fáciles de manejar.
A pesar de ser un proyecto que a pocas personas les toca en comparación con otros géneros musicales. Existe en el compositor un reto que contrae canciones más personales que se negaba a grabarlas. “Yo pensé que no era tan importante hablar tanto de mí y de lo que veía. De ahí que me di chance de hablar de mí, un desnudo, en ese aspecto que son muy personales”.
Lavaniegos destaco que sus canciones que interpreta son difíciles y es necesario ser escuchadas varias veces.”De ahí que sea importante la gente que cante y transmita cosas importantes o se cante con el corazón”.
“He desarrollado con el tiempo una serie mañas para ser que me escuchen y cuando me escuchen con este disco” Al destacar que hay comentarios muy sugerentes que cambian su vida con una canción.
Pleno convencido de la evolución de las especies, en el sentido de causarle molestias al comentarles que le dijeran que este disco se parece mucho al primero, “¡huy que mal!, algo mal esta pasando”.
Destacó el cantautor la dificultad de reinventarse en todos los sentidos “pero creo que vale la pena. Yo nunca he llegado a donde he querido llegar, cada momento que creo que ya llegué estoy mirando más allá”.
En cuanto a la situación actual de la cantautoría en nuestro país comento “ por un lado, habremos muchos más que antes, lo cual me da gusto.-al reconocer que- hay más medios para desarrollarse, por ejemplo; hoy alguien puede grabar un disco con poco dinero, solo basta una computadora, un micrófono y una interfase y ya grabó, eso es bueno”.
“Vamos bien en cuanto a los cantautores. Yo como no soy romántico tengo una opinión muy concreta. Falta canto no romántico o sobra canto romántico; no quiero decir que sobran, porque nunca sobra; pero si hace falta cantarle a más cosas y yo me rió mucho de los cantautores románticos porque solo hablan de ellos y su querida o, de aquella que ya no es su querida”.
Refuto ese sentido romántico de fórmulas contrahechas y caducas en el cantar de este tipo de canciones, pero alentó como un reto ser desde una nueva perspectiva “con palabras de adentro, no formulas que sirven y que salgan de adentro y con nuevas técnicas, el cual hace falta”.
Entre los cantautores tanto jóvenes como con trayectoria que le han nutrido y le dicen cosas se encuentran: el sonorense Gerardo “ Meñe” Peña Alfonso Maya, Darío Parga, Alejandro “Tuinky” Chávez, César Chico, Leticia Servín, Juan Pablo Villa y muchos más.
Para finalizar comento que espera que vuelva pronto a estas tierras e hizo una invitación a acercarse a conocer, escuchar estas propuestas de autoría independiente.
Leer más: http://www.myspace.com/jjlavaniegos
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